Ships countryhumans

Quédate

*narra un Rusia de 16 añitos UwU*

-Hey, hijo.- Me llamó mi padre desde atrás.- Necesito que vayas a recoger algo de China.

-¿El qué?- Pregunté algo irritado, estaba a punto de ganarle un pulso a Ucrania y esto me había distraído, dándole la victoria a él.- Блять, победил педарас (Mierda, ganó el capullo)

-¡Ja! Я найкращий! (Soy el mejor)- Dijo el idiota de mi hermano mientras me enseñaba ambos dedos.

-Ucrania... ¿Podrías parar?- Gruñó URSS.- Este es un tema de m-

-Máxima importancia, si, como todo lo que haces con tu hijo favorito.- Gruñó Ucrania y se fue de la sala.

-Me ocuparé de eso luego...- Suspiró URSS y volvió a mirarme.- Escúchame bien, todo lo que tienes que hacer es recoger un paquete. No hagas preguntas, no mires el contenido, simplemente tráelo. ¿Entendido?

-Eso es... bastante sospechoso... pero, lo haré. Así podré hablar un rato con China.- Me levanté de la silla y me dirigí a la salida.

-Oh no...- URSS me agarró del hombro.- NO te quedes hablando con China por nada del mundo. Él está... algo extraño... últimamente.- Por un momento... me pareció ver un ápice de preocupación en sus ojos.- Recoge el paquete y vete lo más rápido que puedas, ¿entendido?

-Si, padre.- Suspiré y me dirigí a la salida.

Llegué a la casa de China bastante rápido. Nunca dejará de sorprenderme el enorme palacio tradicional que China llama "humilde hogar".

Llamé al timbre que había al lado del enorme portón y no tardó en abrirse. Al entrar, noté la falta de personal de China... normalmente el templo estaba lleno de sirvientes pero... ahora se sentía vacío.

-Hola, niño.- Sonrió él mientras me hacía una pequeña reverencia.- Me sorprende gratamente que seas tu el que recoja la mercancía.

-Oh, si... siento mucho la ausencia de mi padre. Estaba muy ocupado con el trabajo.- Puse la excusa de siempre mientras devolvía la reverencia.

-No pasa nada, él es un hombre muy ocupado.- Dijo mientras se acercaba a mi.- Vamos, te enseñaré donde esta el paquete.

Fuimos por un largo pasillo... el silencio se me hizo insoportable así que empecé a preguntar.

-Por cierto... ¿Dónde están tus sirvientes?

-Oh... se fueron todos. Tengo un humor horrible últimamente... no sé qué es lo que me estará pasando...- Él chino me miró con intensidad.- Creo que mis defensas están bajas...

-Eso es malo... te podrías costipar fácilmente.- Dije.

China suspiró acompañado de una sutil sonrisa... ¿Había entendido mal sus palabras?

Se paró en frente de una puerta dorada y me indicó que la abriera.

Dentro había un dormitorio en la penumbra, con un olor intenso a incienso y un paquete encima de la cama.

-Allí tienes.- Dijo señalando la caja.

Fui rápidamente a por la caja de cartón, haciendo caso a lo que mi padre me dijo.

Estaba a punto de despedirme y salir de la habitación. Pero la mano de China me detuvo.

-Espera. Antes de irte... ¿No te apetecería algo de té?- Sonrió mientras señalaba el set que tenía preparado al fondo de la sala y me agarraba del brazo.

-Umm...- Sin duda me gustaba la idea de quedarme a charlar con China, me caía bien. Pero... recordé las palabras de mi padre.- No puedo, tengo bastante prisa. URSS-