"Des"... Conocidos [MinJun]

¡Tú!

— Ya se están realizando las investigaciones respectivas señora Park no se preocupe, tenemos a la sospechosa en la mira.

Señaló uno de los policías a la madre de Jung Min mientras hablaba con ella.

— ¿Sospechosa? Fue... ¿Una mujer? — preguntó sorprendida e intrigada por la respuesta —.

— Sí, hasta el momento en lo que se ha podido registrar en las cámaras de video de la ciudad al parecer se trataría de una mujer.

— Mh... Aún no lo comprendo, quién querría hacer daño a mi hijo y porqué una mujer...

— Por el momento es lo que tenemos hasta ahora, pero no sé preocupe trataremos de ahondar más en el caso para hallar la identidad de aquella mujer e iniciar el juicio respectivo.

— Sí por supuesto, por favor sigan investigando cómo lo han estado haciendo hasta ahora.

— No se preocupe en cuanto tengamos nueva información se lo haremos saber, que tenga un buen día.

La señora Park se despidió del oficial e ingresó a la habitación de su hijo para seguir cuidandolo, pronto llegaría Hyung Jun para reemplazarla.

Hyung Jun antes de ir a la clínica en la que se encontraba internado Jung Min, alistó todos sus cuadernos y libros que iba a necesitar y salió de su casa lo más rápido que pudo.

Tan pronto llegó, entró en la habitación de su esposo y encontró a su suegra tejiendo, ella dejó su tejido para observar al joven parado frente a la puerta.

— Hyung Jun llegaste... — sonrió —.

— Sí, disculpe la demora — hizo una pequeña reverencia —.

— ¿Almorzaste? — preguntó mientras retomaba su  tejido —.

— Sí, lo hice ¿usted también almorzó?.

— Sí, mira esto — le enseñó su tejido —.

— Es bonito — dijo al ver lo que parecía ser un suéter — ¿la está tejiendo para su esposo?.

— No, es para Jung Min ¿crees que le quedará bien el color?.

Hyung Jun vio la lana verde que pronto se convertiría en un suéter y se imaginó a Jung Min con él puesto, sonrió y abrió los labios para responderle.

— Sí, yo diría que demasiado bien. A él le gustará, se lo aseguro.

— He estado pensando y creo que te haré una a ti también... Ya sé, serán suéteres de pareja.

— ¡Qué genial! Entonces esperaré a que esté listo el mío — dijo entusiasmado —.

Poco después la señora Park se fue dejando a Hyung Jun.

Este sacó sus libros y cuadernos de apuntes para estudiar, tenía exámenes finales y debía aprobarlos a toda costa.

La carrera que estaba estudiando definitivamente no era lo suyo pero no sé permitiría fracasar, así que puso todo su empeño en estudiar.

De vez en cuando veía a Jung Min tranquilo, descansando mientras él, con los ojos dormitados y su cuerpo inclinándose inconscientemente por el cansancio el sueño poco a poco le ganaba.

Regresó a la habitación nuevamente luego de haber ido por un café, volvió a sentarse en el sillón y vio su reloj, tres de la mañana, ya había tenido suficiente, dormiría un poco.

Se acercó hasta el rostro de Jung Min, besó su frente, le acomodó los mechones de cabello que caían a su cara y le acarició una mejilla y se alejó.