Capítulo 9

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Entramos en silencio al pasillo, su maldita entrada no estaba con seguro, que suerte la mía. Los dormitorios de las chicas y el de los chicos no eran tan diferentes, mismo pasillo con el mismo tono de la pared, nada de que sorprenderse.

–Hemos llegado –anuncio Nicholas sacando su llave de su bolsillo, abrió la puerta–. Primero las damas.

–Eres todo un caballero ahora que entrare a tu dormitorio –dije con tono sarcástica entrando a su dormitorio–.

–Excepto en la cama, por supuesto.

–Y ahí está el Nicholas que conozco.

Encendió la luz del dormitorio, lo observé detenidamente, mismas camas individuales, escritorio, armarios, mesas de noche, tenían unos cuadros como los del granero, estos eran de películas viejas, E.T, regreso al futuro y pulp fiction. En su escritorio había unos libros, no de ciencias, ni de historia, sino de los mismos que yo leía. Mientras el cerraba la puerta, me acerqué al escritorio y tome el de encima El Resplandor.

– ¿Conoces a Jack Torrance? –Su pregunta hizo que volviera a la realidad–"Aquí esta Johnny." –lo dijo con una voz grave como imitando a un personaje, no conteste a aquella referencia– ¿No has leído el libro? –Negué con la cabeza– ¿Ni siquiera la película?

– ¿Tiene película?

– ¿Has escuchado hablar sobre Stephen King, no?

–Por supuesto, tampoco soy una idiota, Nicholas. –Mire la portada del libro, mostraba el rostro de un niño– Sé que es escritor de Eso, Cementerios de animales, Carrie y otras novelas de terror.

– ¿Cuándo no has escuchado del Resplandor?

–No soy fanática de las novelas de terror.

–Ya veo, eres amante de los finales felices, déjame pensar ¿La Cenicienta? ¿La Bella durmiente?

–Primero, esos son cuentos de niños y segundo, no leo esa clase de libros.

–Menciona uno.

Orgullo y Prejuicio.

Jane Austen. –se sentó en la cama que estaba cerca de la ventana, debí suponer que era la suya– "Tú pusiste mi mundo patas arriba. Mi mundo era ordenado, calmado y controlado, y de repente tú llegaste a mi vida con tus comentarios inteligente, tu inocencia, tu belleza y tu tranquila temeridad y todo lo había antes de ti empezó a parecer aburrido, vacío, mediocre. . . Ya no era nada".

–"Y me enamoré" –relatamos una parte del libro, me sorprendió que lo dijera tal cual– Lo has leído.

–Es un clásico –junto los hombros como si no fuera de gran importancia–, apuesto que en esa si has visto la película.

–Unas cuantas veces –coloque el libro en su lugar y me acerqué a Nicholas–. Todas esperan un Darcy, pero al final terminamos con un George Wickman.

–Así que no crees en los finales felices.

–Es solo ficción, es todo.

– ¿Por qué?

Estuve apuntó de sincerarme con él, siempre que estaba junto a él me sentía capaz de confiar, contarle todo, pero esta noche no pasaría eso.

–Creo que es hora que duerma –respondí cambiando el tema, el no insistió–. Dijiste que dormiría en tu cama.

–Y es cierto –le dio unos ligeros golpes a la cama invitándome a sentarme junto a él, cruce los brazos como respuesta–. Prometo no hacer nada.

Perfecto Desastre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora