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Me sentía vacío, había tenido un buen partido, pero cuando salí para encontrarme con Sabrina ella me ofreció que pasará la noche con ella porque se sentía sola...
《¿Sola? ¿Por qué? si tenía a Caro》
Y ella dijo algo que no pensé que podía llegar a pasar.
-Caro se fue con sus viejos- dijo y apretó los labios -no va a volver- me sentí mal por mi novia (si Sabrina mi novia) pero sabía bien qué a Caro le dolió mucho.
Quizás ya había meditado antes de tomar esa decisión y yo no era más que un obstáculo.
No acepte ir a con Sabri, la deje en su casa y después me fui a la mía, no quería saber nada con salir aunque me habían insistido en salir a tomar algo, fui y me encontré sorprendido por lo que vi.
Caro.
-Caro- dije y ella levantó la cabeza que estaba sentada en uno de los escalones de mi entrada.
-hola- dijo y me sonrió, aunque no era de esas sonrisas tiernas y contagiosas que siempre me regalaba.
-¿qué te trajo?- pregunté con cautela, esperando que ella se lanzará a mis brazos, pero no lo hizo, Carolina negó y a mi se me estaba cerrar el pecho con solo ver su cara inexpresiva.
-tenemos que cerrar nuestra pequeña historia- dijo y sentí que algo dentro mio se quebraba junto con su voz -no podemos mentirnos que no paso nada... tenemos que ponerle un fin- y sacó de su mochila la camiseta que inició todo.
-no se que queres que haga Carolina- dije acercándome, pero ella retrocedió...
《Merezco esto Caro, pero me estas matando》
Mis lágrimas que no salían quemaban a mis ojos desde adentro.
-yo... no se que hacer con- dijo y levantó la camiseta, de seguro le traía recuerdos que le hacían más difícil seguir, recuerdos que le daban culpa.
-entonces ¿me la das a mi? Caro está camiseta te la regalo Sabri- ella se quebró cuando la nombre.
-se que me la regalo ella, pero era un regalo en joda hasta que vos le cambiaste el significado- dijo y me acerqué a estrecharla, quizás era la última vez que lo iba a poder hacer.
-me la voy a quedar yo, hasta que vuelvas a mi Carolina- le dije, yo estaba seguro que íbamos a tener otra oportunidad de volver a intentarlo, capaz cuando las aguas se calmaran. Caro respiraba de forma irregular y le dije que entrará que le iba a dar un vaso de agua, en realidad si ese era el final de nuestra relación o como ella la llamo "nuestra pequeña historia" quería hacerle saber que nadie... Nadie la iba a amar como yo.
Caro entro y miró cada rincón aunque ya conocía mi casa la miraba como si fuese la primera vez, y yo la observaba como si estuviera viviendo de nuevo la mejor noche en mucho tiempo, pero había algo distinto en esta vez. La veía distante y con los ojos caídos, creo que ya le había hecho mucho daño pero no tenía dudas...
