Entelequía

Why again?

BaekHyun está sentado, delante de su escritorio contempla su libro abierto, sus resumenes a medio hacer y su pocas ganas de seguir.
Todo el día pasó muy rápido y el tan iluso como siempre pensó que el tiempo iba a rendir, que iba a alcanzar a estudiar todo.
Una materia que juró amar, pero que en estos momentos repudia con su alma. Si tan solo su profesor los incitara a amarla.
Pero la vida no es justa.
Y en el mundo hace falta gente que ame enseñar.
Se siente un inútil por confiarse tanto, por no aprender y seguir haciendo la misma rutina tóxica que cada vez lo unde más.
Lo peor es que sus padres lo apoyan, le dicen que todo lo puede, que no es imposible.
Pero no es asi.
Si tan solo hiciera las cosas bien.
Si tan solo su vida tuviera algo de sentido y tuviera el suficiente amor para hacer de tripas cerebro (no corazón porque de nada sirve) y seguir estudiando pero está cansado.
Siente que no ha hecho nada y sin embargo está exhausto.
Sus pensmientos lo llevan de un lugar a otro sin darle la oportunidad de parar a leer el texto frente suyo y comprenderlo.
Frases inconexas que no logran quedarse en su memoria y ya no puede más.
Vuelve a sentir que nada vale la pena.
Vuelve a caer.
Y se odia, se odia porque estar en donde está es una oportunidad que no todo el mundo tiene.
Una oportunidad que muchos anhela y sin embargo ¿por qué no encuentra inspiración o amor o cualquier cosa que le impulse a seguir?
Incluso para eso es una carga.
Ya no le sorprende.
Siempre lo ha sido y todo el tiempo lo será.
Todas las veces que lo intenta su mente cae y lo ignora.
Cada vez más profundo.
Pero incluso ya ni eso siente.
Una convivencia solitaria se ha quedado acompañandolo y ha aprendido a vivir con ella.
Ha aprendido a soportar el equipaje que conlleva.
Las pesadillas, las alucinaciones, la vuelta de su repulsión a la oscuridad, la ansiedad por las miradas de los otros, la inseguridad; todas han vuelto aún peores que antes pero ya son sus amigas. No le afectan tanto como antes y sin embargo ahí están, susurrandole día con día que no merece lo que tiene.
Haciendole vivir una vida solitaria llena de autodesprecio e inseguridad.
Una vida que ya no quiere.
Una vida que conserva, por la deuda con sus padres, que lo han cuidado y amado desde el momento en que nació.
Siempre piensa en eso ¿ qué sera de su vida cuando sus papás no estén? ¿y si en ese transcurso aún no encuentra un motor, ese algo que lo impulse a ser feliz? ¿ morirá? ¿por fin?
No lo sabe, en este momento no.
E imagina cientos y cientos de escenarios donde sus padres mueren y él debe reaccionar.
Cientos de escenarios donde el muere y sus padres no reaccionan.
No los mereces, después de todo.
Y con ese último pensamiento.
Se dispone a seguir estudiando.
Porque la letra a sangre entra ¿no?