Hyunjin, a pesar de no sentirse del todo bien y tener un poco de fiebre, esa tarde se la pasó cocinando por una simple razón: era el cumpleaños de su novio y quería sorprenderlo con algo de comer que no sea ramen instantáneo. Así que buscó todo lo que había de comida en su casa y lo dejó todo sobre la mesada, pensando que hacer con varios tipos de verduras, salsas, y un poco de pollo.
Con mucho ingenio, Hwang comenzó a cortar todas las verduras en cubitos o trocitos pequeños y las puso a freír junto con algunas salsas. Cuando un poquito de aceite saltó sobre su mano, lanzó un pequeño ¡Auch! y siguió cocinando luego de enjuagarse con agua. Aunque las cebollas se cocinaron antes que las zanahorias, no llegaron a quemarse, cosa que lo animó a seguir. Cortó un cuadrados casi perfectos, como si los hubiera medido con regla, el pollo, el cual cocinó en la sartén para luego juntarlo con las verduras y la salsa que las cubría.
Como resultado, obtuvo un platillo que parecía haber salido de uno de esos programas de cocina que su mamá miraba, y suponía, seguía mirando; pero hacía mucho tiempo no hablaban sobre aquello como para saberlo.
No mucho más tarde de haber preparado la mesa, el sonido de la cerradura de la puerta avisó que Jeongin había llegado. Hyunjin logró escuchar como se sacaba sus zapatos delicadamente y apoyaba despacio sus llaves sobre la mesita. Todo lo que el menor hacía era sumamente delicado y hacía que a Hwang le agarrase un ataque de amor.
— ¡Wow! ¿Qué es lo que huele tan bien? —preguntó aún desde la sala de estar — ¿Fuiste vos, jinnie?
El más bajito apareció en la cocina y miró a Hyunjin con una sonrisa enorme. Corrió a abrazarlo, y entrelazando sus brazos en su cuello y sus piernas en la cintura del mayor, llenó a Hwang de besos en toda su cara. Primero en sus mejillas, luego en su frente, en sus párpados, siguió por su nariz y terminó en sus dulces labios.
—Feliz cumpleaños, bebé. Cociné para vos— explicó el pelinegro escondiéndose en el cuello de Yang, aspirando su arima como si de una droga se tratase.
—No debías preocuparte, Hyung, estás enfermito como para trabajar así por mí.
—Estoy bien, Nini. Solo quería sorprenderte y agradecer todo lo que haces por mí —bajó a Yang despacio y con mucho amor lo dejó sobre el suelo—. ¿Comemos, amor? Ya quiero saber si te gusta.
Hyunjin rió suavemente y se ganó una dulce risa de su pequeño y tierno Jeonginie
Una vez se sentaron y comenzaron a comer, Yang devoró su plato en menos de diez minutos.
—Andá más despacio —lo retó Hwang—. Vas a ahogarte.
—¡Está muy bueno!—grutó con sus mejillas infladas por la comida —de verdad que cocinar es lo tuyo, Jinnie.
┌✿-✿-✿-✿-✿-✿┐
—Esta es la pastilla que tenés que tomar, compré una cajita más hoy porque la de la semana pasada ya se había acabado— explicó el castaño, mirando fijamente al mayor.
—Gracias, bebé; pero no te preocupes tanto por mí Estoy bien, de verdad.
—No, no. No debiste haber cocinado con fiebre hoy, Jinnie, no te hace bien—Yang se acostó a su lado y apoyó su cabeza en el pecho de Hyunjin—. Quiero que dejes de estar enfermo y te sientas mejor y muy feliz, me entristece verte así.
—Vení acá — Hwang abrazó a Jeongin y lo subió más sobre su cuerpo, terminando con la mitad del menor sobre él.
Sus narices estaban tan cerca que se hacían cosquillas; y sus respiraciones se chocaban, mezclando el aliento mentado de Yang y el de hierbas de Hyunjin. Y lo besó, porque quería, porque necesitaba sentir todo el amor que Jeongin tenía para darle, quería sentirse bien siendo cuidado y protegido por él, porque sabía que sus brazos eran el lugar en el que siempre querría estar sin importar qué. Los pequeños labios del menor parecían haber sido hechos especialmente para los suyos; encajaban tan bien que se asimilaban a piezas de un bonito y tierno rompecabezas.
Sus manos bajaron por la espalda del menor, recorriéndola muy lentamente sin segundas intenciones, solo sentir la tibia piel de su novio. Pequeñas lagrimitas comenzaron a humedecer las mejillas de Hyunjin, pero no eran suyas.
—¿Por qué lloras, bebé? —preguntó Hwang rompiendo el beso— ¿Te lastimé? ¿Hay algo que te incomodó?
—No... Es que... No sé como decirlo, Jinnie— a pesar de las pequeñas lágrimas, Yang sonrió—. Me sorprendió mucho lo que hiciste por mi incluso teniendo fiebre, de verdad. Estoy muy agradecido y no tengo idea de que palabras usar para decírtelo.
—No es necesario que uses palabras, bebé—susurró en su oreja despacio—. ¿Puedes cuidarme esta noche.... y todas las noches?— indagó sonriendole frente a las hermosas palabras de su hermoso novio, quizás con él a su lado, le sería más fácil salie de su triste y oscuro pozo.
—Voy a cuidarte hasta el final de mis días y más— rió y limpió los restos de lágrimas—. Hasta cuando muera; mi fantasma va a cuidarte, hyung.
—¡Ey! No digas eso, es triste—rió y Jeongin bajó la vista sonrojado—. Ahora.... ¿Podemos seguir en lo que estábamos, bebé?
Yang lo miró risueño y dejó un corto beso en sus labios.
—¿Se refiere a eso, hyung?
Hyunjin ladeó la cabeza y volvió a besar a Jeongin como lo hacía antes de que a este le agarrase una descarga de amoritis. Amaba sus labios, amaba acariciar sus mejillas, amaba chocar sus narices; amaba a Yang Jeongin.
Historia de: 3fachas
Perdón por no actualizar :(
La escuela me tenia MUY estresada y cansada peero ya entre en vacaciones asique voy a tratar de actualizar más.
¡Gracias por esperar mis actualizaciones!
Por otro lado:
¿Por qué no me dicen cuando hay faltas de ortografía? >:c
Estaba viendo (para corregir y hacer un par de cambios), y había muchas faltas de ortografía.
Well, ya las voy a corregir.
Creo que las voy a empezar a corregir hoy y mañana, o más tarde, tienen el próximo capítulo.Perdón por hacerles esperar tanto por cada actualización :(
publicado:7/7/19
editado:16/8/22
ESTÁS LEYENDO
Roma ❥ HyunIn
Romance✦ 𖤐 ✧ Quizas es verdad que todos los caminos te conducen a Roma. En donde Hwang Hyunjin huye de su ex novio yendo a Roma.Y allí lo esperaba, sin saberlo, Yang Jeongin. ✿Esta Historia es una adaptación, no es mia, todo derecho a su autora original...