𝗕𝗼𝘁𝘁𝗹𝗲𝗱 𝗨𝗽 - 𝗛𝘂𝗻𝗛𝗮𝗻

🍷 12 🍷

El sábado antes del Día de San Valentín la tienda estaba a reventar, clientes comprando champaña, Prosecco, Asti y todo lo que tenía burbujas se vendía rápidamente. Luhan había comprado botellas extra y al parecer necesitaría más, lo cual era algo bueno.

—Ren, ¿podrías ayudar a esta dama a llegar a su auto? —Había nevado la noche anterior y la acera estaba algo resbaladiza a pesar de que habían esparcido sal.

—Seguro, papá. —Ren extendió su brazo agraciadamente y la mujer mayor sonrió mientras colocaba su brazo alrededor de su codo, dándole palmaditas en su muñeca lucía bastante contenta. Al regresar, Luhan vio a Ren esparcir más sal en la acera. ¿Cómo pudo alguien rechazar a un chico como Ren? Sacudiendo la cabeza, regresó a trabajar.

—¿Ya terminaste tu tarea?

—Todavía no.

Luhan dejó de acomodar el Bollinger y se puso de pie.

—Sabes nuestro trato. Necesita estar hecha y en mi escritorio antes de que te vayas al cine. —Debido a que Ren estaba más atrasado en la escuela que los otros chicos, Luhan se aseguraba de revisar su tarea. Cada noche, pasaban una hora juntos revisando los deberes y asegurándose de que el joven entendiera sus lecciones. Luhan descubrió que era bastante brillante, pero tenía problemas en matemáticas.

—Lo único que queda es el dibujo para la clase de arte y casi acabo. —Los ojos de Ren brillaron pícaramente y Luhan sabía que había algo especial con respecto a ese dibujo.

—¿Puedo verlo cuando lo acabes? —Ren tendía a ser algo posesivo con sus proyectos de arte, no permitía que nadie los viera hasta que estuvieran completos.

—Cuando lo termine.

—Entonces ve a terminar tu tarea y pídele a Seo Hyun que nos venga a ayudar aquí un rato. —Miró su reloj—. JR estará aquí como en una hora. —Ren desapareció en la parte trasera y Seo Hyun volvió unos minutos después—. ¿Podrías ayudarme a cobrar un rato? —La tienda estaba muy llena y un día soleado de febrero, sin importar cuánto frío hiciese, siempre atraía gente. El sol era demasiado tentador.

—Seguro, Hannie. Ya estaba agotada de ver tanto número. —Relevó a Ángela detrás del mostrador, librándola para ayudar a los demás clientes y gracias al cielo que había tantos hoy. Esta última semana había sido bastante lenta, así que se sentía agradecido por el negocio. Esa tarde, vendieron botellas de champaña, cabernet, shiraz, e incluso unas cervezas especiales.

—Papá ya me voy al cine. JR acaba de llamar, estará aquí pronto. —Luhan había perdido la noción del tiempo.

—¿Ya terminaste tu tarea?

Ren sonrió.

—Sí, ya está lista, pero necesito que me ayudes con matemática.

—Lo haremos esta noche. —Vio a JR entrar en la tienda y le dio a Ren algo de dinero—. Diviértete, ¡llámame si necesitas algo! —Miró cuando Ren dejó la tienda antes de prestarle atención nuevamente a los clientes.

Más tarde en la noche, la tienda aún estaba llena de clientes y el teléfono continuó timbrando con personas llamando para pedir información. Finalmente, la cantidad de clientes comenzó a disminuir y él, Ángela y Seo Hyun tuvieron por fin la oportunidad de tomar un breve descanso.

—¿Cómo han estado las cosas con Sehun? —Preguntó Ángela mientras arreglaba el mostrador.

—Bien, de hecho, han estado muy bien. —Cambiando de tema, preguntó—, ¿Qué hay de ti y Ming? —Luhan sabía que preguntarle por Ming era la forma más rápida de callarla. Habían estado saliendo con regularidad... pero Ángela se rehusaba a hablar al respecto... no quería descomponerlo. Ángela se sonrojó, dándole la respuesta a Luhan que necesitaba saber.