Iba en un avión de camino a casa. Sinu me había llamado, diciéndome, que Alejandro tuvo un accidente en el barco, y está en el hospital.
Habían pasado 5 años, desde que no estoy en casa. 5 años de los cuales, habían pasado muchas cosas.
De camino al hotel, en taxi, no dejaba de mirar por la ventana y pensar en que todo sigue igual. Así me siento... Igual que cuando me fui.
Después de un rato de trayecto, desde el hotel, hacia el hospital, ya me encontraba en el pasillo dirigiéndome hacia la habitación donde se encontraba Alejandro.
En una de las sillas, se encontraban Sinu y Mercedes. Todavía recuerdo esa conversación con Mercedes...
Flashback
-Mercedes... -susurré mientras ella me veía sorprendida. -¿Qué vistes...?
-Todo... -susurró... -¿Qué está pasando entre Camila y tú? -suspiré mientras me sentaba en la cama.-
-Está pasando de todo, y todo está pasando en nada. -Mercedes se sentó a mi lado. -Camila y yo, nos conocemos antes de que nos dijeran que íbamos hacer hermanas. Un puto día antes. -la miré. -Un solo día antes. ¿Por qué? ¿Por qué nos tuvimos que conocer un día antes en aquella playa?
-No lo sé... Pero lo que si sé, en que ambas tienen que hablar con Sinu y Alejandro. -negué.-
-No.
Fin del Flashback
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-¡Hija! -dijo Sinu mientras rápidamente me abrazaba. -Que alegría que estés aquí.-
Nos abrazamos fuertemente.
-Ya estoy aquí. -acaricié su espalda. -¿Cómo está? ¿Qué pasó exactamente?
-En la sala de operaciones... Se ha roto 3 costillas... Y una de ellas, por poco perfora el pulmón izquierdo.
-El es el hombre más fuerte que conozco. Todo va a estar bien. -besé su mejilla.-
-Mi niña... -dijo Mercedes. -Te ves hermosa... -me acerqué arropándola contra mi. Hacía un año que nos nos veíamos. Me había ido a visitar junto con Alejandro y Sinu.-
Minutos después, salió la enfermera. Todo estaba bajo control. Mercedes acarició mi espalda, para salir a buscar algo de tomar en la cafetería del hospital.
-¡Mamá! -esa voz. -¿Cómo está papá? -dijo rápidamente.-
-Tranquila, cariño. Estamos esperando al doctor. Salió la enfermera, y nos dijo que todo está bajo control. -dijo Sinu mientras se abrazaban. -Mira quien ha llegado, hija... -Sinu me miró sonriendo, mientras que Camila me veía sorprendida.-
-Lauren... -susurró más para ella que para todos.-
-Camila... -sonreímos.-
Nos acercamos, para fundirnos en un largo abrazo.
-Me alegro mucho de verte... -susurró Camila.-
-Y yo a ti. -nos separamos, sonriendo débilmente.-
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Días después, Alejandro le habían dado de alta en el hospital, y ya estaba en casa. Tenía que guardar reposo. Todo se había quedado en un gran susto.
Sonreí, viendo como Sinu y el, se daban un tierno beso.
-Hija, no sabes lo mucho que me alegro, de que estés aquí. -sonrió viéndome. Me acerqué a la cama.-
-Yo también me alegro. Me alegro mucho que estés bien. -besé su mejilla. -No sabes el temor que sentí. No me vuelvas asustar así. -apretó mi mano.-
-Estás aquí, con nosotros. -dijo mirando a Camila y a Sinu. -Eso es lo que más importa.-
Sinu y Camila nos habían dejado solos.
-No sabes lo mucho que todos te hemos extrañado. -sonreímos. -¿Cuándo te vas?
-Me voy mañana en la mediodía. -suspiró.-
-Quédate unos días más, cariño. -esta vez suspiré yo.-
-Ale, tengo cosas que hacer. Tengo varías sesiones de fotografía, y varias cosas que hacer.
-Mi niña, llama y retrásalas. Solo te pido que te quedes unos días. Hazlo por mi. -negué sonriendo.-
-Con esa carita, no puedo negarte nada. -sonreímos.-
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Dejé descansando a Alejandro, y bajé las escaleras hasta la sala. Allí se encontraban Sinu, Camila y un chico.
-¡Hola, cariño! -dijo Sinu mientras se acercaba a mi. -No he visto tus maletas en la casa. -dijo frunciendo el ceño.-
-Las dejé en el hotel, antes de ir al hospital.
-¿Cómo te vas a quedar en un hotel, teniendo tú casa aquí? -negó. -Cancela la reserva, y te vienes para acá. -asentí sonriendo.-
-Está bien. -sonrió enormemente. -Solo me quedaré un par de días nada más.
-Ya veremos eso. -besó mi mejilla, mientras se acercaba Camila y su acompañante hacia nosotras.-
-Lauren, te quiero presentar a Noah. -dijo Camila sonriendo.-
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-Mucho gusto, Lauren. -me tendió la mano, sonriendo.-
-Un placer, Noah. -estreché su mano.-
-Tenía muchas ganas de conocerte. Todo el mundo, estaba deseando que volvieras. Lástima, que sea en esta situación. -asentí.-
-Lauren, quería que lo conocieras, porque el es mi prometido. -el sonrió besando su mejilla.-
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