Un día en la playa

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*narra Nicaragua*

-¡Qué olas mas grandes, Cuba! Creo que hoy es el día en el que por fin me enseñarás a surfear.

Cuba rió.

-estas realmente emocionada por ello, ¿verdad?- dejó nuestras cosas en la arena de la playa.

-¡SI!- la abracé y acabe tirándonos a ambas a la arena.

Nos reímos por un rato.

-Bueno, si insistes tanto... ¿que te parece si vamos a alquilar unas tablas y empezamos a surfear?- Cuba empezó a quitarse la ropa hasta quedarse en su bikini.

Me ruborice un poco al notar que no podía parar de mirar su figura... tenia un cuerpo definido con un gran... carácter.

-S-si... un momentito- aparte mi vista y empecé a quitarme mi ropa también hasta quedar en bañador.

-¡vámonos!- Cuba se río y empezó a arrastrarme hacia la tienda de surf. Mi brazo estaba demasiado cerca de sus pechos.

Pero claro, no me quejé.

¡Conseguimos unas tablas de surf super chulas! La mía era blanca con un patrón de triángulos dorados, la de Cuba estaba toda cubierta de estrellitas de colores.

-Bueno, ¿Qué te parece si empezamos la clase?- Cuba empezó a correr hacia el agua.

-¡Si! El clima de tus playas a estado muy extraño últimamente... me alegro de que por fin se haya calmado la cosa- Sonreí cuando conseguí alcanzar a Cuba.

-Si... no se por qué será... espero que no pasé nada serio.- Cuba posó su tabla de surf en el agua.- ¿Qué te parece si empezamos por las bases?

Asentí.


Estuvimos unas dos horas practicando mi equilibrio y manejo de la tabla, había aprendido lo mas básico anteriormente y Cuba era muy buena profesora así que casi no me costó nada poder empezar a surfear pequeñas olas cerca de la orilla.

-¡Lo estas haciendo sorprendentemente bien, Nica!- Sonrió- Yo voy a irme a pillar las olas que estan mas lejos, son más grandes y peligrosas- los ojos de Cuba se iluminaron por un momento- así que tu quedate aquí y practica un poco más, ¿De acuerdo?

-¿Me vas a dejar sola?- Dije algo preocupada, no por mi, sino por esas enormes olas que quería surfear Cuba...

-Lo siento, pequeña, no tardaré mucho. Te lo prometo.

Después de eso, Cuba se fue rápidamente de allí. Creo que intuyó que si se quedaba la acabaría convenciendo de que no fuera...

Suspiré, con lo que había pasado para poder pasar mas tiempo con ella... y esta acaba largándose...

Me quedé mirando como Cuba cabalgaba una enorme ola a la distancia. Sus... atributos... no paraban de botar y botar... tendría que ponerse un bikini mas grande...

Un trueno sonó a la distancia...

De la nada apareció en el cielo una gran tormenta...

Oh no... Cuba seguía surfeando la ola cuando esta empezó a ir más rápido por culpa del viento...

De repente vi a Cuba resbalar de su tabla y caer al agua...

Cogí mi tabla y empecé a nadar desesperada en dirección a donde ella tendría que estar... no la veía en ningún lado.

Una ola enorme vino hacía mi, por buena suerte pude surfearla fácilmente.

 Estaba muy nerviosa, no veia a la cubana en ninguna parte.

Ships countryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora