Pasaron varios días después del trágico suceso. Ningún estudiante o profesor se atrevía a tocar el tema. Sólo se escuchaban aislados comentarios, cosas como:
-¿Por qué se habrá suicidado?
-Dicen que tenía problemas familiares.
-Dicen que estaban perdiendo mucho dinero por culpa de alguien.
Pero ninguno de ellos iban más allá de simples conversaciones. Siempre lo dejaban de lado y hablaban de otra cosa, tal vez por respeto o miedo.
Las cosas en la escuela estaban muy calmas, las clases seguían igual que siempre pero todos tenían un aura que daba escalofríos.
Yo seguía con mi rutina de los recesos, sentada en el mismo árbol de siempre y leyendo el mismo libro de siempre, viendo pasar a las personas de lejos y concentrada tanto en lo mío que hasta llegué a sobresaltarme cuando una chica de cabello rubio y largo se sentó a mi lado.
-¿Qué lees? - inquirió la rubia.
Sus ojos eran color miel y sus mejillas tenían un pequeño toque rojizo que la hacía ver tierna, usaba unas gafas de pasta verdes y sus labios eran muy finos, también era delgada y vestía un jean y un pullover blanco. Pasó su vista de mi libro hacia mi rostro y eso me incomodó.
-No te importa -respondí tajante y ella entornó los ojos en una señal de fastidio.
-¿Es qué todas las personas van a tratarme así?¿Cómo puede ser posible que no le caiga bien ni a un chico de aquí?-hizo un mohin con los labios -¡No es justo!, ¿solo porque no soy mi hermana?
Iba a responder algo pero ella siguió con su discurso dejándome con las palabras en la boca.
-¿Sabes lo que se siente tener que vivir bajo la sombra de alguien? -y sí que lo sabía -¿sabes que se siente que te humillen sólo porque no puedes hacer algo que ella si hace bien? -por un momento creí que rompería en llanto, así que, aprovechando eso, me animé a hablar.
-Sí, sé lo que se siente todo eso.-ella me miró con algo de asombro -y no te preocupes, no es algo con lo que vas a tener que convivir toda la vida, las personas cambian, tenlo por seguro.
Hizo un gesto con la boca como para decir algo pero yo seguí.
-Lamento haberte tratado así, es sólo que...nunca alguien me había hablado, bueno sí, pero era para insultarme, así que no cuenta. También sé lo que se siente no llevarse bien con nadie de aquí.
Ella me sonrió.
-Gracias por entenderme, y bueno....¡ahora sí!, ¿qué lees? -su pregunta me hizo reír.
-Es Demia..
-¿Demian de Hermann Hesse?- su rostro detonaba un entusiasmo genuino.
-¿Lo conoces? -mi sorpresa se podía apreciar a muchos metros de distancia. Nunca había conocido a alguien que lo conociese, por lo menos no alguien de mi edad.
-Obvio lo conozco, es uno de mis libros favoritos. Me encanta la manera en que Hesse describe a Sinclair, tan confundido con la vida, tan abrumado por los cambios, tan, simplemente eso, tan adolescente. Pero más aún como habla de Demian, una persona tan tranquila y calma. Amo la forma en que se desarrollan los hechos, y mucho más como las inquietudes de Sinclair también son nuestras inquietudes.
-Quería tan sólo intentar vivir lo que tendía a brotar espontáneamente de mi.¿porqué había de serme tan difícil? -añadí haciendo alusión a la primera cita del libro, seguido de eso nos empezamos a reir.
-Mi nombre es Lucy, un placer -me tendió la mano.
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Vitae
Random"Vitae" cuenta la historia de una adolescente que vive bajo la sombra de su perfecta hermana. Junto con su familia se muda a un pueblo alejado y rodeado de bosques. Luego de una serie de acontecimientos y sucesos desfavorables, la extraña desaparici...