...¿hogar?...

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Andaba lo mas sencilla posible, siempre lo hacía. Calzaba unos tennis grises algo sucios y un short azul marino se acomodaba en mi pequeño cuerpo delgado, dejando ver gran parte de mis piernas, el pullover era negro y mi corto cabello castaño caía en mis hombros como si fuese una cascada.

Había acabado de hacer las compras y me dirigía a mi casa. Caminaba por la carretera principal del pueblo Kurona. Un lugar no muy recomendado para vivir, pues es bastante sucio y con pocos habitantes, las casas poseían un estilo victoriano y se notaba a millas que eran bastante antiguas. Un gran bosque limitaba los extremos del pueblo. Normalmente no habían turistas, en realidad ni recuerdo haber visto alguno.

Hace ya 3 años y medio que mis padres se mudaron por cuestiones económicas y mi hermana mayor y yo no tuvimos mas remedio que venir también.

Mis padres escogieron este lugar, no porque les gustara o lo vieran tranquilo, sino por el hecho de que la casa era antes de mis abuelos, evitando así más gastos innecesarios.

En los primeros meses de mudarnos, mi hermana empezó la universidad y estuvo viviendo en la ciudad por más de un año, y aunque esto los llevó aun más a la ruina, mis padres hacían todo porque mi querida hermana tuviese el futuro deseado por cada persona del mundo o algo así.

Tiempo después mis padres simplemente desaparecieron. No sé si se fueron por la escasez monetaria, porque quisieran o porque de verdad les pasó algo, pero siendo sincera, creo que estoy mejor ahora. Mi relación con ellos no era la mejor, siempre discutía con mi madre y a mi padre lo odiaba.

Aveces me sentía sola, ¡lo admito! Pero realmente me gustaba la tranquilidad que me pertenecía, al parecer me había acostumbrado.

Mi casa es la más alejada del pueblo, posee una pequeña reja oxidada y un camino de piedras algo desacomodadas. Al costado derecho se podía ver con claridad los árboles del bosque que marca el fin del pueblo. Hace un tiempo ya, adquirí la costumbre de pasear por ahí algunas tardes.

Debido a que mis padres hace mucho no se encuentran, la casa está muy desarreglada, no está pintada y su jardín está bastante destruido. Las ventanas estan bloqueadas por tablones de madera. La puerta es muy alta y de un caoba oscuro.

Al entrar a la casa se puede observar que el piso está sucio, normalmente mi hermana se hubiese encargado, pero no sé que tiene, está muy rara.

Hace ya alrededor de 7 meses que llegó de la universidad, pues la perdió por falta de dinero, mis padres ya no estaban y al parecer tampoco le mandaban nada a ella. Siempre está en su cuarto, nunca sale a ningún lado. Talvez esté estudiando para conseguir alguna beca.

Los muebles del salón estan cubiertos con sábanas ya no tan blancas por el polvo. Los cuadros que mi madre había traído en la mudanza estaban algunos mal inclinados y otros rotos. El suelo cruje al pasar sobre él y hay un estante de libros tirado en el suelo. A pesar de que no parece muy segura me siento muy cómoda aquí.

Dejo las bolsas de las compras en el suelo y levanto cuidadosamente el estante. Me inco para acomodar los libros en su perfecto orden alfabético, son colecciones muy antiguas y necesarias. Me levanto y se me escapa un breve suspiro. Amo demasiado esos libros como para dejarlos en ese estado.

Mientras camino por el pasillo me quito los tenis ayudando un pie con otro. Los agarro con la mano izquierda y prosigo mi trayecto hasta el baño.

Me sentía bastante agotada así que lo primero que pensé fue pasarme un rato allí y luego ir a dormir.

Tiro mis tennis en una esquina y me doy un relajante baño. Al salir fui directo a mi dormitorio. No tenía hambre. Segundos antes de llegar se me ocurrió ver si mi hermana seguía estudiando. Dirigí mis pasos hacia su habitación.

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