𝗕𝗼𝘁𝘁𝗹𝗲𝗱 𝗨𝗽 - 𝗛𝘂𝗻𝗛𝗮𝗻

🍷 11 🍷

La puerta se cerró, Ren ya estaba en la cama y estaba profundamente dormido, lo habían comprobado al escuchar sus suaves ronquidos. Cada vez que Ren lo llamaba papá, derretía el corazón de Luhan de una manera que jamás imaginó. Y también estaba Sehun, siempre a su lado, manos tocándolo con gentileza, pero acariciándolo, dejándole saber que era deseado... que este gran y sexy policía lo deseaba. Lentamente, Luhan se dio la vuelta y miró a los ojos al hombre más atractivo y sexy que había conocido.

—No puedo creer que no tengas un millón de hombres detrás de ti.

Sehun se encogió de hombros.

—No los quiero. He estado esperando a alguien como tú. —Luhan quería creer esas palabras. Unas manos grandes tocaron sus mejillas, la piel de esas manos era algo áspera, pero se sentía bien. Movió su cabeza hacia arriba y sus labios tocaron los suyos, tomándolos gentilmente y pudo sentir como el cuerpo de Sehun reaccionaba ante esto. El beso, aunque aún tierno, comenzó a tornarse apasionado y la intensidad viajó por todo su cuerpo. Lentamente, Sehun se alejó, tomando a Luhan de la mano y guiándolo al interior del oscuro dormitorio. Sehun se acercó a la luz de la mesita de noche, pero Luhan lo detuvo—. Quiero verte. —Dijo.

Ese era uno de los mayores temores de Luhan. Sabía que Sehun tenía un maravilloso cuerpo y era hermoso, él no era nada en comparación. La última vez que Sehun había pasado la noche, se habían desvestido a oscuras y acomodado en la cama, pero ahora temía que Sehun se decepcionara.

—Yo... —No pudo ocultar el temor de su voz.

Sehun encendió la luz, su suave brillo apenas iluminaba el dormitorio.

—Quiero verte. —Repitió, sus labios acariciaron la garganta de Luhan—. Saborearte. —Una cálida lengua y unos labios tocaron la base de su cuello—. Mordisquearte mientras te estremeces. —La lengua se movió por su cuello y labios mordieron su oreja—. Y quiero tocar y ver cada centímetro de tu hermosa piel.

—Sehun, no soy hermoso, no como tú. ¿Y si no te gusta lo que ves? —El nerviosismo e inseguridad en la voz de Luhan atravesó a Sehun como un cuchillo.

—¿Quién te dijo eso? —Luhan no contestó y encogió sus hombros lentamente—. Mataré dos veces a tu ex. —Sehun tomó el rostro de Luhan entre sus enormes manos, besándolo con pasión, queriendo que esos pensamientos negativos abandonaran su cabeza—. Porque eres hermoso. —Los botones de su camisa fueron abiertos y una mano cálida se deslizó debajo de la tela, acariciando su suave piel—. Tan cálida... tan suave... eres tan hermoso.

Sehun continuó abriendo los botones de la camisa de Luhan, separando la tela y removiéndola de sus brazos. Luhan sabía que en el momento en que Sehun lo viera, su expresión cambiaría y se cubrió la muñeca izquierda con su mano.

—No la mires.

—Está bien, Luhan. —Sehun colocó su mano sobre la de Luhan, retirándola de su muñeca—. Las cicatrices son parte de ti. —Acercó el brazo a sus labios, besó el área cicatrizada sintiendo la piel abultada debajo de sus labios—. Estas son las marcas de tu valentía y coraje y definitivamente no debes sentirte avergonzado por ellas. —Esos labios pasaron sobre su muñeca nuevamente y luego por encima de su brazo, atravesando su hombro hasta llegar a su cuello y de regreso a sus labios—. ¿Por qué no te pones cómodo? —Sehun le indicó con la cabeza en dirección a la cama.

Luhan se acomodó en ella, observando cada movimiento que Sehun hacía... y hacía muchos. Sus dedos abrieron los botones de su camisa. Rica piel, definida con duros músculos se tornó visible y la boca de Luhan se llenó de agua mientras Sehun se quitaba lentamente la camisa y se abrió rápidamente los pantalones.