" 1 años después"
—¡Minie apúrate que llegas tarde al trabajo! —alarie desde la sala donde acomodaba mis proyectos en el bolso y organizaba la sala en la que me encontraba.
—Le dije a YoonGi que llegaría tarde porque me había quedado dormido. —apareció por el umbral rascando su cabello rubio. La sudadera que llevaba mostrando una parte de sus clavículas descubiertas y pálidas.
Mi novio es sexy. Sip, eso todo el mundo lo sabe.
¿Qué ha pasado en todo este tiempo? Pues ya te cuento. Minie y yo vivimos juntos, el comenzó a estudiar en la universidad y trabaja junto a YoonGi en la tienda de mascotas mientras yo trabajo en la empresa de arquitectura. Los dos llevamos una relación muy estrecha casi de una pareja de casados. Minie a había cambiado desde aquel entonces. Ahora es un chico normal, -aún con algunas costumbres de perro- común y corriente.-retiro lo dicho, jamás será normal. Él es especial, peculiar, porque yo lo digo-.
—¿Hoy saldremos cierto? —se acerca a mí rodeando cintura con sus brazos apegándome a su calientito cuerpo que hacía unos segundos salió de la ducha—. Recuerda que es nuestro aniversario. —me dijo, dándome un pequeño beso en la sien. Jugueteé con el collar que le había comprado por navidad el año pasado, rasurado con su nombre. Me gustaba como se veía en su cuello. Realmente elegante, ligero, fino y perfecto para él. Me deje caer en sus hombro con mis brazos y hundí mi boca con la suya en un ligero beso.
—Te quiero tonto. —él sonrió de momento y me repartió pequeños besos en toda la extensión de mi rostro.
—Yo también te quiero mamá. —fruncí el ceño cruzándome de brazos. Odiaba cuando me decía mamá, e incluso pedófila. No era mi culpa que Jimin fuese menor que yo -supuestamente y solo por unos añitos- y que lo cuidase mucho.
Realmente me gustaba mucho más ese Jimin que había conocido un día luego de la universidad, en la que no sabía hablar demasiado. Jimin aprendía demasiado rápido, o Nam Joon era un excelente profesor.
—Y me vuelves a decir mamá y te juro que hoy no comemos pizza. —chillé. El comenzó a reír y me cargo en sus brazos, tumbándonos juntos al sofá que acababa de arreglar. Lo mataría pero si me estaba mimando pasaba.
—¿Y qué más me darás como regalo aparte de la pizza? —besó mi mejilla y luego mi clavícula. Suspire indecisa mirándole. Mis dedos adentrándose en su cabellera sedosa, luego pasando por su frente, el tronco de su nariz, la punta de esta, sus labios llevándome un pequeño mordisco de su parte que me hizo reír.
—¿Qué quieres que te regale? —él puso un semblante de pensativo y luego sonrió, posando rápidamente sus labios sobre los míos en un pequeño beso.
—Te quiero a ti. —susurró.
—Y cuantas veces más me quieres a mí, ¿no te basta una vez al mes? —negó divertido.
—Nunca me bastas —reí mientras escachaba sus cachetes y los jalaba de lado a lado, antes de dejarle unos besos—. Vamos, no queremos ver a YoonGi gruñón.
Jimin y yo salimos juntos del departamento. Dejaría a Minie en la tienda de mascotas y tomaría mi bus hasta la empresa. Aún me sobraba tiempo de ir temprano. Llegamos al local adentrándonos en la pequeña y acogedora tienda que siempre me daba buenos recuerdos y alegrarme de haber pasado por allí aquel día. Mantenía aquel color atardecer que exponía cierto sentimiento de paz en el interior.
—¡Hasta que al fin llegan! —salió YoonGi de la puerta del almacén con una sonrisa irónica mientras limpiaba sus manos.
—¡Hola Yonnie! —saludó Jimin al mayor quien le guiñó un ojo e iba a la caja.
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𝐏𝐮𝐩𝐩𝐲, 𝐈𝐭'𝐬 𝐓𝐡𝐚𝐭 𝐘𝐨𝐮? • [𝐏.𝐉.𝐌]. 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚
Fanfiction-¿Pu-pp-y e-res tú? -le dije mientras tartamudeaba incapaz de hablar. Él solo me observó incrédulo y arrascó su cabello platino dudoso. ⚠ Apartado distribuido por la plataforma de Wattpad. Todos los derechos reservados a la autora. No se permite qu...