Capítulo 17

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—Que bueno que despiertas— dijo tranquilo— he traído comida—alzó la bolsa de platico donde mostraba comida envuelta—pensaba ir a despertarte después de llegar—informo mientras cerraba la puerta

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—Que bueno que despiertas— dijo tranquilo— he traído comida—alzó la bolsa de platico donde mostraba comida envuelta—pensaba ir a despertarte después de llegar—informo mientras cerraba la puerta.

No dijo mas y entro a la cocina, solo di unos cuantos pasos para ver como dejaba las bolsas en la mesa y sacaba todo, pero también noté el hueco que había.

—Por cierto, también me deshice del refrigerador, realmente no convenía de pues de encontrarlo con moho y comida insípida, ni siquiera serviría limpiarlo— hablaba sin dejar de sacar todo y destapar las cosas— ven, debes comer para después tomar el medicamento.

Levanto su mirada dejándome ver de nuevo sus ojos, era tan incomodo tener toda su atención, simplemente había llegado y ya se había tomado muchas libertades. Que molesto era todo eso, seguía siendo el mismo idiota de siempre, podía recordar todas esas veces que nos toco convivir, siempre tenia su vista en mí.

—¿Qué tanto me vez? —pregunte repentinamente con desagrado.

—Que arisca te has vuelto— dejo de verla mientras abría una botella para ver su contenido—que horror—torció los ojos mientras tomaba asiento—come.

Mi boca se hacia agua de solo oler la comida, pero no podía dejar de hacer aquella mueca de desagrado mientras tuviera su presencia en esta casa, a paso lento de acerque y tome asiento, ni siquiera dije nada cuando tome el plato de pasta y empecé a comer con rapidez. Tome la botella de agua que había y tome un largo trago para seguir comiendo hasta quedar satisfecha.
Me quede tan quieta pues después de mucho había llenado mi estómago, lo cual sentí mucha pesadez, luego salió un eructo repentino, aún más extraño se sentía eso, claramente había dejado de comer para verme, pero pase de largo, me marche de la cocina sin decir una palabra.

La noche era mas agradable aun, me senté en el pasillo mientras la puerta trasera estaba abierta, el aire estaba completamente limpio, podía sentirse el olor que desprendía algunos árboles, pocos pájaros haciendo ruido y el sonido fastidioso de algunos grillos que yacían en el interior del boscoso lugar.
¿Sería buena idea explorar toda esa área detrás del limite de mi casa?, era una buena pregunta, después de todo no salía de aquí, ¿Cuánto tiempo había pasado desde mi enfrentamiento? ¿dónde estaba el maldito de Dimitri, cuando salimos de su guarida?, era preguntas que se formaban sin parar. Claro quería venganza, tarde o temprano lo conseguiría a como diera lugar, las cosas no podían quedarse así después de todo.

—¿No te cansas de vigilarme? —pregunte sin siquiera voltearlo a ver.

—Que ridiculez— su risa apareció, sonando grabe y mostrando la gracia que le hacia aquellas palabras—no eres tan importante después de todo, sin embargo, no dejas meterte en problemas.

—No sería mejor dejar de rescatarme y no trabajar más—sugerí mientras veía el cielo, después de todo me di cuenta de que en verdad era una carga para muchos—así les ahorraría muchas molestias.

Aun estando sentada me acerque mas hacia el exterior para llevar mi mano al césped, ¿cómo era posible que este siguiera creciendo cuando nunca lo cuide?, había crecido bastante, era molesto, tome un puñado de este y lo arranque.
Aun me sentía cansada, así que me puse de pie y volví a mi cuarto, pasando de largo a Damon quien había estado recargándose en la pared en su hombro derecho, esta vez después de cerrar mi puerta con llave, cargue el mueble de noche y lo coloque en la puerta, el sonido de este me despertaría en caso de que volviera intentar meterse.

No me dormí tan rápido, oscuro y silencioso es cómo describiría mi cuarto, moví mi cabeza un par de veces de lugar hasta que encontré una posición agradable, el ruido de mis pensamientos es lo que me impedía quedarme dormida.

¿Ellos estarían bien?, ¿aun me recordarían?, ¿acaso ellos también requerían estar conmigo, así como yo con ellos?, ¿volvieron a reunirse? O ¿acaso seguirían viviendo cada quien su vida como si nada?

Eran unas cuantas preguntas de todas que se formaban en mi mente, cerré mis ojos mientras imágenes fugases aparecían, ninguno era algo relacionado con lo que, allá visto o vivido, rostros desconocidos, voces y palabras intangibles, paisajes desconocidos.
Sintiendo pesadez en mis ojos los abrí despertando de aquel largo sueño, me estiré, pero fue una mala idea, una punzada dolorosa me dio en mi costado, recordando tarde que ayer me habían operado para extraer aquella bala.
Me levante con cuidado mientras restregaba mis ojos con mis manos e iba al baño, podía ver las ojeras que se habían formado en aquel espejo, que terrible me veía. Di un largo bostezó mientras levantaba mis manos sin estirarme. Tal vez un baño me ayudaría a despertarme, regrese al cuarto para tomar un cambio limpio y regresar, volví a cerrar con llave esta puerta.

Me sentía más relajada después del baño, tome la blusa manga larga e intente lavarla con agua caliente y jabón, pero las marcas de sangre no habían desaparecido, quite el exceso de agua y lo tire al bote de la basura, ya no servía, limpie y tape de nuevo la herida, para empujar a un lado el mueble y salir, pronto el ruido se hiso presente, aromas diversos me molestaron, me acerque a la barandilla mirando a las personas que entraban y salían. No eran tan extraños después de todo, podía ver en sus camisas las letras U.E., tenía mucho que no veía al personal.
La Unidad Especial, era una subunidad que realizaba otras actividades apartes de organización principal, había sido creado para investigar e intervenir en cosas que les involucrara, después de todo, Dylan había hecho con el fin de mantener su investigación oculta de los intereses de los líderes, de vez en cuando cooperaba con unidades de protección y soldados, pero hacia lo posible por no involucrarse mucho en interese políticos, deseaba mantener segura a las personas que terminaban ayudando.

—Buenos días hembra—dijo un hombre al pie de la entrada mientras la veía atentamente.

Dirija mi atención a quien me había sacado de mi pensamiento, al ver que había captado mi atención sonrió mientras se inclinaba ligeramente.

Al cerrar los ojos, el fuego de una guerra. L1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora