Harry salvó al mundo mágico de Voldemort, y regresa al colegio Hogwarts a terminar su último año, pero no contaba con que cierto profesor de Pociones seguiría haciendo su vida de cuadritos.
....
- Debes aprender Potter, que desde ahora soy tu amo...
- Sev – el profesor acariciaba la espalda desnuda de su amante.
- ¿Mmp? – Harry se levantó un poco apoyándose sobre el pecho de Severus.
- ¿Dónde estamos? – Snape miro hacia el techo.
- En la Mansión Prince – contesto con un suspiro.
- Mansión Prince, el hogar de tu madre – Snape vio esas esmeraldas que tiene por ojos.
- La que una vez fue su casa mejor dicho – dijo con amargura.
- Lamento lo que vivió, bueno ambos – Snape apretó a Harry en un abrazo.
- No importa ya, tu también conoces lo injusta que puede ser la vida – Snape acaricio el nido de pájaros azabache.
- ¿Y ahora que pasara? – pregunto el Gryffindor.
- Creo que al fin podemos estar juntos – Snape enfoco su vista en los ojos del menor, tomo algo de valor para decir las siguientes palabras – Harry James Potter Evans – Harry alzo ambas cejas preguntándose a que venia que dijera todo su nombre, pero antes de que el preguntara Severus continuo.
- Se que no soy el hombre más atractivo del mundo, se que tengo un carácter difícil que a las personas incomoda y desagrada mucho, también estoy consciente de lo mucho que me juzga la sociedad mágica por mi pasado como mortifago, sin agregar que te torture por varios años en el colegio, y sobre todo tengo presente todo lo sucedido en este año, pero espero que me aceptes con todos esos defectos, no todo es oscuridad en mi persona, también se lo que es amar de verdad, temer perder a esa persona que quieres, hacer cualquier cosa y arriesgarme en todo con tal de tenerte – Severus beso los labios de Harry.
- Así que no puedo esperar más – El azabache parpadeaba sin entender – Harry Potter, ¿Aceptarías ser mi novio? – El Gryffindor exhalo sorprendido, sabía que el murciélago no era mucho de palabras de afecto, pero se había esmerado con lo dicho previamente, Harry rápidamente se lanzo a los labios del pocionista, atrapándolos en un candente beso que duro unos segundos, solo para separarse de él.
- Por supuesto que si Severus Snape – El pocionista le mostró una hermosa sonrisa, sus hoyuelos se dejaron ver y sus ojos parecían que sonreían, el rostro del mayor cambio en su totalidad haciéndolo ver más jovial que antes.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Con los Malfoy...
- Lucius tranquilízate – El funcionario vio como Draco trataba de controlar a su padre.
- Draco, no ves lo que pasa aquí, alguien está tratando de separarme de ti, y eso no lo voy a permitir – Draco abrazo a su padre por la espalda.
- Nada hará que me separe de ti Lucius, ahora por favor, tranquilízate – el rubio mayor dejo caer sus hombros al sentir el cuerpo de su hijo.
- Esta bien, ya me calmé – El funcionario hizo unas anotaciones.
- Señor Malfoy, será mejor que se retiren, tengo varios papeles que archivar – Lucius le lanzo una mirada asesina, pero este ni se inmuto.