Los vengadores: La historia de stony

Claro que quiero

Steve y Tony entraron hablando y todos se sorprendieron al ver a Tony allí.

- ¿Y Morgan? - le pregunto Steve a Tony.

- La he dejado con Happy. Estará bien allí.

- Tony, ¿qué haces aquí? - le pregunto Natasha.

- Traer a todos de vuelta. Yo he tenido mucha suerte, he podido seguir con mi vida, pero otros no... Y no es justo. Hare lo que sea para traerlos de vuelta siempre y cuando eso no afecte a mi familia.

- No dejaríamos que fuera de otro modo.

- Bien. Pero no podemos hacerlo nosotros solos, necesitamos a todo el equipo. Esto es cosa de todos.

El resto de la semana se dedicaron a reclutar al resto del equipo y construir la máquina del tiempo. Natasha fue en busca de Clint, Nébula y Rocket volvieron a la tierra y Rocket y Bruce fueron a buscar a Thor. Cuando Rhodes volvió al complejo Tony lo recibió muy feliz.

- Hola Rhodey – dijo dándole un abrazo.

- Hola Tony, ¿cómo esta Morgan?

- Grande y preciosa como sus padres. ¿Cómo estas Rhodes?

Tony sabia lo mal que lo había pasado Rhodes al perder a Sam. Había estado centrándose en el trabajo para no hundirse, pero seguía fatal.

- ¿De verdad crees que conseguiremos traerlos de vuelta?

- No puedo garantizar nada, pero tenemos que intentarlo. Vamos.

La semana paso volando, todos trabajaban en la máquina del tiempo casi sin parar. Estaban muy motivados. En esa semana no era de extrañar encontrar a Tony y Steve juntos o simplemente mirándose furtivamente.

- Eh, hombre de hierro. Deja de mirar al capitán y ayúdame – le dijo Rocket a Tony.

Steve sonrió algo ruborizado y siguió trabajando. Un rato después Steve, Tony y Rocket trataron de mover un apalanca muy pesada y terminaron cayendo al suelo los tres. Rocket salió rodando y Tony cayó encima de Steve. Steve se incorporó un poco con Tony entre sus brazos y le miro.

- ¿Estas bien?

Tony miro a Steve y se perdió en sus preciosos ojos azules – Mejor que nunca – contesto.

- Hey tortolitos, dejar ya de coquetear tenemos trabajo. Por dios – les dijo Rocket.

- Odios al mapache.

- ¡¿Que me has llamado?!

- Corre.

Steve y Tony se levantaron del suelo y huyeron de Rocket, que los perseguía molesto mientras ellos se reían.

- ¿Crees que volverán? - pregunto Bruce a Rhodey.

- Puede. Lo que está claro es que ambos se siguen queriendo.

Por la noche Tony y Steve hicieron una videollamada con Morgan, la cual se alegró muchísimo de hablar con ellos.

- Quiero estar allí - dijo Morgan alargando los brazos.

- Y a nosotros nos encantaría que estuvieras cielo – la dijo Steve.

- Pero esto es peligroso. Pero tranquila volveremos pronto.

- ¿Los dos? - pregunto Morgan.

- Pues claro.

- ¿Papi Steve se quedará en casa?

Tony y Steve se miraron al mismo tiempo – Si – contesto Tony.

- Por supuesto – afirmo Steve.

- ¡Bien! - grito Morgan entusiasmada.

- Bueno, creo que Morgan debería irse a la cama – dijo Happy.

- Si, buenas noches a los dos – dijo Tony.

- Adiós - dijo la pequeña.

- Buenas noches Morgan – la dijo Steve.

- Te queremos 3000 Maguna – la dijo Tony – Adiós.

En cuanto colgaron la llamada Tony soltó un suspiro y apoyo su cabeza en el hombro de Steve, y este lo abrazo.

- La echo de menos.

- Yo también. Pero pronto estaremos con ella de nuevo.

Tony miro a Steve como hacía mucho tiempo que no hacía, con cero rencores, sin miedo. Solo con cariño y amor, mucho amor.

- Lo decía enserio Steve.

- ¿Qué?

- Ven a vivir con nosotros. Quédate – Tony agarro la mano de Steve – con tu familia.

- Tony...

- Lo siento. Hice mal en separarte de Morgan, no tenía ningún derecho a hacerte eso, a ninguno. Lo lamento - Steve agarro el rostro de Tony con una mano y acaricio su mejilla - ¿Vas a besarme o estas esperando a que te de permiso?

Steve sonrió y lo beso, siendo correspondido de inmediato por Tony. El beso fue largo y desesperado, lleno de sentimientos. Hacia 5 años que no se besaban, hacia 5 años que no estaban tan cerca y hacia 5 años que no se amaban de verdad.

- ¿Vamos a la habitación? - le pregunto Tony a Steve cortando el beso.

- ¿No prefieres ir al baño? - bromeo Steve.

- Que gracioso.

- Vamos.

Steve y Tony se escabulleron a la habitación del capitán intentando que nadie los viera entrar juntos, pero obvio todos se enteraron.

A la mañana siguiente Steve no quiso levantarse hasta que Tony despertó. Tony estaba tumbado encima suya, completamente desnudo, abrazándolo y no quería que ese momento acabara. Cuando Tony abrió los ojos apoyo la barbilla en el pecho de Steve y lo miro.

- Hola – le dijo somnoliento.

- Bueno días.

Tony puso una mano en la mejilla de Steve – Después de mucho tiempo por fin es verdad – dijo antes de besarle y volvió a acomodarse en su pecho – Me encanta esto, solo falta Morgan saltando por aquí.

Steve se rio – Cuando volvamos a casa será todos los días así - dijo acariciando a Tony.

- Sera el paraíso.

Tony volvió a besar a Steve y después de unos segundo Steve lo corto.

- Tony... Cásate conmigo.

Tony lo miro asombrado - ¿Qué? - pregunto con la voz quebrada.

Steve se incorporó haciendo que Tony se sentase a su lado. Rebusco en un cajón y saco un anillo. Tony no sabía ni que decir, estaba en shock.

- Tony Stark, ¿quieres casarte conmigo?

Tony se echó a llorar, le había pillado desprevenido, pero jamás se negaría a eso. Jamás perdería la oportunidad de casarse con el Capitán América, con el padre de su hija, con su Steve... Con el amor de su vida.

- Si, claro que quiero – dijo antes de besarle – Te amo Steve Rogers.
- Te amo Tony Stark.