Llegué a su habitación y todo parecía igual, ¡dios! ¿hasta cuándo va a estudiar esta chica?
Ella me levanta la vista.-¿Tata, hasta cuándo vas a estar aquí? -ella bajó la vista nuevamente -bueno, si no me quieres hablar no importa, solo vengo para recordarte que mañana empiezo la escuela..y para decirte... -bajo ahora mi mirada- que de verdad estoy nerviosa, no creo encajar. ¿Y sí me rechazan?
-¡todo estará bien! -mis ojos se llenaron de ilusión.
-Eso espero. Duerme bien, Te Amo.Cerré la puerta y ahora sí fui directo a mi dormitorio. Al acostarme en la cama caí rendida al instante.
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Para asistir al día de escuela me puse algo sencillo. Un pantalón negro, un pullover verde aceituna y los mismos tennis.
La escuela quedaba a cinco cuadras de mi casa. Era una escuela pública a la que también asistían personas del pueblo vecino.
Mi primer día transcurría normal, la mayoría de los chicos andaban con sus familias y hasta cierto punto me dolía. Me sentía sola, no entiendo porqué mi hermana no quiso venir. Me senté un poco cerca de la ventana, pues me gusta mucho ver los árboles. Necesitaba que ese día acabase de la forma más rápida posible y por ende, tardaba una eternidad.
A la hora de almuerzo decidí ir a uno de los árboles del patio y leer Demian de Hermann Hesse, que ahora se había convertido en mi libro favorito. Acababa de empezar el primer capítulo cuando un grupo de chicas se me acercó.
-Hey! Friki! -me dice la más delgada de todas.
-¿Qué demonios quieren? -les digo sin haber cambiado mi expresión
-¿Esa es tú manera de respondernos? ¿Quién te crees que eres?No quisieras saber quien soy, respondo para mis adentros ante la pregunta de la misma chica.
-No estoy de humor -es lo único que me limito a responder, acto seguido me levanto para dirigirme al salón, cuando una de las chicas del grupo coje mi libro y lo arroja, mi expresión cambió, estaba furiosa, y sin entenderlo las lágrimas empezaron a salir de mis ojos. Mis manos fueron hacia mis oídos y me los cubrí.
-¡Déjenme en paz! -comencé a gritar mientras lloraba.
La campana sonó avisando la entrada al salón.
-¡Estás salvada por hoy niña! -Dijo la misma chica mientras se iba seguida de su escuadrón de escualidas.
Seguí llorando en el mismo árbol, cuando todo se calmó me dirigí a mi casa, ese día ya había concluido para mí.
Al llegar fui directo al cuarto de música, encendí el viejo tocadisco con mi típica música clásica y me acosté en el suelo.
-Hoy no tengo hambre -dije mientras escuchaba música e intentaba relajarme.________________________
Me había quedado dormida en el suelo y me desperté varias horas después producto a la incomodidad. Fui a la cocina y me preparé un té. La madrugada se esfumó dando paso a la hora que debía asistir nuevamente a la escuela. No había podido dormir más.
Cuando llegué a la escuela, el mismo grupo del día anterior me daba la bienvenida, me miraban con cara de asco y hablaban por lo bajo entre ellas, parece que me había convertido en su juguete.
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Vitae
Random"Vitae" cuenta la historia de una adolescente que vive bajo la sombra de su perfecta hermana. Junto con su familia se muda a un pueblo alejado y rodeado de bosques. Luego de una serie de acontecimientos y sucesos desfavorables, la extraña desaparici...