Estaba sola, no soportaba el dolor punzante que estaba teniendo en mi cabeza, eso es lo que me había hecho salir de mi habitación después de dos semanas de estar encerrada, había bajado al primer piso solo para terminar sentándome en el sofá de la sala. me dolían los ojos por no poder dormir, pase mis manos por mi rostro en un intento de que desapareciera el cansancio que e mantenido por semanas, mis pensamientos y recuerdos me había habían afectado en mi sueño.
Cerré mis manos en puño mientras ejercía tanta fuerza como podía, mientras sentía un escozor en mi piel, no quería pasar mis manos por ella, sabía que terminaría cortando mi piel con mis uñas por rascar en un intento de aliviar el comezón que sentía, no se trataba de cualquier comezón, mi piel seguía cicatrizando de las viejas heridas que tenía, antes de que se pudieran cerrar por completo terminaba rascando y se abría, volviendo el dolor de nuevo y lamentándome de lo que hacía.
De solo recordar porque tenia esas cicatrices mis ojos empezaban a picar, mi barbilla y labios empezaba a temblar sin control, mientras me aguantaba las ganas de llorar, guardé silencio mientras apretaba los dientes mientras arrugaba mi nariz y mi entrecejo, estaba tan enojada, pero sentía también dolor, quería gritar pero no lo hice, me dolía la garganta hasta que finalmente salió el primer sollozo involuntario.
(…)
El vecindario se encontraba en absoluto silencio, ni un alma vagaba por la calle de este, solo la luz del lugar acompaña en aquella noche. El sonido de una puerta siendo abierta rompió el silencio que se mantenía en ese momento, dejando salir a alguien de la oscuridad que abundaba aquella casa pintada de blanca y que no mostraba vida alguna en su interior, a comparación del resto de casas que se veían iguales, pero sin ningún tipo de color en sus paredes solo mostrando el desnudo ladrillo. Como si aquella presencia fuera suficiente para despertar su alrededor, el sonido de las ramas de los arboles empezarán a danzar con el viento repentino. El cuerpo de la persona era cubierto por aquellas prendas anchas, el gorro de aquella sudadera que cubrían su rostro, la puerta de aquella casa quedo semi abierta mientras esta empezaba a caminar en dirección de la calle importándole poco si esta era saqueada, sus pies descalzos no provocaban ni un solo ruido.
Su miedo y cansancio había sido tan grande como para poder permitirle salir de aquella casa, ahora estaba afuera, caminando por el medio de la calle, sus pasos no erar rápidos ni lentos, parecía no mostrar interés a su alrededor, puesto que no se había detenido de caminar para mirar su alrededor, camino entre calles hasta dejar el vecindario atrás, el resto estaba igual de silencioso, llego al comienzo de la ciudad, su cabeza estaba recta como si viese a través de la oscuridad del bosque que tenía al frente. Pero solo miro al frente un par de minutos antes de cambiar la dirección de sus pasos, yendo a su izquierda caminando entre el pavimento y la vegetación en los límites de la carretera.
(…)
Sentía una terrible presión en el pecho mientras intentaba estabilizar mi propia respiración, mis ojos picaban por las lágrimas que querían salir, mis labios no dejaban de temblar y sentía dolor en mi estómago, ni siquiera durar mucho antes de sentir una nueva arcada haciendo vomitar, solo sentía el líquido amargo en mi boca, mientras más permanecía en aquella posición más insoportable se sentía el sol sobre mí. No tenía fuerzas, solo quería recostarme y quedarme ahí, pero no había manera de que eso pasase, abrí mis ojos de nuevo creyendo que mi vista seria mejor, pero seguí igual, todo era borroso, apenas y podía distinguir las siluetas de lo que me rodeaba.
Temblando me puse de pie, mis piernas apenas podían sostenerme, ¿Cómo demonios voy a salir de aquí?, fue mi primer pensamiento, sabia que no estaba en casa, el olor me lo confirmaba, era tan fuerte el olor de los arboles y su corteza, estoy en grabes problemas, al dar unos pasos para refugiarme de los rayos del sol, terminé cayendo bruscamente al suelo, este insignificante golpe dolía tanto como cuando te lastimaban a propósito, el malestar en el estómago se mantenía, las lágrimas se habían derramado sin querer después de caer, necesitaba urgentemente estar debajo de la sombra, la piel me ardía terriblemente, así que hice un esfuerzo por ponerme de pie, pero al tocar algo deje de respirar, a pesar de sentir mucha calor mientras sentía un sudor frío en mi frente.
Mis manos empezaron a temblar mientras buscaba de nuevo lo que había tocado, deje salir un sonido de angustia mientras sentía la textura, no podía ser cierto o ¿sí?, hice un esfuerzo con la vista pero no logre nada, solo podía seguir tocando hasta confirmar lo que no quería, estaba tocando el cuerpo de alguien que estaba tirado en el suelo, temblorosa empecé a revisar hasta darme cuenta de la temperatura, estaba muerto y no había pulso.
Cuando estaba retirando mis manos de su cuerpo, sentí la empuñadura de una navaja, esto no era cierto, debía ser alguna ilusión ¿cierto?, era lo único que pensaba pero, no podía engañar a mi mente a ese punto o ¿verdad?, ni siquiera lo pensé, por impulso lo saque, sintiendo el liquido derramarse más, me pare como pude y retrocedí torpemente mientras tenía en mis manos aún aquella navaja, había sentido en la punta de mis dedos de los pies el líquido, el olor metálico de la sangre provoco temor, tanto que empecé a respirar como si el aire me faltara, era tan fuerte el sonido que hacía con mi boca por intentar llenar mis pulmones de aire. El nudo de mi garganta me dolía mientras empezaba a sentir como mis ojos se humedecían de nuevo, quería gritar y llorar de impotencia, estaba tan casada de sufrir y sentir miedo.
Era claro, tenía que huir a como diera lugar de aquí, me atraparían si me veían aquí, no quería eso de nuevo, doblegarme no era una opción, un escalofrío me recordó de pies a cabeza después de pasar aquello, el momento que mi espalda tocó algo me sobresalte mientras me daba la vuelta y ponía enfrente mío mi mano con la navaja para defenderme, deje de moverme para escuchar, pero no había nada, aún así mantenía la guardia alta, no podía fiarme, movía mis ojos constantemente a los lados, era una reacción estúpida pues no podía ver nada.Todo había sido tan rápido y yo no había estado consiente totalmente cuando todo eso sucedió, mi mente se mantenía nublada, es como si fuera incapaz de recordar, ¿remordimiento?, no lo podía saber, solo podía ser honesta conque me sentía inquieta y temblorosa por todo esto, tome una respiración profunda, no había detectado ningún otro olor que ya percibía en este momento, aun así, no deje de mantenerme alerta. Mi respiración era un poco mas regular que hace un momento atrás, al pasar saliva sentí malestar en mi garganta se sentía rasposa y ardía, incluso tenía el sabor amargo en mí boca, el vómito era simplemente reflujo acido ya que no tenia nada de comida en mi estómago.
ESTÁS LEYENDO
Al cerrar los ojos, el fuego de una guerra. L1
Genel KurguEn edición Sinopsis De ser una joven tranquila con una vida sencilla, rodeada de una comodidad envuelta por la presencia de su familia, amando y valorando lo que tenía, a terminar siendo una extraña, rodeada de peligro y con el único objetivo, sobre...