Cianuro y Miel (CAMREN)

Capítulo 26, "No vamos a luchar con un sentimiento tan poderoso."

Narra Lauren

-Sé lo que estás pensando. -me miró, mientras aparcaba el coche. -Yo también pienso que esto tiene que ver, con las muestras que tomé...

-He visto un coche rondándonos. Así que esto es más peligroso de lo que pensaba.

-Han robado solo la mitad de la parte de las muestras. Yo tengo la otra parte, Lau.

-¿Qué tienes pensado hacer? -dije mientras salíamos del coche.-

-No lo sé... -suspiró.-

-Empecemos por saber, qué es esa sustancia. Y de ahí, veremos lo que haremos. Por lo que se ve, los sujetos han robado parte de las muestras. Ellos no saben, que tu guardaste otra parte de ellas. Así que dejarán de rondarnos. Al menos por ahora... O eso quiero creer.

Entramos a la casa, encendiendo la luz.

-Papá y mamá han ido a hablar con los pescadores.

-Cuando vengan, tenemos que decirles. 

-Lau... -tomó mi brazo, haciendo que me girara. -Perdóname. -fruncí el ceño. -Por meterte en todo esto.-

-No me tienes que pedir perdón. -entrelacé nuestras manos. -Al fin y al cabo, esto nos afecta a todos, de una forma u otra. ¿Sabes qué, Camz? -acaricié su mejilla, sintiendo la suavidad de sus dedos, recorriendo mi espalda. -Te admiro. La mayoría, no hubiera hecho nada. Pero tú, no. Buscas la verdad y la justicia. Eres maravillosa.

Su respuesta fue unir nuestros labios, en un beso cargado de amor. Sus manos acariciaban entre mi cuello y mi rostro, mientras que las mías iban de su espalda a su cintura.

De pronto, escuchamos como algo caía.

Nos separamos, y vimos como Alejandro y Sinu, nos miraban, como si hubieran visto un fantasma y las bolsas que traían se cayeron al suelo.

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Estábamos Camila y yo, sentadas en frente de Ale y Sinu.

-Papá, mamá... -empezó hablando Camila.-

-¿Qué nos van a decir? -habló el. -¡Las acabo de ver besarse! -levantó la voz. -¿Qué coño me vas a decir, Camila? 

-Ale, por favor... -dijo Sinu.-

-¡Por dios, Sinu! -se levantó. -¡Tus hijas, se estaban besando! 

-Papá, por favor, déjanos explicarte. -Camila también se levantó.-

-No quiero escuchar ni una sola palabra. -Sinu y yo, también nos levantamos.-

-Ale, escucha las razones. -hablé yo. -Después, si quieres, te vas.

Nos volvimos a sentar.

-Lauren y yo, nos conocimos en la fiesta pesquera, de hace cinco años. -nos miraron sorprendidos.-

-Eso fue... Eso fue un día antes de que las presentamos. -dijo Sinu.-

-Si. -añadí yo.-

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A la mañana siguiente, Camila y yo nos encontrábamos en la cocina, desayunando.

-Camz... -susurré acercándome a ella.-

-Estoy bien. -besó mi mejilla. -Simplemente, me hubiera gustado que se enteraran de otra manera. -asentí.-

-A mi también me hubiera gustado. -acaricié su mejilla. -Me acaba de llegar un correo. Al parecer la capitana, ha encontrado varias cosas. Así que, hablaré con ella. 

-Yo voy a ir, al acuario. Quiero ver, si a parte del laboratorio, han robado algo más. 

-¿Quieres qué te acompañe? -negó.-

-Voy a estar bien. -cogió su bolso, besando mi mejilla antes de irse.-

Después de unas horas, me encontraba en un bar con Ally. Había viajado desde Argentina, hasta aquí. La capitana, Lucy, le había dado todo lo que encontró sobre el tema.

Me da mucho gusto que esté aquí. Ella era policía. Lo dejó hace un par de años.

-Lau, están haciendo experimentos para una nueva droga, llamada, AZ. Lucy, no me comentó más. Pero es algo bastante gordo. Inclusive, hay gente infiltrada en esa organización. 

Después de aquella charla, la llevé al hotel, para que pudiera descansar. 

Al llegar a casa, no había nadie. Así que fui a mi habitación. Para mi sorpresa, me encontré a Ale, con una foto de los cuatro. El, Sinu, yo y Camila.

-Esta foto, fue la primera que nos sacamos todos juntos como una familia. -me miró, sentándose.

Hice lo mismo, sentándome a su lado. 

-Anoche, estuve pensado, en aquel día, en el que te tuve que ir a buscar porque estabas borracha. Y llegaste diciendo, que tenías un amor imposible. ¿Era Camila, verdad? -asentí.-

-Cuando Camila y yo, compartimos aquella noche, y el día siguiente, comencé a sentir algo muy fuerte por ella. Yo pensé que, se me pasaría, o que era un amor de juventud, o algo así. 

-¿Es por eso, que decidiste irte? -volví asentir.-

-Si. No podía vivir bajo el mismo techo que ella, puerta con puerta. No podía. Por eso me fui. -suspiré. -En todo este tiempo que estuve en Argentina, lo negué durante mucho tiempo. Hasta lo enterré en lo más profundo de mi ser. Hasta que un día, al volver a verla, volvió con más fuerza. -lo miré. -Por eso, Camila y yo, no vamos a luchar con un sentimiento tan poderoso. Nos amamos.

-Cuando las descubrí, me desarmé. No sabía como enfrentarme al hecho de que mis hijas se estaban besando. Se que no son hermanas de sangre. Pero son mis hijas. -tomó mi mano. -Por eso, las apoyaré. ¿Sabes por qué? Porque las amo. Y sobre todo, porque no quiero ningún sacrificio más.

Después de esto, nos abrazamos fuertemente.

Poco después, Camila y yo, lloramos en los brazos de Sinu y Alejandro.

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¡Les deseo, un hermoso año 2020! 

¿Quién apoya un maratón? ;)

Nos leemos pronto :) 

¡Gracias siempre!