Antes de nuestra primavera.

Asunto: Antes de nuestra primavera.

De: ashlynx@gmail.com

Para: shorter.wong@gmail.com

Asunto: Antes de nuestra primavera.

Querido Shorter:

Mi Eiji duerme ahora. La luz de la luna entra por la ventana y se posa sobre su piel desnuda casi con ternura. No me sorprende para nada, debes creerme. Él es tan suave y cálido que sé que incluso la luna lo acaricia con cuidado, incluso la luz de luna querría protegerlo.

Ahora mismo miro a Eiji dormir y no puedo creer que él y yo estaremos juntos la vida entera. Es decir, algo en mi corazón y en todo lo que soy lo sabía pero justo ahora, ahora que mis ojos se quedan fijos en el hermoso anillo dorado que Eiji puso en mi dedo hace algunas horas, todo es más real ¿sabes?

Porque él y yo seremos el esposo del otro el próximo año. Porque Eiji y yo seremos una pareja oficial de recién casados ante los ojos del mundo entero la próxima primavera. No, no hemos decidido aún la fecha de la boda pero sí sé que nos casaremos la próxima primavera, no hay mejor temporada para nosotros ¿no crees?

Me gustaría unir mi vida a la de Eiji en un lugar mágico, un lugar que esté lleno de flores y del perfume de un día que solo marcará el inicio de una eternidad para los dos. Porque los dos tendremos eso. Los dos hemos decidido que caminaremos por este mundo de la mano y que sin importar el paso del tiempo o el modo en el que el mundo intente cambiarnos, los dos seguiremos creciendo juntos, los dos seremos el compañero de vida del otro y no puedo imaginarme un destino más feliz que ese.

Eiji Okumura me ha pedido que me convierta en su amado esposo de por vida y al pensar esas palabras, la resonancia dulce de todas ellas me hace sonreír y sonrojarme como un colegial, vaya, ni siquiera pude aguantarme las ganas de escribirte con lujo de detalles lo hermosa que fue la propuesta de matrimonio que Eiji preparó para mí. Sé que Max Lobo y la mitad de los estudiantes de fotografía y literatura de la Universidad de Nueva York hicieron público todo el asunto pero todos esos videos están muy lejos de la verdadera dicha que experimenté en ese instante.

Tú sabes que era mi plan también proponerle matrimonio a Eiji desde que encargué su anillo de compromiso a la mejor de las joyerías de Nueva York. Tú sabes que mi plan era proponerle pasar su vida a mi lado la semana próxima, puesto que los dos pasaríamos la mitad de nuestras vacaciones en Japón antes de volver a la planeación de los cursos del próximo año. Incluso había vuelto a hablar con Kaori, la hermana de Eiji, y ella estaba ayudándome a encontrar un lugar romántico para llevar a cabo mi propuesta.

Sin embargo, como sucede con Eiji desde que lo conozco, él jamás deja de sorprenderme y ahora no puedo evitar reírme como imbécil porque me parece divertido que los dos hayamos estando planeando pedirnos matrimonio al mismo tiempo. Somos unos tontos, Shorter, de verdad somos un par de chiquillos jugando al amor y ¿sabes algo? Eso me hace amarlo más aún porque cada día a su lado es un descubrimiento.

Hoy por ejemplo, descubrí que Eiji hará de mi vida un jardín lleno de sorpresas, que aunque los dos nos amamos jamás dejaremos de descubrir cosas nuevas acerca del otro. Hoy, después de que Max Lobo nos nombrara a Eiji y a mí como los líderes del mejor equipo de proyectos multidisciplinarios, yo de verdad sentí que no volvería a sentirme tan feliz como en ese instante en el que mis estudiantes y los estudiantes de Eiji vitoreaban nuestros nombres. De verdad soy lo suficientemente estúpido como para creer que los instantes de felicidad no volverán a repetirse pero no es así.

Todo el día de hoy, desde que desperté abrazado a las caderas cálidas de Eiji me pareció un completo milagro. Los dos nos despertamos con una sonrisa en los labios por el simple hecho de tener la oportunidad de despertar el uno al lado del otro. Eiji me besó en los labios de esa forma profunda y lenta en la que siempre lo hace y yo me aferré a su cuerpo con alegría. Está de más decirte que fue lo que pasó antes del desayuno. Está de más decirte que volví a entregarme a él con pasión, con abandono porque es él y amo sentir sus manos y sus labios dibujando paisajes primaverales por toda mi piel.