**** Lee la descripción al final de capítulo
-¿Puedes con eso o necesitas ayuda?-preguntó quitándome los globos de la mano.
-Oye, Velez.-me quejé.-Puedo sola, no soy una inútil.
-Lo se, amor.-respondió y tomó mi bolso.-Pero no puedes llevar todo.
-Son unos simples globos.-bufé.- Sé que te abruma el hecho de que me los hayan regalado a mi y no a ti.-dije y reí. Negó divertidamente con la cabeza y abrió la puerta del auto.
-Entra y deja de fastidiar.
-Tú eres el fastidioso.-entré al auto y lo observé.- Dame mis globos.-ordené. Rió y me los entregó.
Un día antes de que me dieran de alta, Jenny había aparecido por el hospital con los dos pequeños y me habían llenado de cariño toda la tarde. Isabella había dibujado con pinturas, rotuladores de todo, en una hoja y me la había entregado con una barra de chocolate. Jaxon sostenía los globos y a la hora de dármelos, besó mi mejilla y enrojeció tiernamente para luego abrazarme. Y Jenny, mi suegra, me había dado mil y un consejos para recuperarme pronto. Se podía decir que la familia de Christopher, era bastante amigable y cariñosa. Christopher, se había encargado de recordarme el amor que me tenía y me dejaba sola una vez por día para ir a casa por ropa limpia y una ducha para él. Regresaba con un ramo de rosas o una revista para cuando el aburrimiento se apoderara de mí.
La estadía en el hospital se había prolongado dos días más, por el simple hecho de que me tenían que sacar sangre y a la hora de sacarme sangre, los resultados no eran lo que se esperaba y tuve que permanecer medicada por un día más y a eso se le suma un día más de reposo absoluto, con suero incluido.
-¿En que piensas?-preguntó mientras frenaba al estar el semáforo en rojo.
-Nada.-alcé los hombros y agité los globos.-¿Sabes? Espero que la próxima vez que vengamos al hospital y salgamos con globos, traigamos de vuelta a un pequeño en brazos.-sonreí ante la idea y a Christopher pareció gustarle.
-Coincido contigo.-sonrió y avanzó cuando se puso en verde.
En menos de diez minutos, las calles que recorríamos no se me hacían para nada conocidas y sentí como mi estomago se revolvía. ¿Qué se traía Christopher entre manos? No podríamos ir a comer por allí, por el simple hecho que debía comer sano y cuidarme por dos semanas.
-¿A dónde vamos?-pregunté con la intriga a flor de piel.
-Ya se me hacía extraño que no preguntaras.-rió. Volvió a extrañarme que Christopher no respondiera a mi pregunta.
De cualquier forma, estaba exagerando las cosas y Christopher no iba a hacerme nada malo. No era momento para paranoias y menos cuando sabía que el me amaba de la misma manera en que yo lo amaba a él.
-No respondiste.-insistí.
-A casa, _______.-respondió y dobló para pasar de calle.
-Que sepa yo por aquí no es.-fruncí el ceño.-Mi memoria esta intacta, ¿verdad?-pregunté desconfiada.
-Claro que si.-rió.- Solo espera a llegar y veras.
Me limité a apoyar la cabeza contra el cristal del coche y observé el lugar. Llevábamos más de veinte minutos montados en el coche y cada vez la ciudad se veía más a lo lejos, mejor dicho, nosotros nos alejábamos de la ciudad. Era de suponerse que no íbamos a nuestra casa. Pero, Christopher podría llamarle 'nuestra casa' a la casa de sus padres y como yo nunca había estado allí, podría referirse a eso.
-No te duermas, hermosa.-dijo casi en un susurro.-Estamos a punto de llegar.
Pestañeé rápidamente y me enderecé en el asiento del coche. Íbamos por un camino de tierra, el lugar era casi campo y a lo lejos se veía una enorme casa de ladrillo.
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La bella y la bestia,Christopher Vélez Y Tú. (Completa)
FanficTodo Empezó por una obligación. Tu eres la presa de su mal genio, de sus costumbres,y de sus reglas,tu le perteneces y no puedes hacer nada para cambiarlo. Podrás aguantarte a Christopher?. Sus gritos,enojos y maltratos?. Le seguirás el juego?. Chr...