cap 10

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El abrazo de Lance resultó ser la medicina que Keith buscaba con desesperación. Su llantó cesó y su respiración volvío a ser la misma. Escuchar el corazón de Lance tan cerca de el, fue realmente un alivio.

No sabía por que esto lo hacía sentir así, era como volver a casa, en su choza en medio del desierto. Cerró los ojos pensando en el significado de casa.

Lance suspiró, ahora Keith estaba en calma y eso tranquilizaba al moreno. Después de unos segundos tomó fuerzas para poder hablar con Keith.

-¿tranquilo?- susurró Lance. Las orejas de Keith se alzarón, ahora podía escuchar mejor. La voz de Lance era aun más tranquilizadora con ese tono.

Keith asintío con la cabeza, Lance se estaba preguntando mil cosas, pero si quería respuestas tendría que hacerlas con cuidado. No quería lastimar a Keith.

-tú...¿desde, desde cuándo tú?- Lance medía sus palabras con mucho cuidado. Keith se dío cuenta de esto, sabía que ahora que Lance lo había visto tendría muchas preguntas. No lo culpaba, no podía estar molesto con el, no era con mala intención. De hecho, le parecío lindo que Lance intentara no ofenderlo.
Así era Lance, así lo quería, ¿tanto así lo extrañaba?.

-no te preocupes- dijo Keith sorprendiendo a Lance.

-esto empezó hace unos meses...- soltó Keith. Lance bajo el rostro pero no podía verlo, pero no importaba mucho. Podía escucharlo, ¿cuánto deseo estos meses por escuchar esa voz?

-la piel se empezó a volver purpura...era como un bronceado en toda la piel, pero con los dias se fue oscureciendo...- Keith recordó cada momento de su "transformación". Tan frescos los recuerdos y dificiles de hablar con Lance.

-lo siguiente fueron las garras o los colmillos...- Keith sacudío la cabeza intentando recordar. Gruño un poco y chasqueó los dientes afilados. -ya ni siquiera recuerdo que fue primero-

-¿te duele?- preguntó Lance preocupado. Keith suspiró cansado. Pero la respuesta para su dolor, era afirmativa.

-si...cuando crecieron las garras y las demás cosas- Keith no sentía muchas ganas de hablar de eso. El dolor que soporto durante esos momentos fue demasiado, las garras remplazarón a sus uñas de manera brusca, simplemente salieron haciendolas sangrar.

Los colmillos y el dolor de dientes, los sentía fragiles, no podía ni cerrarla boca, el minimo contacto entre sus dientes o colmillos dolía hasta hacerlo gritar.

-¿las demás cosas?- preguntó Lance con curiosidad.

-las orejas son como las de los galras...- dijo Keith sonrojandose. Ese tema es muy incomodo, se siente raro con ellas.

-vaya...- suspiró Lance sin saber muy bien como reaccionar. Ni sabía si decir lo siento por que al final no areglaría nada. No estaba feliz por el pero, de lo que si estaba seguro...es que se alegraba que Keith estuviera con el. Sea cual sea la forma en la que estuviera.

-y además...- dijo Keith pero corto la frase sin intención de decir más.

-¿mmm?, ¿además- repitío Lance. Keith se mordío la lengua, avergonzado, se arrenpitió de decir eso. Eso era más vergonzo. Abrío la boca para negar lo que iba a decir pero una voz en el casco de los paladines los regresó a la situación.

-¿keith?, ¿Lance?- dijo Allura y Pidge en el comunicador.

El moreno y el pelinegro se separaron un poco. Lance tragó saliva y contestó.

-si, te escuchamos Allura, estamos en una capsula de escape- dijo Lance. Keith escuchaba todo en silencio y con la cabeza baja.

-perfecto, ya los localicé- dijo Pidge con animos reanimados.

-vamos en camino- concluyó Lance. El moreno volteó a ver a Keith, este se encontraba muy callado. Esos momentos de silencio fueron muy duros. Lance se acercó a Keith, pusó su mano en el hombro y el pelinegro volteo a mirarlo.

-todo va a estar bien- dijo Lance. El moreno entendía lo que le estaba pasando a Keith, el tenía miedo, estaba asustado de lo que sus compañeros pudieran pensar de el.

Keith seguía con un nudo en el estomago. Lance sabía su condición pero no se sentiría igual si todos lo veían. Ya no sabía que hacer, estaba nervioso, quería correr pero, ¿adonde exactamente?

-yo estare contigo- dijo Lance. Keith respiró y tomó la mano del moreno. Sintío sus dedos, delgado y...¿humanos quizas?.
El contacto le hacía falta pensó, estaba mejor. Sonrío, sonrío en mucho tiempo. Aunque Lance no podía verlo, se aseguró de que lo escuchara.

-gracias- dijo en un tono que Lance extrañamente oía. El estaba feliz.


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