Te reíste de mi.
Seguramente te reíste de lo jodidamente contradictorio que estaba siendo al expresarme, pero ¿de qué otra manera podía expresarte lo que estaba sintiendo?
De ninguna otra.
Tus manos que aún se mantenían apoyadas en mi rostro, fueron las encargadas de limpiar una a una aquellas traviesas lágrimas que seguían saliendo entre mi sonrisa y tus risitas.
Realmente parecíamos dos idiotas, ninguno sabía que le pasaba al otro pero de alguna manera llegabamos a un punto en concreto donde comprendimos que no entendernos era parte de la comunicación y que, reír entre lágrimas no era malo.
Era todo lo contrario.
Así que tu mano volvió a tomar la mía mientras mirabas tu reloj con concentración.
— No hemos retrasado mucho... — susurraste sin dejar de verlo — no debemos llegar tarde.
Lo sabía, sabía de tu puntualidad y la amaba, pero en ese preciso momento no quería irme.
¿No comprendías que estaba allí por ti? ¿O eras tan puntual que aún en ese momento me obligabas a hacer lo correcto?
Sonreí mientras caminaba en una dirección a la que no estaba prestando atención, seguía perdido en ti, en tu tacto, en la forma en la que la camiseta del uniforme se marcaba en tus brazos y la manera en la que tu cabello lucía en ese momento; igual de brillante y muy bien peinado.
Al notar mi lentitud volteaste y al ver que mis lágrimas aún no cesaban sonreíste.
Estoy seguro que tú mismo sabías lo que estaba sintiendo, lo noté en tu mirada.
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SCENT
FanfictionTu aroma inundó mis fosas nasales y nunca antes me sentí tan vivo como en ese momento.