Hoy se cumplía un año exacto tras la muerte de Tom. Era el dia en que Tord decidió darle un regalo a Tom.
A partir de ahora, se dirigía hacia el cementerio con nada mas que si mismo. Iba rápido, como si quisiera ser detenido por luces parpadeantes y las sirenas de un patrulla. Pero realmente quería reunirse con su amado.
Pero tristemente, nada ocurrió.
Solo había una familia en duelo al lado de él. Dos padres, una adolescente y un niño que no quería estar allí.
Le miraron mientras que se acercaba a la pequeña lapida de Tom y se sentaba a su lado.
—Thomas— Tord le saludo. Se recostó al lado de la lapida y miro hacia las nubes.
—Es un buen día, ¿No lo crees?— Tord pregunto. Parecería loco, hablando consigo mismo, pero de alguna forma sabia que Tom estaba allí. Y Tom le estaba escuchando.
En espíritu. Tom se hallaba sentado al lado de él.
—Tengo una sorpresa para ti— Tord dijo— Tendrás que esperar por ella.
—Tom. Conocí a tu familia. En el funeral. Vaya cretinos. Quería golpearles, pero no podía— Tord paso su mano por el césped y la tierra— Había un montón de gente, bandas, creo. Trajeron sus instrumentos y tocaron música fúnebre. En vez, con tus padres, logre tener una conversación civilizada.
Tord tomo de su sudadera, un pedazo de papel arrugado.
Lo desdoblo. Era la carta que le había dado Tom.
—Me la quede.
Tord la releyó, sus lágrimas mancharon el papel y arruinaron la tinta de color azul.
— ¿Por qué?, ¿Por qué, Tom?— El murmuro, limpiando sus lagrimas— ¿Por qué te tuviste que ir, Tom? Sé que me pediste ser feliz y superarte, pero Tom, no hay nadie como tú.
Tord dejo el papel y de su bolsillo saco su encendedor color rojo junto con un cigarrillo.
—Se que no te gustaba que fumara, lo siento. Pero este es el último, lo prometo.
Tord hablo y hablo con Tom sobre todo lo que le extraño mientras no estaba. Los fuegos artificiales de año nuevo, el cumpleaños de Tord, el de Tom. En este ultimo Tord tomo un día entero junto a él en su tumba. Veinticuatro horas completas, solo hablando, a la una él ya se había quedado dormido.
Tras terminado el cigarrillo de Tord, se dispuso a observar una pluma roja y un trozo de papel.
—Voy a escribirte una carta, Thomas. Como lo hiciste tú por mí.
Tord conecto la pluma con el papel y pensó en lo que iba a escribir.
Tord pensó en algo que a Tom le gustaría.
Su canción favorita, breezeblocks.
Repasando sus bolsillos, Tord tomo su teléfono. Tras un minuto de búsqueda, la canción sonó.
Para cuando llego a su fin, supo que escribir.
"Please don't go, please don't go,
I love you so, I love you so
Please break my heart
Please don't go, I'll eat you whole
I love you so, I love you so
Please don't go, I'll eat you whole
I love you so."
Lo escribió en el papel. Su pequeña caligrafía formo una oración capaz de contar historias.
Lo que escribió fue corto y memorable, algo que él quería que Tom recordará.
Puso el papel sobre la lapida de Tom, justo debajo de su nombre.
Entonces tomo una pequeña y reluciente herramienta del bolsillo de su sudadera.
Un arma.
La misma que uso su amado para terminar con su propia vida. La misma arma de fuego que Thomas puso en su pecho, contemplando entre sí usarla o no, para seguido oprimir el gatillo.
Tord tenía planeado hacer lo mismo, solo que ahora no dudaría.
No podía esperar hasta reunirse con su amado, Tom. Podría cruzar mares solo para verle una vez más. Aunque aquí, el se arrebataría su propia vida solo para volver a ver a Tom.
—Tom— El suspiro, a través de leves sollozos— Espera por mí.
Y con eso, jalo el gatillo.
Después, todo lo que vio era negro. Tras un momento lo vio.
Vio a Tom.
El papel bajo la lapida de Tom se fue con el viento.
"Querido Thomas, "
"Te amo."
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Death Hotline | TordTom
FanfictionTom nota que su vida se encuentra al final, pero él aun tiene esperanzas. Llama a la línea de prevención del suicidio en busca de ayuda, pero por accidente termina enamorado de la persona detrás de la linea. ¿Acaso él siente lo mismo? »Historia orig...