Cortesana

Capítulo final

La mañana era gris. Tan gris como el ambiente que rodeaba a toda la plaza. Gente rica con pomposos vestidos y trajes que relucían su poder y estatus social, estaba reunida para ver lo que se resumiría al juicio por la trata de jóvenes. El juicio por las cortesanas, como había sido llamado por el oidor de la ciudad. Sakura y Sasuke estaban en primera fila viendo detenidamente los movimientos de los guardias reales que iban de un lado a otro trayendo y acomodando en su lugar a los acusados. Tsunade tenía las manos atadas hacia adelante, mientras Orochimaru, las traía atadas por atrás con cadenas que le rasgaban la piel. Tanto ella como el médico lucían el rastro de torturas a los que de seguro habían sido sometidos.

Una lágrima descendió por la mejilla de Sakura. Tsunade le había confesado la verdad hacía solo un día antes. Mientras el guardia la llevaba frente a la tribuna los flashback invadieron su mente.

El guardia la guiaba por las celdas de aquella prisión. La luz tenue de las velas daba un aire melancólico al ambiente. No sabía por qué quería verla, pero algo en su interior le había dicho que vaya, pese a que eso no le cayó en gracia a Sasuke.

El guardia la dejó frente a la celda, donde, en una esquina, con la ropa rasgada y el cabello hecho un asco, se encontraba Tsunade. Su mirada despectiva que solía dirigirle ahora estaba adornada con unas ojeras enormes y el rostro demacrado. Su aura de prepotencia ya no existía a su alrededor.

─ Viniste ─ murmuró con voz débil y rasposa. Sakura la miró con lástima, pese a que Tsunade nunca le había demostrado sentimiento alguno a ella.

─ ¿Para qué me llamaste? ─ preguntó. Iría al grano. Sasuke la esperaba impaciente fuera de la prisión.

La rubia se acercó a los barrotes, poniendo ambas manos en una reja.

─ Creo que debes saber mis motivos de odio antes de que ellos me maten por mis delitos ─ expuso con aire melancólico.

Ella nunca le había hecho nada – pensó, Sakura.

─ ¿Tuviste motivos? ─ preguntó y tras un profundo suspiro apuntó ─ ¡Yo nunca te hice nada!

La rubia expuso una sonrisa cansada y lastimera.

─ No sabes muchas cosas, Sakura. ─ aclaró.

¿De qué hablaba la rubia?

Sakura emitió un suspiro.

─ Si no sé. Soy toda oídos.

Entonces, Tsunade empezó a contarle, no guardándose nada. Por su boca se enteró de que sus padres estaban muertos por su mano y también esa historia que dio pie al monstro en que la rubia se había convertido. Luego de salir de la celda, Sakura lloró por muchas horas. Sentía rabia e impotencia por lo injusta que había sido la vida. Ella había pagado, por pecados ajenos.

Miró a su tía una última vez antes de que Kakashi empezara a leer el pergamino. Había una guillotina al frente de los acusados. La pena capital sería ejecutada, al parecer. Los principales culpables eran ellos, pero detrás había más personas acusadas las cuales se estimaban como sirvientes encargados del lugar. Kabuto, la mano derecha de Orochimaru y quien le debía la vida de Sasuke, no dejaba de mirarla a cada segundo. Habían hablado días antes y le había pedido algo de ayuda, pero aparte de adjuntar que él nunca se había portado mal con ella, nada más podía hacer.

Dejó de prestarle atención a los culpables cuando el peliplateado empezó a leer el veredicto final dado por el juez real.

Con un traje totalmente elaborado Kakashi se paró en frente de los acusados. Se aclaró la garganta y empezó a leer fuertemente los cargos inculpados a los arrestados. La pena capital era una de las expectativas de los reunidos en el lugar.