XIII

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«Estoy escapando de la confusión porque ahora puedo verte.
Tú.
El signo de interrogación vaga al rededor de mi cabeza.
La pregunta es un suspiro, escupo la frustración.
Ahora que te encontré puedo detenerme completamente y puedo dejar escapar un suspiro de alivio
Tú.
Yo soy tu...

Stray Kids - You»

JeongIn había estado pensando en silencio sobre todo lo ocurrido, no podía evitar sentirse fatal al ver al chico que le había cuidado desde siempre en esa circunstancia... Pero definitivamente tampoco podría ofrecerle mas que una simple hermandad como hasta aquel momento. Jamas hubiese imaginado estar en tal situación y mas aun por que, tampoco se había dado cuenta del momento exacto en el que toda su atención se había enfocado en Chan, tal vez el compartir tanto tiempo a solas... Aunque no se comparaba con el tiempo viviendo junto a SeungMin.
¿Porque debía sentirse así por el y no por Seung? ¿Como era que uno definía a quien veía como amigo, hermano... O con amor?
El joven se levanto de la cama y salio en busca de la habitación de Chan, merecía una disculpa y nadie se había tomado la molestia de dársela, incluso el le había inmovilizado cuando era justo que se defendiese el mismo.
Una vez frente a la puerta, elevó la mano dispuesto a golpear esta, pero antes de conseguirlo aquel rubio abrió, mirándole inexpresivo como de costumbre.

-¿Necesitabas algo? -Cuestiono girando el rostro, JeongIn pudo ver lo inflamada que se encontraba su mandibula.
<Lo siento... >

Chan fingió no sorprenderse de que para aquellos momentos no fuese necesario el contacto para escucharle. Aun cuando moría de curiosidad por saber como había dominado aquello.

<Por lo que hizo SeungMin, por no dejarte mover. Lo siento por todo. Lamento siempre meterte en problemas>
-El te ama. -Menciono el mayor aun sin mirarle. -Lo entiendo. -También hubiese reaccionado asi si veía a alguien mas cerca de ti- -Aquel pensamiento de Chan había sonado en la cabeza de JeongIn haciéndole sonrojarse. El menor estaba seguro de que las palabras no habían salido de los labios ajenos, pero de algo que si estaba seguro era que habían sido de Chan. Su corazón golpeteaba con fuerza.

<¿Me dejas ayudarte con eso?>

El mas alto se giro de vuelta a la habitación sin decir nada y JeongIn entró detrás de el. El mayor se sentó sobre la cama y Jeong se acerco a mirar el golpe , toco la zona y un suave quejido escapó de los labios ajenos haciéndole alejarse un poco nuevamente. A penas volvió a tocarle cerro los ojos y se concentró aliviando de a poco el dolor de su contrario.
En aquella habitación no había luz, lo único que alumbraba levemente eran los rayos de luna que se colaban por entre la ventana abierta, la piel ajena brillaba demasiado desde aquel ángulo y sus ojos parecían del mismo color que aquella luz. No había separado su mano del rostro de Chan y sus ojos se posicionaron sobre los carnosos labios rosas de su compañero, antes no había podido disfrutar de el, pero en aquel momento, solos, no había modo de evitarlo.
Aun con su inexperiencia se acerco a tomar el suave labio inferior del mayor repitiendo la escena de horas antes, esta vez pudo deleitarse con lo suave que era, Chan tampoco era un experto en aquellas cosas, pero sabia que no podía ser el peor, con delicadeza inició algunos movimientos turnándose para tener el labio superior e inferior ajeno entre los de el.
No se explicaba como era posible que el contacto con JeongIn fuera casi glorioso y antes de poder parar deseaba sólo seguir y seguir. Gracias a la posición en la que se encontraban había sido sencillo tomar al joven por los muslos y acomodarlo en su regazo de modo que pudiesen seguir con aquellos besos que, aun con torpeza se volvían mas y mas pasionales. Sus fuertes brazos rodearon la cintura de JeongIn y este a su vez se había aferrado al cuello del mayor, sus dedos se habían entrelazado con los cabellos de su nuca y su corazón mantenía un ritmo sumamente acelerado. En cuanto los labios del rubio se despegaron de los suyos una oleada de decepción invadió al menor, pero sin previo aviso estos comenzaron a pasearse por su cuello y garganta hasta alcanzar su pecho, Chan no era una persona paciente y aquella tela estorbaba demasiado, con ambas manos arranco la playera que JeongIn llevaba dejando su torso desnudo, apartó la tela y de un ágil movimiento acomodo al menor sobre la cama y debajo de su cuerpo. Sus ojos se encontraron por un segundo, Chan no tenia intenciones de detenerse y JeongIn no pensaba pararlo, fue lo único que ambos tenían por decir.
El camino húmedo que los labios de Chan habían formado en el pecho de JeongIn le causaba un escalofrío por cada zona de cuerpo, el cosquilleo en su interior era una sensación totalmente nueva e incluso había conseguido una erección, Chan por su parte no se había quedado atrás, los pantalones comenzaban a ser incómodos y lo duro que estaba le empezaba a causar dolor, JeongIn necesitaba sentir mas, exigía mas del mayor.
El rubio tiro del pantalón ajeno así como su ropa interior y se deleito durante algunos segundos con la perfecta imagen que presenciaba; JeongIn era casi nada de músculo, sus piernas eran suaves y delgadas y su pene incluso era de un color rosado perfecto, su piel era mas blanca que la de el mismo y el contraste con su oscuro cabello y la suplica de sus ojos le estaba haciendo perder los estribos.
Llevó una de sus manos hasta sostener la erección del joven quien solo pudo abrir los labios ligeramente y cerro los ojos deleitándose con cada segundo que transcurría. Las grandes manos de Chan eran cuidadosas a pesar de todo, le tomaban con cierta brusquedad pero jamas le hacían daño.
No había pasado mucho antes de que JeongIn experimentará una nueva sensación, su cuerpo iniciaba con algunas dilataciones, era casi como si desease tener a Chan dentro, el rubio había procedido a quitarse el mismo cada prenda, el bajo no podía creer que veía una vez mas ese bien definido cuerpo y mas aun que le tendría a aquella distancia, su respiración sonaba entrecortada y miraba al mayor como algo irreal, este se colocó entre las piernas del chico y sin apartar la mirada de la ajena bajo besando su abdomen y vientre hasta separar sus piernas aun mas y enterrar su rostro en uno de los muslos internos de JeongIn haciéndole retorcerse a cada mordida y lamida de su mayor, antes de seguir con sus acciones empapo un par de dedos en su propia boca y los dirigió a la entrada tan firme del pequeño. Con ayuda de cada estímulo que su boca causaba entre aquellas sensibles zonas por las que paseaba , pudo introducir poco a poco uno de sus dedos hasta llegar a fondo, JeongIn se contraía y su silencio mataba a Chan, no sabia como se encontraba y sin pensar demasiado en ello un segundo dedo fue introducido en la entrada del joven quién dejo caer su cabeza hacia atrás, era sumamente doloroso y no supo cuanto tiempo paso antes de que este se convirtiera en placer.
Chan se levanto un instante considerando que JeongIn estaba listo y un hilillo de su propia saliva cayo lubricando su propio pene en conjunto con su liquido preseminal, los chapoteos que sonaron al momento que Chan esparció aquel lubricante natural hicieron que el joven tomase el color de un tomate, el rubio descanso los tobillos ajenos sobre sus hombros y perfiló su erección en la justa entrada de su menor hundiéndose de lleno deleitándose por la expresión de Jeong quien respiraba agitado.
Espero unos segundos antes de comenzar sus movimientos, juraba que no podía existir nada como aquello, el joven era tan flexible que le permitía jugar con su cuerpo mientras le embestía, sentía su falo salir casi por completo antes de volver a entrar. Era en verdad una lástima que el chico no pudiese soltar ningún sonido, pero a la vez hacia que los gruñidos excitados de Chan se adueñaran de la escena.
JeongIn sentía como todo en su interior revoloteaba, sus entrañas cosquilleaban con mucha fuerza y su palpitante erección bombeaba cada vez mas hasta que explotó consiguiendo que su espalda se arqueara. Chan esbozó una sonrisa maliciosa y placentera, pero aun cuando noto que JeongIn había alcanzado su orgasmo no se detuvo, el interior ajeno le estaba ahorcando con tal fuerza que el mismo arremetía con fiereza contra el chico, sus muslos chocaban contra la suave piel del trasero del menor y aun si deseaba no ser tan brusco el rojizo color que su piel había adoptado por el choque entre ambos excitaba mas a Chan.

-JeongIn... Porque demonios me haces perder la cordura. -La voz grave del mayor había conseguido penetrar a los sensibles oídos de su contrario, se encontraba tan excitado que sin pensarlo, gracias a ello volvió a correrse. El sudor en su blanquecina piel parecía brillar de mas, Chan se acerco a su cuello succionando una de las gotas que corrían por este dejando a su paso la zona rojiza.
Se sentía en su límite , acerco sus labios hasta los ajenos y con una desesperación increíble busco lamerlos y morderlos a su placer consiguiendo sacar un poco de sangre del inferior contrario al momento que vaciaba toda su esencia en el interior del pequeño.

Se detuvo con lentitud y una vez que recuperó el aliento observó a JeongIn, le miraba fijo y aun no conseguía obtener una respiración relajada. Los cabellos de su frente y sien se pegaban a su piel y el cansancio se notaba en su mirada. Chan saco su pene lentamente y suspiro dejándose caer sobre la cama exhausto. Algo en el se sentía mal... Había perdido contra su fuerza de voluntad y había hecho suyo al menor ignorando todo a su alrededor, a decir verdad era perfecto y el tener a JeongIn a su lado, mirándole con esos hermosos ojos estaba invadiendo su mente mas que nada en el mundo.
El joven comenzaba a cerrar los ojos, las palabras habían sobrado, aunque JeongIn ahora podía comunicarse con el , se había limitado a disfrutar, de no ser porque se había venido dos veces tal vez Chan dudaría sobre si le había encantado tanto como a el, pero su cuerpo había expresado todo por su cuenta. Aquella noche ambos durmieron tranquilos, dejando de lado absolutamente todo.

Miroh : CléDonde viven las historias. Descúbrelo ahora