¿Sorpresa?

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No lo entiendo, ¡que criatura más fascinante! Exclamo el protector del bosque. Estaba completamente anonadado, ¡Un hada viviendo en su bosque! Aquellas criaturas tan bellas y distantes, como estrellas en el firmamento, "las estrellas del día" como les decía el, tan inalcanzables y perfectas, el nunca tomo valor como para hablar con una de ellas, era muy tímido y siempre estaba ocupado con su labor en el bosque. En su interior tenía miedo, miedo a ser rechazado por su naturaleza, por su pasado...

Pero ahora eso no importaba, ¡tenía una oportunidad! ¡Podía intentar conocer un hada! El regocijo y la alegría no cabían en su pecho, pero temeroso de asustar a su nueva habitante decidió conocerla a la distancia para corroborar sus hipótesis y confirmar verdaderamente que lo que había frente a él era una autentica hada.

Así pues decidió examinarla con la mirada, escondido entre las copas de los árboles y los arbustos frondosos que le proveían una cobertura óptima.

Para arrancar, le parecía muy raro ver un hada caminando," ¿por qué no está volando? Sus alas se ven sanas y fuertes" pensaba. Después de analizar unos minutos se dio cuenta que las alas eran falsas, creadas con hojas para simular algo que se le fue arrebatado, "aunque la verdad le combinan muy bien, le resaltan los ojos de una manera magnifica", pensó.

Cayo la noche y cuando se percató de que el hada ya se había dormido, se acercó silenciosamente hacia su morada, con curiosidad, leyó el cartel "el reino del hada terrenal", no le parecía un nombre muy malo la verdad.

Camino alrededor del "reino" analizando las estructuras y murallas que había cercado su nueva inquilina," tendría que haber pedido una nota para que le autorizáramos el perímetro, pero bueno es nueva aquí, así que voy a tener q pasarlo por alto por ahora", no estaba en posición de correr a su única posibilidad de entablar una conversación con un hada, ¡un hada REAL!

Después de examinar todo el lugar se fue caminando lentamente hacia la salida pensando: y para mejor no es cualquier hada, ¡es un hada terrenal! ¡¡¡Edición limitada!!! ¡¡¡Que suerte tengo!!!

Casi gritó en la última frase, pero sabía que no estaba en posición de hacerlo, y menos a esas alturas de la noche, se desvaneció entre las profundidades de su bosque," mañana le hablare, ¡lo prometo!"

No sabía lo que le esperaba, no sabía que tarde o temprano, iba a caer preso de un amor, tan fuerte, tan intenso, que provocaría que el destino de ambos cambiara para siempre.

El Hada HeridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora