Capítulo 2.

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Me quedo mirándole como una estúpida durante varios minutos.

-¿Hola? -Pasa una mano en frente de mis ojos.

-Oh, perdón, es que... -Me callo poco a poco. No puedo decirle que me había quedado observando su preciosa sonrisa, pensaría que soy idiota.

-¿Es qué...? -Dice, animando a continuar con mi frase.

-Nada, nada, lo siento. -Suspiré y me sequé el sudor de mis manos en mi pantalón.

-¿Por qué te disculpas?

-No sé, lo siento... oh, mierda. -Susurro aparto mi mirada de sus ojos.

El ríe y, oh dios, su risa es música para mis oídos. Me da igual que se este riendo de mi y de la situación, daría lo que fuera por despertarme cada mañana con ese sonido.

-Veo que estás un poco nerviosa. -Me sonríe.

Deja de hacer eso, pienso para mi misma.

-Si, es que me has asustado y... yo pensaba que no había nadie y...

-Me llamo Niall. -Dice, interrumpiendome y volviendo a sonreír.

-Em, yo... yo me llamo...

-¿No te acuerdas de cómo te llamas? -Sonríe.

-Oh mierda, deja de hacer eso. -Susurro.

-¿Hacer el qué? -Y vuelve a sonreír.

-Me llamo April. -Murmuro por fin.

-Encantado, April. -Me estrecha la mano después de colgarse al hombro el cabezal que tenía en las manos. -No eres de por aquí, ¿verdad?

-No, soy de España. Tú tampoco eres de aquí.

-Yo no, pero mis abuelos sí. Yo soy de Irlanda.

-¡Irlanda! -Repito con entusiasmo.

-Sí, ¿qué pasa?

-Nada, me encanta el país. -Me pongo un mechon de mi pelo detrás de mi oreja, bajando la mirada. -Entonces hablas inglés. -Afirmo.

-¿Lo has visitado? Sí, hablo inglés.

-No, que va, espero hacerlo algún día, igual que Londres. -Le miro. -Prefiero hablar inglés, entonces. -Digo en inglés.

-Yo vivo en Londres. -Se acerca al caballo y lo acaricia.- Mejor para mí, sinceramente. -Ríe.

-¿De verdad? -Sonrío. Él asiente.

-¡Que guay! -El vuelve a sonreír. Maldita sea. -¿Es tuyo? -Pregunto antes de formar un silencio incómodo.

-No exactamente este, pero sí.

-¿Tienes otro? -Digo sorprendida.

-Sí, tengo dos más.

-Mmmm. -Murmuro.

-¿Quieres montar? -Pregunta.

-Em, no. No puedo, tengo una cena con mis abuelos y unos vecinos ahora mismo.

-A ver si lo adivino... ¿Con Nita y Xavier?

-¿Sí? Creo que sí.

-También son mis vecinos, y también voy a la cena con mis abuelos.

-Oh, genial, al menos ahora ya conozco a alguien.

-Aún así, ¿quieres montar? Creo que eso sería mejor que estar en una mesa rodeados de viejos. -Me guiña el ojo y me derrito.

-No creo que sea buena idea. Mis abuelos estarán preocupados por mí.

-Oh vamos, será divertido.

-Está bien. -Apenas articulo. Trago saliva y él sonríe victorioso.

-Toma, ponle el cabezal y sigueme con él.-Me da el cabezal y hago lo que me dice. Después le sigo, haciendo que caminara el caballo junto a nosotros, hasta llegar a un pequeño establo. Allí hay dos caballos más; uno blanco y otro grisáceo. -Coge la silla. Está en ese cuartito. -Me señala una puerta en frente a la izquierda.

Voy hacia allí y cojo la primera silla que veo. Se la pongo al caballo marrón, el cual iba a ser el que montaría yo ya que según Niall, le he caído bien, y vuelvo al cuartito a buscar las riendas.

-¿Lista? -Pregunta cuando ya he terminado de preparar al caballo. Alzo la vista y veo que él también ha preparado al suyo; el caballo blanco.

-Sí. -Murmuro.

Pongo el pie en uno de los estribos y me impulso hacia arriba, pero no llego a subirme del todo. Voy a colocar el estribo más bajo para poder llegar mejor pero Niall me lo impide.

-Yo te ayudo, así no tendrás que volverlo a colocar desde arriba. -Asiento. -Pon el pie en el estribo y agarra tus manos a la silla y al pelo del caballo. -Hago lo que me dice.

Noto como coloca sus manos a los lados de mi cadera y me estremezco con su tacto. Me impulsa hacia arriba y llego a sentarme en la silla.

-Gracias. -Susurro. Él me dedica una de sus sonrisas y monta en su caballo.

-Tú primero. -Me indica, señalando con su mano el camino.

-Pero yo no conozco muy bien esto. Podríamos perdernos.

-Buenos, no me importaría perderme si es en tu compañia.

Le miro y sonrío, ruborizandome un poco. Agarro las riendas y empiezo a trotar.

No sabría decir muy bien por donde hemos ido, porque no tengo ni idea de donde nos encontramos, pero si puedo decir que es precioso. Hemos cabalgado por la orilla de un río y ahora estamos viendo el atardecer sentados en el prado del al lado del establo.

-Deberíamos ir yendo. -Se levanta y me tiende su mano para ayudar a levantarme.

-Claro. -Murmuro alargando mi mano a la suya.

Cuando dejamos los caballos metidos en el establo, caminamos por la misma carretera en la que yo había venido y llegamos, en a penas unos minutos, a la carpa.

-Hola. -Saludamos los dos a la vez mientras entramos.

-Vaya, vaya, vaya. ¿Ya os conocéis? -Dijo un señor de los que estaban alrededor de la mesa.

-April. -Mi abuela se levanta de su asiento y se acerca a nosotros. -Te presento a Xavier. -Le doy dos besos al señor que acaba de hacer el comentario.

-Encantada.

Saludo a todos los allí presentes de la misma manera y me siento junto a Niall empezando a cenar al momento.

Déjate llevar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora