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—Hace diez años, estaba en la universidad y apenas empezando a salir del armario. Había ido a algunos bares, pero nunca conocí a nadie. Era demasiado tímido e inseguro, además no entendía cuando alguien trataba de coquetear conmigo. Como sea, era un sábado por la noche y había decidido intentarlo una vez más. —Las paredes de la sala de Sehun cayeron y Luhan pudo ver la apariencia del bar, lleno de humo, ruidoso y de hombres de todas las edades y tamaños—. Había bebido y estaba caminando alrededor del bar, no sabía a dónde ir o qué hacer cuando un hombre se acercó a mí. Era alto, con espalda amplia y tenía una hermosa sonrisa. Además, lo conocía... o algo por el estilo. Lo había visto en la universidad y había estado en una de mis clases un año antes.

Luhan respiró profundamente al recordar el rostro del hombre, la música y los otros hombres bailando y besándose en el fondo. Sintió la mano de Sehun en su brazo, pero las imágenes de su mente no desaparecieron.

—Comenzamos a charlar, me preguntó cosas de mí y me contó cosas suyas. Era bastante agradable. Me prestaba atención, a este delgado y torpe chico. —Luhan aún podía ver el interés en aquellos ojos—. Después de hablar durante horas, me preguntó si quería ir a casa con él, la cual estaba a tan solo unas calles de distancia. Así que siendo increíblemente ingenuo y estando extremadamente excitado, caminé con él a su apartamento.

De repente las imágenes desaparecieron de su memoria y estaba de regreso en el apartamento de Sehun donde un par de brazos fuertes lo rodearon y abrazaron.

—Está bien... estás bien.

Luhan se alejó, sabiendo que no quería asociar los brazos de Sehun con esos recuerdos.

—Al principio, fue bastante agradable, me ofreció algo de beber y todo. Comenzamos a besarnos, dejando que nuestras manos exploraran y luego comenzó a desvestirme. —Luhan tembló y decidió no entrar en detalles. Podía ver la mirada fría en el rostro de Sehun y realmente no quería prolongar la historia más de lo necesario—. Poco a poco, me desnudó y me puso boca abajo y se echó sobre mí. Todo comenzó muy agradable, aunque colocó mis brazos sobre mi cabeza y no me dejó moverlos. Lo que hacía se sentía tan bien que no me resistí. Sé que debí hacerlo, pero no fue así. Lo próximo que recuerdo es que colocó unas esposas de metal en mis muñecas.

—¿De dónde salieron? —La voz de Sehun era suave y reconfortante, como si supiera que Luhan necesitaba contar su historia.

—Estaban adjuntas al sillón. —Respiró profundamente, tratando de contener las lágrimas—. Comencé a luchar, pero sólo rió y comenzó a embestirme con fuerza, dolía demasiado. Comencé a gritar, pero introdujo algo en mi boca. Después descubrí que era su ropa interior. —Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas—. Cuando por fin tuvo suficiente se salió de mi cuerpo. Pensé que me dejaría ir, pero se quedó sobre mí y luego susurró en mi oído que lo volvería hacer una y otra vez hasta que estuviera satisfecho conmigo y que después me mataría.

Sehun palideció y tomó a Luhan entre sus brazos, diciéndole palabras dulces al oído. Finalmente, Luhan se relajó y continuó.

—Comencé a llorar contra el cojín, pero sólo me dio palmadas fuertes hasta dejarme adolorido y herido. Luego se levantó del sofá y dejó la habitación. Unos minutos más tarde escuché el ruido de la ducha y comencé a luchar contra las esposas. Sentí como una comenzó a ceder y tiré una y otra vez hasta que me liberé. Luego luché con la otra. Escuché que terminó de ducharse y comencé a tirar con desesperación. El sofá crujió y la otra esposa cedió. Me saqué la mordaza de la boca y corrí a la puerta. —Luhan podía sentir como su corazón latía con fuerza como lo había hecho aquella noche, pero esta vez sintió las manos de Sehun acariciar su brazo con gentileza y le llevó unos cuantos segundos calmarse y regresar al presente—. Lo escuché salir del baño cuando abrí la puerta y corrí por el corredor, desnudo y gritando a todo pulmón por ayuda. Nadie abrió la puerta así que corrí gritando ¡Ayuda! ¡Por Dios Santo, ayúdenme! —Volvió a respirar profundamente y se calmó lo suficiente para continuar—. Podía escuchar cómo me perseguía, corría detrás de mí y yo continué corriendo por la calle, gritando con todo lo que tenía hasta que por fin vi las luces de una patrulla acercándose. Corrí hacia ellos hasta que me vieron. Un policía salió del auto y corrí en su dirección abrazándole la cintura, gritando que había tratado de matarme. —Luhan volvió a respirar profundamente para calmarse nuevamente—. El policía sacó una manta de la patrulla y me envolvieron con ella, me subieron al asiento trasero del auto. Sé que al principio creyeron que estaba loco, pero me dieron un poco de agua y uno de ellos se sentó a mi lado y le dije todo lo que había ocurrido. Recordaré por el resto de mi vida su gentileza y amabilidad. El oficial Kang era el hombre más grande que había visto en mi vida y me trató con tanto cuidado y compasión. —Sehun le entregó un pañuelo y Luhan limpió sus lágrimas y nariz con él—. Antes de terminar de comprender lo que había ocurrido aparecieron más patrullas y comenzaron a buscar al hombre que yo conocía como Sung, me llevaron a la estación. Después me entregaron algo de ropa, cortaron las esposas y llamaron a mis padres. Luego les conté a más personas lo que había ocurrido.

𝗕𝗼𝘁𝘁𝗹𝗲𝗱 𝗨𝗽 - 𝗛𝘂𝗻𝗛𝗮𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora