El contraste del sol partiendo al atardecer, era deprimente. Una atmosfera tan rojiza como la sangre manchada en las guerras de aquella época. Sakura solo podía mirar el largo camino que ahora conectaba su futura realidad. El horizonte que había sido marcado en su vida, el autoimpuesto destino que se cernía encima de ella. La vida que no quería vivir. En un carruaje se encontraba ella con su pequeña en brazos. Rememorando los acontecimientos recientes. Él no llegó por ella. No había ido y si lo hizo no fue a tiempo. Las lágrimas no paraban de resbalar por sus mejillas humedeciendo la tela del yukata de Sarada que en ese momento estaba dormida en su regazo, ajena a todo lo que sucedía a su alrededor. La observó indefensa como quizá lo fue ella el día en que fue raptada, lo poco que recordaba era confuso. Tenía la misma edad cuando la apartaron de sus padres. Su pequeña niña sufriría el mismo destino. Pasó la mano por sus cabellos azabaches despejando su blanca frente para luego depositar un suave beso en ella.
El hombre al lado suyo observaba cada uno de sus movimientos, quizá sentía algo de lastima o quizá no, pero a ella poco le importaba lo que el resto del mundo pensara. Llorar frente a un desconocido no era algo de su agrado, mas no podía evitarlo. Su futuro feliz se había ido para siempre.
─ Cúbrete─ Dijo el peliplateado mientras le tiraba una colcha.
Sakura ejecutó aquello y se cubrió a si misma del frio de la noche que se avecinaba como una noche turbia, el atardecer se había ido y las nubes cubrían totalmente las estrellas, había un aire gélido en el ambiente y era más que obvio que llovería. Era un irónico paisaje para los acontecimientos en su vida.
Sarada a su lado se removió por la incomodidad de aquel espacio. Sakura la envolvió un poco más en la manta y la abrazó contra sí misma para darle más calor.
─ ¿Cuándo llegaremos? ─ preguntó. El hombre que conducía el carruaje respondió.
─ Estaremos en la Metrópolis antes de las 9 de la mañana. ─ dijo con voz cansada mientras le lanzaba una mirada de lastima.
Kabuto a su lado la seguía mirando, escalando miradas entre ella y su pequeña. Sakura aún no podía creer que aquel genio en medicina estaba involucrado en actos tan repulsivos como el robo de niñas para adiestrarlas como cortesanas. Era algo inconcebible para ella, pero ahí lo tenía. Sarada misma le había dicho que aquel hombre había sido quien la secuestró. La gran admiración por aquel médico de currículum impecable se iba por el tacho de basura. Ni si quiera el detalle de ser uno de los médicos que atendían al rey lo salvaba de ser alguien tan miserable.
Abrazó a su pequeña con todo el amor de madre que sentía y la nostalgia de transmitirle el calor de un padre. Hasta que el suave sonido de la lluvia al caer la hizo quedarse dormida también.
...
─ Llegamos tarde─ dijo el pelinegro mientras salía de la última habitación de aquella casa. No había nadie a excepción de un muchacho de su edad tez pálida que los miraba como si observara la nada. Su rostro estaba lleno de magulladuras y por la hinchazón de sus vistas se le notaba que había llorado demasiado. Parecía haber sido golpeado con demencia por alguien.
─ ¿A dónde se las llevarían? ─ preguntó Naruto a su lado. El rubio observo en la mirada de Sasuke la impotencia, el dolor y la furia que tenía implícitos. Parecía ido y como ignorando aquello no le respondió.
Kakashi los observa en una esquina de la propiedad y ponía bajo custodia al piel pálida, mientras maquinaba el siguiente movimiento. Los guardias bajando de las habitaciones solo tenían respuestas negativas del paradero de las cortesanas. Ellas ya no estaban ahí.
Miro a aquel muchacho encontrado para luego dar la siguiente orden.
─ Lo interrogaremos─ señaló al pelinegro; mientras uno de los oficiales a su cargo se lo llevaba. El no opuso resistencia en ningún momento.
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Cortesana
FanficDesde muy pequeña, Sakura, sabe cual es el destino de las cortesanas y aunque la aterra, es algo de lo que no puede escapar. Aquella noche, sería la primera vez que entraría en ese submundo. Lo que no esperó, es que aquel pelinegro de aires misterio...