Vitae

¿yo no fuí?

Pasaron algunos días....probablemente cuatro, Lucy seguía sin querer salir de la habitación y yo asistía normalmente a la escuela. Hablaba con ella a diario y aunque no me respondiera tanto seguía siendo mi mejor amiga y era de lo más divertido tenerla en casa.

Le conté como Mike no me había preguntado por ella. La aconsejé. Según yo, él no la merece.

También le leía algunos libros para que no se aburriera. Todo entre nosotras estaba de lo más bien. Parecía que por fin había aceptado que la única forma de mantenerse a salvo era conmigo.

Todo era color de rosas.

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-Buenos días, hemos venido aquí para hacerles algunas preguntas sobre la desaparición de Lucía Holt.

Al salón acababan de entrar dos hombres vestidos de uniforme. Todos empezaron a hablar por lo bajo. El presidente de nuestra clase levantó la mano.

-Señores oficiales, no teníamos idea de que Lucy estaba desaparecida. Todos pensábamos que se encontraba enferma.

-Si, la directora ya nos lo informó, pero tenemos que hacerles un pequeño interrogatorio a todos, es la ley. - respondió el mas oscuro de piel.

Todos se quedaron en silencio.

-Señorita Sylvanna, usted era la mejor amiga de Lucia,¿verdad?

-Si, lo soy.

-Pues acompáñame.

Me llevaron hasta un salón que se encontraba vacío. Uno de los dos policías se quedó junto a los demás y el otro se sentó frente a mí.

Pasaron 15 minutos de interrogatorio y trajeron a la siguiente persona. Así sucesivamente hasta que todos fueron interrogados. Llegada la hora de irnos, los oficiales sólo se despidieron.

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Caminaba feliz, era imposible que supieras que ella estaba en mi casa. "Soy muy buena mintiendo" pensaba. Pasé por una biblioteca y busqué algo sobre la alquimia, me sentía raramente interesada en esta materia. Luego de pedir dos libros volví a mi hogar.

Cuando llegué vi algo diferente, las sábanas que cubrían los sillones estaban ligeramente movidas, me extrañé pero no le presté mucha atención, fui en busca de Lucy para contarle todo lo sucedido. Su habitación estaba abierta. No recordaba haberla dejado así. Busqué a Lucy sin llamarla, todas las habitaciones estaban iguales.

Fui a la de mis padres y el armario también estaba abierto. Empecé a temblar, mis padres y el tal Harry ya no estaban ahí. ¿Qué mierda estaba pasando?

Debajo de la cama de ese dormitorio tenía un hacha, la misma que había usado con mi madre. La agarré y seguí recorriendo la casa.

Sólo me faltaba el cuarto de mi hermana. Allí tenía a Austin, sobre la cama. Lo tenía porque quería que mi hermana sufriera viéndolo descomponerse, oliéndolo e imaginado su futuro. Era magnífico verla llorar. Verla retorcerse de dolor, gritando y pidiendo perdón.

Entré con mucho cuidado. Con el hacha levantada. Todo estaba muy oscuro. Busqué el interruptor con la mano y cuando lo prendí vi a uno de los policías que fueron al colegio apuntándome con una pistola. Me quedé paralizada, no tenía mucho que hacer, luego a esto sentí un fuerte golpe en la nuca. Toda la habitación empezó a dar vueltas. Giré un poco la cabeza y pude ver al otro policía, él me había golpeado. Detrás de él estaba mi mejor amiga, con sus manos en la boca ahogando un grito.

No pude ver más nada.

Caí en el suelo.

Me desmayé.