Asunto: Magia.

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De: ashlynx@gmail. com

Para: shorter.wong@gmail.com

Asunto: Magia.

Creo que estoy soñando, Shorter y no quiero despertar. Quiero quedarme a vivir en este sueño por siempre. Quiero congelar el tiempo y quedarme a vivir aquí, justo en este instante por toda la eternidad si es que hay una. 

Te diría que estoy feliz pero es más que eso porque siento magia en mi interior, no hay otro modo de describirlo. Siento que estoy hecho de magia, que de algún momento a otro saldré volando por la ventana porque me siento lleno de energía, de sol, de luz, de polvos de hada ¡maldita sea!

Quisiera ponerme a gritar por todo Nueva York que soy feliz, que jamás en mi puñetera existencia me había sentido así. Que toda la tristeza y todo el dolor que había sentido a lo largo de mi vida hoy están completamente callados. Hay silencio en mi interior, un silencio dulce y bendito que sé no será eterno pero ahora eso es lo que menos me importa.

Shorter, ¿quién diría que un beso de Eiji Okumura podría condenar a mis demonios a un día completo de silencio? Sí, leíste bien, leíste perfectamente bien: besé a Eiji Okumura, lo besé hoy y espero poder volver a besarlo mil veces más durante todo el tiempo que me quede de vida.

Besarlo fue tan dulce, Shorter, tan cálido y reconfortante. Sus labios son tan suaves como todo él, su boca sabe a té verde y a alegría, sus labios en mis labios son una de las sensaciones más placenteras que he tenido jamás. Lo besé porque creo que las palabras ya no eran suficientes para hacerle saber todo lo que él significa para mí. Lo besé porque ya no podía contenerme más ¿sabes? Ya no era posible, no podía soportarlo más. Lo besé porque en sus ojos podía leer el deseo de ser besado también y cuando sus manos se posaron en mi cintura y yo lo atraje más cerca de mí tomando su rostro entre mis manos, supe que aquel era nuestro destino.

Y quizá esté pecando de ingenuidad, quizá esté dejándome llevar por la dicha que vibra en cada una de mis células pero como sucedió en aquel instante, ahora mismo tampoco tengo miedo. Sí, yo sé que con este beso he empezado a escribir una historia con Eiji y no le temo a esa historia. Porque es Eiji, simplemente por eso, porque sé que Eiji jamás me haría daño, porque el calor que había en los labios de Eiji era como una promesa de sanación. Hay algo en él que me ayudará a sanar más rápido. Sus labios son un bálsamo, Shorter, quizá sus labios son esa medicina con la que podré olvidar mis cicatrices.

Eiji es un lugar feliz para mí. Eiji es mi refugio y ¡dios! ¿Por qué esperé tanto tiempo para besarlo?

Ni siquiera lo había planeado ¿sabes? Cuando esta tarde él me invitó a acompañarlo a revisar la galería de arte en la que el mes próximo presentará su nueva colección de fotografías, yo no estaba pensando en darle vida a un romance. La verdad es que lo acompañé a aquel lugar porque me encanta verlo hablando de esas cosas que ama hacer y cuando habla de fotografía, su rostro se ilumina completamente. Eiji habla de la fotografía como quien habla del amor de su vida y me encanta verlo sonreír así. Así que fue por ello que lo seguí, aunque ahora mismo pienso que cuando se trata de él, yo podría ir al fin del mundo para encontrarme a su lado.

—Hay algo que quiero mostrarte...— me dijo él mientras íbamos en el taxi con rumbo a una de las galerías de arte más exclusivas de Brooklyn.

— ¿Qué cosa?— le pregunté yo con calma.

—Es una sorpresa pero promete no enojarte conmigo por haber hecho algo así...— respondió él con las mejillas sonrojadas.

— ¿De verdad crees que podría enojarme contigo?

Antes de nuestra primavera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora