Camila llegó primero a casa, antes que yo. Habíamos pasado el día en la playa, jugando a voleibol con las chicas.
-¡Buenas noches! -dije entrando a casa saludando a Sinu.-
-¡Hola, mi niña! Camila me ha dicho, que han estado en la playa jugando. ¿Cómo te lo has pasado? -dijo sonriendo.-
-Me lo he pasado, bien. Ha estado genial. ¿Quieres qué te ayude? -vi como estaba preparando la cena.-
-¡No hace falta, cariño! Ya lo tengo casi listo. -asentí.-
-Voy a ducharme, entonces. -salí de la cocina, dirigiéndome al baño.
De pronto, Camila abrió la puerta del baño saliendo de ella, con una toalla alrededor de su cuerpo. Tragué saliva.
-No andes así, frente de mí. -mi voz salió más ronca de lo normal. -Es mucha tentación para una loba. La carne fresca es peligrosa para una fiera. No tientes a la loba, Camila.
-No es mi intención provocar nada. -me acerqué a ella.-
-Aunque no lo quieras, eres una gran tentación Camila. -rápidamente, se dio la vuelta, yéndose a su cuarto.-
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A la mañana siguiente, Sinu, Mercedes y Camila, se encontraban desayunando.
-¡Buenos días, cariño! -dijo Sinu besando mi mejilla, al igual que Mercedes. -¿Te apetece un jugo de naranja? -asentí mientras me sentaba al lado de Camila.-
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-Mi niña, Alejandro y yo, estuvimos hablando a noche. Te queríamos preguntar que, ¿qué te gustaría estudiar para el próximo año? -fruncí el ceño.-
-Sinu, te agradezco ese interés. Pero yo no voy a estudiar. Tengo diecisiete años, y quiero trabajar.
-Cariño, Camila también tiene tu edad, y está estudiando. Estudiando lo que le gusta.
-Alejandro, necesita a alguien con el en el barco. Lo escuché hablando con el padre de Dinah sobre eso. Quiero que me de la oportunidad.
-Hablaré con el, más tarde entonces.
-Prefiero hacerlo yo. -Sinu asintió sonriéndome.-
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Estaba echándole un vistazo al periódico, en la terraza.
-¡Buenas tardes! -levanté la vista, encontrándome con un chico. -¡Me llamo Shawn! ¿Tú debes de ser la hermana de Mila, verdad? -sonrió viéndome.-
-Si, soy su hermana Lauren. -dije levantándome. -¿Se te ofrece algo?-
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De esta conversación, había pasado varias semanas.
Shawn, ese chico, era el mejor amigo de Camila. No entiendo como no puede darse cuenta, que el siente algo por ella.
Camila y yo, hablamos lo justo y necesario en este tiempo.
Era de noche, yo cogí la guitarra, para dirigirme hacia la azotea. Lo había hecho, cuando había empezado a trabajar con Alejandro. Sonreí recordando como es trabajar con el. Es increíble la vitalidad que tiene.
Sinu y el, están siendo maravillosos conmigo. Al igual que la familia.
Me senté, con la guitarra en mi mano. Toqué algunos acordes, comenzando a cantar... O más bien, a susurrar...
No he venido a recordarte tu belleza. No he venido a dedicarte un rock & roll. Pero no soy una más aunque lo quieras. Maldita sea la vela del barco de tu voz.
Represento a toda mujer enamorado. Cuando llueve me imagino en tu sudor. No sé cuál es tu lado de la cama, el humor de tu mañana, si sabrás de esta canción. Si es así atrévete a decir que no es amor.
Tú boca es el portal donde quiero dormirme. Tú ropa mi peor enemiga. Imagina que te beso y no te giras.
Sentí tu aliento y vi Santiago amaneciendo. Saliendo del concierto reías. Si supieras lo que te miro a escondidas. Si supieras lo equivocada que estás estando con otros.
Si me dieras un minuto en tu barriga, no te pido nada más. Pero dámelo antes de que sea de día.
Tú sonrisa es la más bella cara al mar pero me hablas de sequía. Y en Pantín fugó una estrella en tu lugar.
Bailo contigo en la distancia, supongo tu calor. Supongo estás cansada, amor. Y duermo con una foto tuya y ahí no dices que no. Ahí dices 'cántame' y te hice esta canción. Que ha venido como yo, desnuda y sola. Medianoche, vida mía, ya me voy.
-Te doy media noche... -susurró Camila detrás de mi.-
