Capítulo 12

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–No puedo creer que nos hayamos comido la pizza entera –exclamó Aimee riendo.

Cuando llegue al dormitorio de Aimee pensé en que sería una pijamada normal, es claro que a ella las pijamadas o las fiestas se le van bien. Había pizza, galletas, helado, dos copas y vino (que había sacado del granero). Después de unas copas de vino, nos sentíamos un poco relajadas.

Era la primera vez que hacía una noche de chicas en el internado, o bueno, desde hace meses, y no puedo ocultar que extrañaba tener una noche con una amiga, escucharnos toda la noche la una a la otra, comer como si no existiera los kilos de más y divertirnos toda la noche.

–Aimee, tu fuiste la que comiste más –me levante del suelo y me dirigí a la ventana– ¿No crees que alguien sospeche del escondite?

–Lo he pensado algunas veces pero no –respondió mientras colocaba la caja de pizza vacía en el su bote de basura–, ese lugar será una reliquia para el internado.

–¿Se lo pasaran a alguien más cuando no estén?

–Esa es la idea de Jace –se acostó en su cama y me senté junto a ella–, cuando termine este año Jace, el me la pasara a mí y después de eso, yo se la pasaré a alguien más de un año inferior.

Jace era de último año, lo que para mi es una ventaja ya que solo voy aguantarlo un año, pero también lo era Nicholas.

–¿Puedo preguntarte algo? –pregunto Aimee, asentí con la cabeza mientras bebía de mi copa de vino– Escuche un rumor. . .

–¡Oh, no! –la interrumpo antes que siga– No paso nada, créeme.

–Te creo, solo quiero escuchar lo que paso, ¿Por qué estabas en el dormitorio de Nick?

Y le conté desde el inicio, la maldita entrada que tenía seguro, su invitación a su dormitorio, cuando entro Jace y que al final de la noche, si dormimos juntos pero no le conté que el motivo fue mis pesadillas, omití la parte que estuve apunto de besarlo y el secreto que me había confesado.

–¿Eso fue todo? –dijo Aimee sorprendida– ¡Por Dios!

–¿Qué?

–Había escuchado que habían tenido sexo. Espera, ¿Nick se durmió contigo?

–Solo al final, ¿Por qué?

–No, nada especial. . . solo que a Nick no le gusta dormir con nadie –fruncí el ceño confundida–, siempre que termina con alguna chica la hecha de su dormitorio, eso me ha contado Jace.

–¿Eso que significa?

–Tal vez has sido la primera vez en algo de Nick –bebió de su copa de vino para hacer una pausa dramática–, fuiste la primera chica que durmió en la misma cama con el.

–¡Gran título! –respondí con sarcasmo– Lo tomare en cuenta para mi solicitud para la universidad.

–Estoy hablando en serio, nunca había visto a Nick de esta forma.

–¿Insoportable? ¿Insensible?

–Puedes decir miles de cosas de Nick, pero se que tu también lo ves.

–¿Ver que?

–Ahora mismo tienen vendas en los ojos, pronto se las quitaran.

Me quede confundida por aquello último. Agarre la botella de vino y me serví más en mi copa, necesitaba relajarme más.

Una hora después, nos encontrábamos acostadas en el suelo mirando hacía el techo. Aimee me platicó unos secretos del grupo, Steve, el chico que siempre nos abría la puerta, si se había acostado con una profesora, nunca había confesado el nombre pero lo admitió. Después estaban Nath y Sophia, las sospechas de Aimee sobre que eran lesbianas cada vez más se hacían ciertas, anoche en el granero pude confirmar algo.

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