...you too?

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Todos quedaron horrorizados, incluyendo al juez. La madre de Lucy se había levantado de la silla con intención de golpearme, pero el policía que se encontraba custodiando la había detenido. Ella gritaba hacía mi dirección y yo le hice el mismo gesto con las manos que le había hecho a mi abogado. Aquella mujer parecía que quería explotar. Cambié mi mirada hacía su abogada y esta estaba boquiabierta. Pestañeó varias veces.

-Bien, como decía. Harry Fox era la única persona que sabía de la relación. Pero su error fue jugar al detective. Él intentó por su cuenta investigar a Sylvanna. -se dirigió al juez- Usted puede observar en la imagen como su cadáver aun no está completamente descompuesto, esto se debe a que su muerte es de hace una semana. Justamente el día que Lucía fue secuestrada.

Hizo una pausa.

-Para poder continuar con esta parte necesito que la señorita Lucía Holt haga su declaración.

El juez lo aprobó y Lucy se paró de su silla. La rubia me miraba con temor, alternando su vista con el suelo. Se le notaba que estaba muy nerviosa o talvez asustada. Sus pasos eran temblorosos, se sentó en el lugar que suponía fuera para los testigos. La abogada se dirigió a ella.

-Lucía Holt, ¿dónde estaba usted el día seis de noviembre alrededor de las siete de la noche?

-Yo....estaba en el bosque con Syl, perdón, con Sylvanna.

-¿Y qué hacía allí?

Yo estaba serena, sabía que ella diría que todo es un error, confíaba en mi mejor amiga. Ella nunca me haría daño.

-Yo, tenía que entretenerla -bajó la cabeza y suspiró. Me quedé helada. ¿Qué?

-¿Podría decirnos porqué exactamente tenía que entretener a Sylvanna?-preguntó su abogada. Mi mejor amiga no levantaba la vista.

-Para que Harry pudiera entrar a la casa, y así supieramos si de verdad ella había matado a mi hermano.

Empecé a sudar frío. ¿Qué mierda está pasando?

-¿Cuál fue el plan original de Harry?- Lucy la miró triste.

-Era....-suspiró de nuevo-...era que yo me hiciera amiga de Sylvanna para investigarla mejor, ya con más tiempo sabríamos sí de verdad había sido ella la asesina.

Una fina lágrima empezó a recorrer mi mejilla. ¡Lucy me había utilizado! ¡Nunca fue mi mejor amiga! Me levanté de la silla.

-¡ASÍ QUE TODO FUE MENTIRA! ¡ERES IGUAL DE DESPRECIABLE QUE TÚ ESTÚPIDO HERMANO! -le empecé a gritar, ella se giró.

-¡SÍ, TODO FUE MENTIRA! Y YO SERÉ DESPRECIABLE PERO TÚ ERES UNA ASESINA DE MIERDA. ESTOY MUY SEGURA DE QUE TE PUDRIRÁS EN LA CÁRCEL. -ella también gritaba pero al mismo tiempo lloraba mucho.

-¡YO NO SOY UNA ASESINA! ¿DE QUÉ MIERDA HABLAS?

-¡SILENCIO!- el juez había dado un fuerte golpe en la mesa- Siga abogada.

-No tengo más nada que añadir en esta parte, ¡Lucía puedes volver a tu asiento ya! -ella lloraba mucho y traía las manos cubriéndose la cara. -Lo siguiente es, el asesinato de sus propios padres.

El juez empezó a revisar las fotos. Las demás personas murmuraban muy bajo.

-Como usted puede observar, estos asesinatos ocurrieron hace ya un largo tiempo, aproximadamente catorce meses, se estima que haya sido en el día del festival de agosto del año pasado. Sus cadáveres fueron hallados en un armario de la casa de Sylvanna.

-¿Dé qué hablas?¿Eso no tiene sentido? Mis padres me abandonaron hace tiempo. Me dejaron sola. ¡Yo no maté a nadie!. -de un momento a otro empecé a llorar desconsoladamente, llevé mis manos a mis oídos y comencé a gritar.

-¡DÉJENME EN PAZ, YO NO HICE NADA!

Todos comenzaron a susurrar por culpa de mí actitud. Yo seguía llorando y gritando que todo era mentira.

-Bueno señoría, parece que en este caso no hay mucho más que decir. -la abogada se retira y mi abogado se pone de pie, se acerca a mí y me dice que me calme, a mala gana le hago caso y él empieza a caminar hacía el centro.

-¡Buenas tardes! Ya todos pudieron observar que hay muchas pruebas en contra de mi defendida, y todos deben pensar que ya nada tiene solución pero no es así -se acerca al juez y le entrega un documento, este lo mira y se queda blanco- como usted puede observar, en este documento está la prueba de que la señorita Sylvanna no es tan culpable como parece.

Todos se quedaron en blanco, incluyéndome a mí.

-Sí me permite, traeré a la doctora Steal al estrado.

-¡Está bien! ¡que pase!

Una mujer con una bata de doctora empieza a caminar hacía el centro, es la misma doctora que fue a verme hace dos días mientras estaba encerrada. Se sienta dónde mismo se había sentado antes Lucy.

-Doctora Steal, usted fue hace dos días a la cárcel y visitó a la señorita Sylvanna, ¿qué le diagnosticó?

-Bueno, a pesar de que mi visita no fue tan larga, pude saber mucho relacionado a Sylvanna. El motivo de los asesinatos y de sus repentinos cambios de personalidad es una enfermedad. Sylvanna padece de esquizofrenia paranoide.

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