14: Julie

84 13 11
                                    

Las calles están ligeramente más vacías de lo normal, es extraño teniendo en cuenta que es viernes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las calles están ligeramente más vacías de lo normal, es extraño teniendo en cuenta que es viernes.

Tal vez sea por el hecho de que dijeron en las noticias que hoy llovería, aún así, no le temo a atrapar un resfriado, la pequeña brisa me da un ligero escalofrío, así que decido meter mi mano izquierda en mi sudadera, mi mano derecha, la cual toma la mano del chico de ojos verdes, la meto dentro de la sudadera de él.

Lane inmediatamente voltea verme, su vista saltando del lugar donde escondí nuestras manos a mi rostro, yo solo me limitó a sonreír.

—Hace un poco de frío —me excuso, encogiéndome de hombros—. Solo tengo este suéter, no contaba con que nos abandonarían.

—Creo que abandonarnos era parte del plan —contesta Lane negando con su cabeza.

Aún no puedo creer que Amber y Adam nos hayan abandonado afuera de un McDonald's, habíamos quedado de vernos con los chicos en la plaza, nosotras habíamos llegado en el auto de Amber y ellos llegaron en la camioneta de Adam, sin embargo, como siempre pasa cuando están juntos, terminaron discutiendo.

Lane y yo decidimos pedir las órdenes en lo que ellos discutían en el estacionamiento, mientras el chico de ojos verdes y yo conversábamos tranquilamente, ellos parecían ser volcanes a punto de explotar.

Para el momento en que decidimos salir del McDonald's, solamente pudimos observar como Adam y Amber caminaban a sus respectivos automóviles, dejándonos a Lane y a mí con cuatro órdenes de hamburguesas.

Así que ahora estamos aquí, caminando tomados de la mano y Lane cargando las dos bolsas, quise tomar una de las bolsas pero no me lo permitió por más que le insistí en ayudarle.

Llegamos a un parque donde hay algunas madres con sus hijos. Tomamos asiento en una banca de color verde que da una vista panorámica de todo el parque, nos limitamos a comer nuestras hamburguesas en silencio, solo observando a los niños lanzarse de la resbaladilla o subirse en los columpios.

Los recuerdos de cuando era pequeña me inundan, si me concentro, podría ver perfectamente a mi madre corriendo atrás de mí, puedo evocar a mi yo de siete u ocho años, corriendo y riendo a carcajadas, ondeando su vestido con las brisas del aire.

—¿En qué piensas? —La voz de Lane rompe la burbuja del recuerdo, haciendo que mi atención viaje hacia él—. Te quedaste mucho tiempo callada, lo cual es extraño porque normalmente quien se queda callado soy yo.

—Pensaba en mi mamá —confesé—. Solíamos ir a un parque cerca de nuestra casa, normalmente íbamos unas dos horas antes de que papá volviera a casa.

—Debió ser lindo convivir con una pequeña Julie —dice, haciéndome sonreír—. Es lindo recordar a alguien con una sonrisa.

Asiento con la cabeza dándole la razón.

Nosotros después de la lluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora