P.O.V. Aria.
Veo como Alex cierra los ojos. Me empiezo a preocupar más y empiezo a moverme en la silla, necesito que me desaten. Quiero ir con Alex.
Jason está intentando detener la hemorragia.
En eso entran los chicos y al ver la escena, se quedan en shock.
—¡Maldición! ¡Desátame! —digo moviéndome en la silla, el único que reacciona es Edmund y me desata.
Ya liberada, corro a donde Alex.
—¡Jason! ¡Sal de tu maldito trance y lleva a Alex al auto para ir a un hospital! —grito a su lado, éste por un momento me ve desconcertado—. ¡Ahora!
Así salimos corriendo de no sé dónde, pero eso no importa ahora.
Al llegar al hospital, Jason corre con Alex en brazos. Al llegar a el mostrador, unos doctores salen corriendo con una camilla y la montan. Y se la llevan por un pasillo largo.
[•••]
Han pasado ya cuatro horas desde que se llevaron a Alex. Mi padre y mis tíos ya están con nosotros.
Phillips y Liam fueron a la cafetería por unos cafés y un agua. Si se preguntan, el agua es para mí, ¿por qué? Pues porqué detesto la cafeína.
Estoy nerviosa, no sé qué esté pasando.
«Esto es mi culpa.»
Soy culpable de salir. Fue una estupidez muy grande.
Por tanta rabia recorriendo mi cuerpo, estampo mi puño en una de las paredes de la sala de espera.
Al hacer esto todos me ven. Y voy a volver a hacerlo, si no fuera por mi padre que me detiene.
—Suéltame —digo intentando salir del agarre de mi padre.
—Aria, tranquilízate, así no vas a mejorar nada —me dice mientras aprieto más su agarre.
—Es mi culpa, todo es mi culpa —me deslizo con el cuerpo de mi padre siguiéndome, hasta llegar al piso—. Si yo no le hubiera dicho que me acompañara, no le hubiera...
—No digas eso, no es tu culpa —me dice, pero no es cierto.
—¡Claro que sí! —grito.
—Aria, no lo es, ustedes no sabían que esto les iba a pasar —me dice Andrew y acaricia mi hombro.
—Pero si hubiera ido sola, la que estaría allí debería ser yo y no ella —digo.
—No digas eso —me dice Andrew.
—Pero era... —no termino de hablar porque veo al doctor que se llevó a Alex venir hacia nosotros. Cuando llega, hablo de primera.
—Doctor, ¿cómo está, Alex?
—Está estable por estos momentos. Perdió mucha sangre, por eso está muy débil —nos informa.
—¿Pero va a estar bien? —le pregunta mi tía Hannah mientras me agarra del brazo.
—Sí, pero su recuperación es lenta —le responde. —¿La podemos ver? —pregunta Amanda acercándose a su madre.
—Sí, pero está dormida por la anestesia, está en la habitación 42B —al decir eso último todos los presentes salimos corriendo a la habitación.
Al llegar a la habitación, abro la puerta, cuando veo a Alex con un respirador y una vía en su brazo. Siento que mi cuerpo ya no funcionaba y caigo de rodillas. Me duele el pecho.
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Reputación [Collins#1] (Corregida)
Roman pour AdolescentsA veces una reputación te puede seguir por toda tu vida. Nosotras tuvimos que heredar la reputación de nuestros padres. ¿Quién iba a pensar que las chicas más populares e inteligentes iban a ser las hijas de los reyes de la mafia de Estados Unidos? ...