Death Hotline | TordTom

06. Imagen pastel

Ambos permanecieron en esa misma posición por lo menos cuatro minutos, al menos fue lo que Tord contó. No tenía nada más que hacer. Thomas lloraba todo el tiempo, casi como lo haría un niño, mas no le importaba. Las lagrimas de Tord eran ligeras, puesto a que se no se permitía llorar. Solo un quejido escapaba de sus labios cada tanto tiempo.

Ahora ambos se hallaban recostados en el muelle. Ambos separados, pero ya, pero aun cerca el uno del otro. Sus manos estaban tan cerca la una de la otra, que Tord tuvo que aguantar la urgencia por agarrar la mano de Tom.

-Lo siento, soy muy emocional. Seguro fue muy molesto- Tom dijo.

-No lo fue, para nada. Lidio con esto todo el tiempo.

Allí fue cuando derrepente ambos oyeron a alguien gritar detrás de ellos- ¡Oigan!, es peligroso allí, bajen

Tord y Tom voltearon y divisaron a un oficial de policía, se veía apenas como una figura borrosa gracias a la distancia, pero el uniforme lo dejaba en claro. Ambos se levantaron y se alejaron del muelle, secretamente pintándole el dedo al oficial. Tras pasar al lado del oficial Tord se disculpo.

-Lo siento, señor- La única respuesta del policía fue un gruñido. Hacia buen trabajo en mantener la expresión firme.

-Y, ¿Ahora qué?- Tom pregunto, apenado mientras que se rascaba la nuca.

-No lo sé- Tord respondió, encogiéndose de hombros.

-Vamos a algún lado que no esté frió- Tom dijo, reconociendo él como Tord se estaba congelando hasta la muerte, temblaba violentamente y los dientes le castañeaban.

Tord dio un vistazo rápido en busca de algún edificio. La neblina cubría el área, limitando la visión de Tord.

-No puedo ver nada- Tord dijo, aun buscando divisar algo.

-Yo tampoco- Tom añadió.

Tord lo pensó un rato mientras que no despegaba la vista del área con tan poca luz.

-Podemos conducir a algún lado- Tord sugirió.

-Un problema. No tengo auto- Tom añadió. Volteando a ver Tord.

- ¿Qué- entonces como...? Espera. Podemos ir en el mío- Tord tartamudeo, mientras que las dudas le inundaban lamente. Tord comenzó a caminar por el estacionamiento, indicándole a Tom a que le siga.

-Camine- Tom respondió a la pregunta, Tord no la había formulado del todo, pero sabía que allí estaba la duda.

-Me siento tan culpable. Pudiste haberme llamado, podría haber ido por ti- Respondió Tord mientras que juntaba sus brazos en busca de calor.

-Esta bien. De todas formas no puedo costear un auto, mucho menos lo necesito- Thomas respondió.

Ambos llegaron al pequeño sedan de Tord.

- ¿Te gusta mi corvette?- Tord bromeo. Su auto era de todo menos un corvette, el solo podía soñar con tener uno. Pero era feliz con ello, a pesar de su maquinaria arcaica y sus constantes fallos.

-Me gusta- Thomas respondió, hablando más enserio que Tord.

-Entra- Tord ordeno, abriendo la puerta del copiloto para darle paso a libre a Tom.

Una vez ambos se encontraron en el auto, Tord hablo- De antemano, lo siento si se descompone a mitad de camino, este auto es realmente viejo.

Y ambos emprendieron marcha.

-No conozco tan bien esta ciudad- Tord informo, acercando sus manos al estéreo.

-Yo solo conozco el camino de aquí a mi casa- Tom dijo.

-Bueno, entonces no creo que haya a donde ir- Tord asumió.

-Tengo un departamento de un solo cuarto en el que siempre hace frió y obscuro. Hay armas ocultas alrededor de mi cuarto- Tom sugirió.

-Suena divertido.

Tom le contó a Tord la dirección y de allí los dos se dirigieron al complejo.

La meta de Tord constaba básicamente el deshacerse de todas las armas de la casa, necesitaba mantener seguro a Tom.

•••

El complejo de apartamentos constaba en un largo rectángulo de ladrillos sobre un terreno pequeño. Tom dirigió a Tord por el estacionamiento. Era silencioso y obviamente frío. Tord no noto cambio alguno de temperatura al entrar, ambos eran sumamente fríos.

Subieron las estrechas escaleras, de pésima iluminación. Al final se hallaban en la puerta del departamento de Tord.

Tom abrió la puerta y dejo a Tord pasar, cerró la puerta detrás de él.

Tord realmente no pudo ver nada, todo era de un negro profundo, puso ambas manos frente de si, y ni aun así logro ver algo.

-Tom, ¿Dónde están las luces?- Tord pregunto, lentamente moviéndose dentro del departamento. Tropezaba con objetos que aparecían de la nada, aun así todo lo que le preocupaba eran las luces.

-Te acostumbraras a la obscuridad- Tom dijo.

Tord trato de dar un paso, chocando con algo en el piso. Se cayó solo para dar con algo. Una pared. Mas no parecía una pared ordinaria, era un tanto suave, y... ¿Le agarro?

Dos brazos se envolvieron alrededor de Tord, previniéndolo de caer más.

Aquella pared era Tom.

-Realmente necesitas comprar luces- Tord menciono, apoyándose en Tom.