Primer sacrifico

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- Eso no tenía que pasar, ¿verdad? - pregunto Scott.

- La hemos fastidiado – dijo Tony.

- ¿Tony que ha pasado? - le pregunto Steve por el comunicador – Dime que has encontrado el cubo... Oh, no. No me jodas.

Steve tenía justo delante al Steve de 2012 y no parecía contento. Steve se enfrentó a su yo del pasado y tras caer varios pisos logro dejarlo inconsciente. Steve se fijó en cómo le quedaba el traje.

- Es el culo de América - dijo antes de volver al callejón.

- Capi – llamo Tony a Steve cuando este llego al callejón – Lo siento cielo, tenemos un problema.

Tony y Scott salieron del coche en el que habían llegado al callejón y le explicaron a Steve todo lo que había pasado.

- ¿Que vamos a hacer ahora? - pregunto Steve.

- No me agobies, me acabo de dar de cabeza contra Hulk.

- Dijiste que teníamos un intento. Este era nuestro intento y se ha quedado en intento – dijo Scott muy molesto – 6 gemas o nada, las 6 gemas o nada.

- Te estas repitiendo.

Scott y Tony comenzaron a discutir y Steve los interrumpió - ¿Hay alguna otra opción con el teseracto? - pregunto.

- No, no hay segundos intentos. Nos queda una sola partícula a cada uno si la usamos adiós, ya no vuelves a casa – contesto Scott.

- Pero si no se intenta nadie podrá volver a casa.

- Ya lo tengo – dijo Tony de repente – Hay otra manera de recuperar el teseracto y conseguir más partículas. Un paseo por los recuerdos, una instalación militar en Nueva Jersey.

- ¿Cuándo estuvieron allí? - le pregunto Steve.

- Estuvieron allí y tengo una idea vagamente exacta.

- ¿Cómo de vaga?

- ¿De qué habláis? ¿Qué estamos, a dónde vamos? - pregunto Scott confuso.

- Se que estuvieron allí y se cómo lo sé – siguió hablando Tony.

- ¿Qué pasa?

- Parece que estamos improvisando – dijo Steve.

- Genial – dijo Tony.

Steve le dio el cetro a Scott y le dijo que lo llevara a su época mientras ellos iban a por el teseracto.

- Si haces esto y no sale bien, no podrás volver – les dijo Scott.

- Gracias por los ánimos gusano – Tony miro a Steve - ¿Confías en mí? - le pregunto.

- Si.

- Tú decides.

- Vamos.

Steve y Tony se pusieron los trajes y viajaron a 1970 a una de las primeras bases de SHIELD.

- Es evidente que en realidad no naciste aquí - le dijo Tony a Steve en la base.

- La idea de mi si – dijo Steve tapándose para que no lo reconocieran.

- Ya bueno, imagina que eres SHIELD dirigiendo una organización casi fascista. ¿Dónde la esconderías?

- A plena vista.

Tony debía encontrar el teseracto, mientras Steve conseguía las partículas Pym. Ambos lo consiguieron, pero por el camino Tony se cruzó con su padre y tuvo que disimular hablando con él. Howard empezó a hablarle de su mujer embarazada y Tony no podía evitar sonreír.

- Yo tengo una niña - le dijo.

- Estaría bien, menos probabilidades de que se parezca a mi – contesto Howard.

- ¿Qué tendría eso de malo?

- Pues que el bien común varias veces a pesado más que mi propio interés.

Siguieron hablando hasta llegar fuera y Tony sentía que le habían dado un regalo, tantas veces Steve le había hablado de lo bueno que era su padre y hasta ahora no lo había visto.

- Una pregunta, cuándo nació su hija, ¿estaba nervioso? - le pregunto Howard de repente.

- Bueno en mi caso fue un poco complicado, pero... Si, tremendamente.

- ¿Se sintió capacitado? ¿Cómo si supiera como manejar con éxito la situación?

- Yo fui actuando sobre la marcha, pensé en lo que hizo mi padre y... - de repente Tony vio a Steve.

- Mi viejo resolvía los problemas con un cinturón.

- Yo creía que mi padre era duro conmigo y ahora solo recuerdo las cosas buenas... Me dejo auténticas perlas – dijo mirando a Steve.

- ¿Sí? ¿Cómo qué?

- No hay dinero que pueda comprar un segundo de tiempo.

- Un tipo listo.

- Hizo cuanto pudo.

- Yo haría lo que fuera por mi hijo que aún no ha nacido.

Tony le dio un abrazo a su padre cuando se despidieron y se marchó, contento de haber podido hablar con su padre y ver a su antiguo chofer Jarvis, el cual también había sido como un padre para él.

Steve y Tony volvieron a reunirse y se escabulleron de las instalaciones.

- ¿Estas bien? - le pregunto Steve.
- Perfectamente.

Tony beso a Steve - ¿Y eso? - le pregunto Steve.

- Por todo. Volvamos a casa.

No paso ni un segundo y ya estaban todos de vuelta en casa, o más bien casi todos. Nada más llegar Clint cayo de rodillas en el suelo llorando.

- Clint, ¿y Nat? - pregunto Bruce.

Clint no podía hablar, pero solo había que mirarlo para saber qué había pasado. Todo el equipo se derrumbó. Tony abrazo a Steve destrozado sabiendo que él lo estaba aún más. Natasha había hecho tanto por Steve, lo había cuidado y protegido como toda una hermana mayor por años y ahora él no había podido hacer nada para ayudarla.

Los vengadores se reunieron en el muelle de la base a manera de velatorio y lloraron allí a Nat.

- ¿Tenia familia? - pregunto Tony.

- Si, nosotros – contesto Steve.

Tony se sentó junto a Steve y lo abrazo mientras le agarraba de la mano, estaban destrozados, pero tenían las gemas, Nat se sacrificó por ellas y ahora no podían fallarla ni a ella ni a nadie. 

Los vengadores: La historia de stonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora