Narra Lauren
Nuestras piernas entrelazadas.
Las llemas de mis dedos recorriendo su espalda.
Su mano acariciando el contorno de mi pezón.
Magia.
Nuestros ojos se encontraron en un suave encuentro. Acaricié su mejilla, besando su frente.
-Quiero vivir entre tus brazos para siempre... -susurró.-
-Y yo en los tuyos, Camz. -besé de nuevo su frente. -Me haces sentir todo.
Minutos después, nos encontrábamos bañándonos totalmente desnudas.
La abracé por detrás, dejando suaves carias en su barriga. Camila se giró, acariciando mis mejillas, mientras yo rodeaba su cintura.
Nuestros labios nuevamente se unieron en un suave y arrasador beso.
Mis labios bajaron por su cuello, besándolo a mi antojo escuchando sus suaves gemidos combinados con suspiros.
Salimos del agua, con sus piernas enrolladas a mi cintura. Nos di varias vueltas con ella en brazos, riéndonos.
Nos recostamos, donde nos encontrábamos antes.
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Narra Camila
En la vuelta a casa, se notaba un aura distinta entre todos. Un aura mejor. Entre conversaciones amenas y risas.
Abuela, se quedó en el mercado comprando varias frutas y verduras. Mis padres y Lauren, entraron a casa llevando las mochilas.
-¡Amor! -me giré encontrándome con Noah. -Te extrañé... -nos abrazamos. -¿Y esa carita?
-Ven... -tomé su mano, entrando en la casa, yendo a mi cuarto. -Sentémonos.-
-¿Qué tienes, amor? Pensé que el viaje con tu hermana, tu familia, te ayudaría... Nos ayudaría... -susurró.-
-Te he mentido Noah... Te he mentido durante mucho tiempo. Pero ya no puedo volver atrás, y no quiero mentirte más.
-¿Qué pasa, Mila? -lágrimas empezaron a caer de mis ojos, sin que yo pudiera detenerlas...-
-Este fin de semana, he estado con una persona de la cual, me enamoré desde hace muchísimo tiempo.
-¿Es la chica de la que me hablaste, alguna vez? -asentí, limpiando mis mejillas. -¿Y?
-La amo. -negó levantándose... -Te juro que intenté. Intenté negar lo que siempre he sabido. Pero me alegro. Me alegro porque me he dado cuenta, de lo completamente perdida que estaba.
-¡Estás loca! -me levanté.
-No espero que lo entiendas... Pero cuando la perdí, me perdí a mi misma.-
-¡Joder, Camila! -dijo saliendo de mi habitación.-
-Te he mentido, y me he mentido a mi misma. Y juro que he intentado que esto saliera bien, pero no puedo seguir así. No te lo mereces. No lo merecemos.
-¡Olvídala! -gritó en medio del pasillo.
-¡Estoy harta de fingir! -grité.-
Llegamos al salón, donde se encontraban mis padres y Lauren.
-¿Qué está pasando? -dijo mi padre.-
-Noah... -susurré. El rio sarcásticamente.-
-¿Quieres saber lo que pasa, Alejandro? Su hija... -dijo señalándome con el dedo. -Es una... -negó...-
-¡Eh! ¡Ten cuidado con lo que vas a decir muchacho! -Alejandro se acercó a el.-
-¿Tener cuidado? ¡Acaba de romper nuestro compromiso! -gritó.-
-Será mejor que nos tranquilicemos... -dijo mi madre seriamente.-
-No. Lo mejor será mejor que me vaya. No tengo nada que hacer aquí. -tomé su brazo, impidiendo que se fuera.-
-Por favor Noah, déjame explicarte... -se soltó de mi agarre.-
-¿Cómo pudiste hacerme esto?
-Noah, tranquilo. -dijo Lauren. -No es la manera. Debes escuchar lo que Camila tiene que decirte.
-¿Tú lo sabías? -se acercó a ella.-
Narra Lauren
-Noah, déjame terminar de explicarte. -Camila se acercó de nuevo a el.-
El la miró con dolor.
-Necesito irme. -segundos después salió de la casa.-
Sinu, abrazó a Camila.
-Kaki, cariño, ¿qué está pasando? -dijo Alejandro.-
-No puedo casarme con Noah... -susurró. -No es justo para el, ni para mi.-
-Ale, vamos a dejarla sola unos minutos. -besaron su mejilla, y nos dejaron a solas.
Ahora soy yo, la que estaba sentada a su lado.
-Camz... -me miró. Mis dedos, acariciaron sus mejillas secando sus lágrimas.-
-Nunca quise hacerle daño, Lau... Pero si seguía con la boda, iba hacerle daño.
-El lo sabe. El sabe que no le querías hacer daño. No intencionalmente. Pero lo que proviene del corazón, no se puede negar ni callar.
-Lo sé. -nos dimos un suave abrazo. -Tus caricias siempre me han reconfortado... -sonreí ante esa confesión.-
...................................
A la mañana siguiente, bajé a la cocina, y allí se encontraba Mercedes.
-¡Hola, mi niña! -nos abrazamos. -¿Cómo estás? -preguntó acariciando mi espalda.-
-¿Ya lo sabes, no? -ella asintió.-
-Si, cariño... Sinu y Alejandro me lo dijeron anoche. -de pronto, Camila se acercó a nosotras.-
Rápidamente, abrazó a Mercedes.
-Yo las dejo a solas. -Mercedes me sonrió, mientras me alejaba.-
Salí, de la casa, y me senté en el porche.
Fruncí el ceño, al ver como un coche negro, estaba allí desde cuando llegamos ayer.
Que raro...
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Lamento mucho la larga espera... No he tenido tiempo, de poder escribir como quisiera.
Se avecinan cosas, en la historia...
¡Gracias! ¡Nos leemos prontooo!
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Cianuro y Miel (CAMREN)
FanfictionEra su destino. Estar juntas estaba escrito en las estrellas.