SCENT

6.

El corto recorrido llegó a su fin y llegamos al único salón de todo ese colegio que parecía tener un poco de diversión dentro.

Soltaste mi mano y corriste como un niño pequeño hacia los objetos de manualidades; no porque te gustaran, si no porque con ellos les jugabas bromas a nuestros amigos.

Tu sonrisa apareció deslumbrante una vez más mientras te acercabas por detrás a donde una de nuestras amigas, tenías un pequeño hule en tu mano que fácilmente podía ser confundido con algún pegajoso y escurridizo animal, sabiendo que eso la espantaría y sus gritos te causarían demasiada diversión.

Wonho, quería estar contigo todo el tiempo, pero créeme cuando te digo que valió la pena verte siendo tú, fuera de un "nosotros". Porque de esa manera, mientras te miraba desde el umbral de la puerta, huyendo del castigo de tu travesura y soltando carcajadas que contagiaban a más de uno, me recordaste tu esencia.

El verdadero tú, sin mi.

Aquella persona de la cual me enamoré.

Tú seguías siendo tan tú y yo seguía amándote incansablemente.

Mi sonrisa se ensanchó porque el tú, fuera de un "nosotros" era algo muy preciado para mi.