Roma ❥ HyunIn

Diez/ segunda parte

—No se que más poner, esta todo tan vacío— exclamó Jeongin, tirándose rendido al sillón, luego de haber estado ordenando sus cosas en su nuevo departamento durante horas.

—No te preocupes—Lo consolo Hwang— ya buscaremos que poner. Podemos ir a comprar algunas cosas el mes que viene.

Ahora ambos estaban sentados, mirando unos videos en el celular de Hyunjin mientras comían unas galletitas que el menor había querido comprar de regreso del trabajo la semana anterior. Todavía les quedaban algunas cosas por organizar,como los libros que le llegaron desde Busán a Jeongin. No estaban ansiosos por acomodar todo, porque estando desordenada, la casa parecia más pequeña. Si ponían todo en su respectivo lugar, al final, les quedaría una habitación enorme y vacía, que almacenaba algunas cajas vacías.

Jeongin se estresaba mucho viendo el vacío que quedaba cuando iban sacando cajas. Pensaba en su antigua casa en Corea, y en lo distinto que era todotodo hasta que las cosas se arruinaron un día para el otro.

—¿Qué te gustaría poner en nuestra habitación?—Preguntó Hyunjin, sacándolo de sus pensamientos.

—No se, tal vez, un escritorio para cuando volvamos a estudiar, lo hagamos ahí—sonrió levemente— Un armario espacioso para cuando tengamos más ropa y una alfombra para no enfriarnos los pies en las mañanas de invierno.

—Esta bien, podenos averiguar cuanto nos costaría eso— Jeongin lo miro serio— Al menos la alfombra para que tus piecitos de bebés no se enfríen—Hwang rió y dejó muchos besos en las mejillas de Yang, provocando así, que el otro también riá, acompañado de un leve sonrojo.

—¡Ah! Hyung.

—¿Que?No puedo creer que todavía te sonrojes cuando te doy besos en la mejillas, Jeong. ¡las mejillas, Innie!

— Shu, shu— Jeongin le dió pequelos golpecitos en las manos que sostenian su cara— Debería ir a hacer la cama.

Yang se levantó y dejo solo a Hwang, aún mirando aquél vídeo que el menor pidió poner. Quiso ir detrás de él, pero no sabía si eso era lo correcto. Lo notó un tanto enojado, pero desconocía la razón.

Dejó que pasarán algunos minutos para ir a buscarlo.
Se paro en la puerta de su nueva habitación, contemplando como Jeongin miraba el techo acostado en la cama.

—¿Por qué lloras, bebé?— preguntó Hwang dirigiendo su vista, nuevamente al techo.

—No estoy llorando.

—Han una lágrima en tu mejillita. Dejame limpiarla—Quiso acercar su mano a la cara de Jeogin, pero el menor lo detuvo a mitad del camino—¿Qué....?

—No toques mis mejillas Hyunjin Hyung, no me gusta.

—¿Por qué no te gusta?—preguntó apenado— Lo siento, no lo sabía.

—No me gustan y ya.

—Si son muy lindas.

—No, no lo son.

La mirada de Yang nunca se movió del techo. Le dolía tanto a Hwang verlo así, tan brillante y sonriente que solía ser; ahora estaba ahí tirado sin hacer nada, dejando que la angustia lo comiese.

—Son feas—Siguió explicando a medida que un puchero aparecía en su cara— Flaquitas, feas ¿Debería hacer algo? ¿No creé, Hyung?

—Están perfectas así, no digas....

—No son Idioteces, es la pura verdad. No me gustan mis mejillas, y a usted tampoco debería gustarles.

—Pero me gustan, me gustan mucho.

Hyunjin se acomodo boca abajo para poder ver mejor a Jeongin.

—Pero no deberian gustarte, Hyunjin.

—Primero, a mí me gusta lo que yo quiero que me guste— exclamó casí en una queja— Segundo, que tus mejillas sean flaquitas, no significa que son feas— en ese momento, Yang tenía los ojos clavados en los de Hwang— Tercero, si te digo que son hermosas, ¿por qué lo negás? No voy a decirte cosas que no son.

—Todos decían que mis mejillas eran feas.

—Eran unos tontos por no saber apreciarlas— Jeongin rió.

—Decís eso porqué sos mi novio y querés verme bien.

—Bebé....

—Además, si estoy triste no vas a poder acostarte conmigo.

—Si....—Jeongin lo miró levantando una ceja— pero no por eso quiero que estés bien.

Hyunjin se movió a la velocidad de la luz y colocó su cuerpo arriba del de Yang, tomó las manos del menor y las sujeto sobre su cabeza mientras admiraba lo hermoso que era. Comenzó a besarlo; primero en la frente, luego en su naricita, después dejó un camino de besos tiernos y dulces en sus mejillas hasta llegar a sus labios.

Jeongin lanzo pequeños quejidos cuando sintió los labios de su novio en sus mejillas. No quería que los admirara como lo hacía, no tenían nada de especial.

—Hyunjin Hyung, déjalo ya...

—No, Jeonginnie—Dejó de darles besos para mimarlo como debía—Tus mejillas son hermosas—Beso en una— Son tan tiernas y bonitas— beso en otra— Te hacen ser la persona que sos ahora—beso, beso, beso— y me encanta.

—Hyunjin...

—Todo en vos es arte, sos precioso.

—Hyung...—sollozo Yang, las palabras del mayor estaban clavándose como pequeños alfileres en él. Le gustaba todo el cariño y atención que le daba.

—Esta bien, bebé. Todo esta bien— acarició las mejillas de Yang por última vez y se acostó a su lado—Son hermosas, tan hermosas como vos.

El menor sonrió débilmente y abrazó a Hwang, buscando su calor y consuelo, como un pequeño y tierno bebé.

historia de:3fachas.

publicado:7/7/19
editado:30/6/21