Sinfonia Plateada

.07

Unas semanas después

Dejó salir la última melodía de las cuerdas del arpa y sonrió cuando Sophie entra a la habitación. Observó su traje de combate y suspiró un poco.

—Buenos días, señorita Collins— dice con su habitual calma, mientras busca alguno de mis vestidos y hago una mueca. Me sentía más cómoda con el uniforma de combate que llevar esa cosa.

Camino hasta ella y suspiró fuertemente provocando que soltara una risita. Me sostengo de uno de los pilares de la cama, mientras está amarra mi corsé, por suerte no lo ajustaba demasiado, ya que tenia buen físico. Observó mi reflejo en el espejo y aparto un mechón de mi oscuro cabello. Mis ojos eran de un bonito verde aunque esta mañana lucían más brillantes.

—Listo, debo decir que el rojo le favorece mucho—

—Gracias Sophie, seguramente también te verías bien y si quieres puedes tomar alguno de los míos. La verdad no me gustan tanto los vestidos— digo con una sonrisa en mis labios al ver un leve sonrojo.

—Oh no, yo no puedo hacer eso, ya sabe son sus vestidos—

—Pero, considéralo un regalo y vamos que se te hace tarde para entrenar—

Salimos de la habitación y nos dirigimos hacia el comedor, mientras hablamos de varias cosas. Me siento en mi lugar habitual, mientras Charlotte verifica unos papeles y Henry le muestra a todos uno de sus inventos.

—¡Por el ángel!— dice Will con histeria cuando el sensor en la mano de Henry explota provocando que su cara se tiñe de negro.

—Pensé que iba a funcionar.. quizás si cambio esta pieza por una más pequeña—

—De eso nada, eres un peligro para nosotros, ya te he dicho que no eres inventor— el moreno rueda los ojos con fastidio para ver como Charlotte lo riñe

El desayuno pasa con rapidez y decido ir a la biblioteca. De camino a la misma escucho a los hermanos Lightwood batirse en una acalorada discusión. Uno decía que debían permanecer con su padre y otro le contradecía. Al final hubo un silencio sepulcral, pero uno de ellos confesó que estaban de espías de para saber los movimientos de Charlotte.

<<Por el ángel.. ¿que se supone que haga con esa información? ¿Dejarlo pasar o notificarle a Charlotte?>>

Decido irme a la biblioteca, y al llegar sonrió al a Iglesia acostado sobre un atril. Pasó mis dedos por los lomos de los libros en los estantes y sonrió.

—Sabía que te encontraría aquí. ¿Cómo te encuentras?— aparto la mano con rapidez de los libros y miró a Jem.

—Estoy bien, ¿y tú?—

—Consideró que estoy bien y gracias por preguntar. ¿Buscando alguna aventura literaria?—

Observó el bastón de su mano y luego fijó mi mirada en sus ojos para luego sonreír. Me daba una curiosidad terrible el porqué de su cabello o ojos.

—Un libro es un escape a la realidad, pero contestando tu pregunta si— sonrió un poco y le veo mirar los libros con curiosidad para luego ver como saca un libro y me lo extiende.

—¿Quieres decirme algo? lo veo en tus ojos—

Sostengo el libro con fuerza contra mi pecho y luego muerdo mi labio para bajar la mirada a mis botas con tacón. Elevó la cabeza y niego despacio, pero su ceja elevada me confronta.

—Escuche algo y no se que hacer con eso—

—¿Eso afecta a otra persona?— frunzo mis labios y asiento despacio, se sienta con elegancia en una silla y sostiene el bastón entre sus manos, mientras habla despacio para entenderle.

—Así es o eso creo.. ¿que debo hacer?—

Me siento a un lado de él y toco el dije de mariposa azul de mi cuello para mirar sus labios y entenderle. Desde aquel abrazo nos hicimos un poco más cercanos, pero seguía poniendo resistencia.

—Decir la verdad cueste lo que cueste, se que harás lo correcto y piensa que estarás haciendo un bien—

Se que tiene razón y ya se que tengo que decirle a Charlotte, para que esté alerta. Me colocó en pie al igual que el y sostengo mi falda para caminar hacia la puerta.

—Gracias Jem—

— ¿Perdiste a alguien especial, verdad? Es lo que me revela tu música en las noches—

Guardó silencio a la vez que le miraba sin ninguna expresión en el rostro. Su mirada es insistente, pero no de forma incómoda. Respiro hondo y humedezco mis labios.

—No, no he perdido a nadie especial—

Salgo de la biblioteca y camino apresurada a mi habitación. Estaba mintiendo, pero no quería a nadie a mi alrededor. En cierto punto entendía a William. Este alejaba a todos con sus comentarios crueles aunque no sabía el porqué, pero se que tenía alguna razón para ello. Entro a la habitación y cierro la puerta con fuerza. Escucho que tocan la misma y aparto varios cabellos para luego abrir.

—Se que esto no es de mi incumbencia, pero ¿ estás bien?— me quedo pasmada al ver a Will preguntarme eso cuando no era propio de él. Veo que me hace una seña de que lo siga y eso hago. Sin saber que esa alma rota podría entender mi dolor.

Gracias a todos los que han leído o votado significa mucho para mi. La protagonista es interpretada por Danielle Campbell, pero pueden imaginarse a quien deseen.

Att. L 🌟