El viento sopla sin cesar a la vez que el sol brilla con su máximo explendor. Mi corazón danza dentro de mi pecho a la vez que aliso mi vestido de boda. Han pasado tres meses desde que derrotamos a los autómatas y incendiado el instituto de New York. Arrastró el labial carmesí sobre mi labio inferior y suspiró nerviosa. Hoy mas que nunca he aprendido lo que es amar y la lealtad. No le queda mucho tiempo a Jem así que decidí amarlo hasta su último suspiro. Observó mi reflejo en el espejo y siento mis lágrimas acumularse en mis ojos. No estaba preparada para perderlo, pero si para amarlo hasta el infinito.
—Daiana, date prisa— dice Will con voz quejumbrosa. Ruedo los ojos con diversión y despejó mis pensamientos.
—Ya voy vieja conchuda— respondo en medio de una risa, mientras escucho un bufido.
Abro la puerta y sonrió satisfecha al ver la cara de Will. Había logrado mi objetivo. Estar deslumbrante. Se coloca a mi lado a la vez que me ofrece su brazo.
—Estas muy hermosa— le miro sorprendida ya que es poco usual de el, pero le agradezco.
El instituto de Paris tenía un amplio terreno. Observó secretamente a los invitados y el pequeño, pero elegante arco lleno de rosas violetas con detalles azules en el cual me espera un nervioso prometido. Cada invitado toma asiento y suelto una respiración. Comienzo a caminar con Will hacia el alta improvisado y sonrió al ver a Jem con un traje negro y camisa blanca.
<<Es posible ser tan guapo a cada minuto>>
Siento mis ojos humedecerse, pero elevo mi mirada al cielo para no llorar. Estaba alegre, pero en mi corazón sentía tristeza. Hoy me entregaba un amigo y no mi padre. Hubiera dado mi alma porque estuvieran en este día especial. Llego al lado de Jem, mientras agarro su mano con suavidad.
—Nunca he visto flor más bella que tu— mis mejillas se sonrojan y me coloco frente a el a la vez que el hermano silencioso nos guía en la ceremonia. Siento el escozor de mi runa matrimonial en mi mano. Al llegar mi turno veo como desabotona un poco su camisa y me señala su área del pecho.
—Te amare hasta mi último suspiro— decimos al unísono. Su mano me acerca más a su cuerpo, mientras sus ojos me examinan.
Con un beso profundo y suave sellamos esas palabras mientras que los estallidos de aplausos me sobresaltan.
🦋.
Uno año después...
Un cielo gris cae sobre mi cabeza, mientras el viento sopla mi vestido blanco perla. Las lágrimas siguen bajando por mis sonrojadas mejillas. Dejo un beso en la frente de mi hija y muerdo mi labio inferior. Aquí estábamos visitando la tumba de su padre. Aún no podía creer que no estuviera a mi lado, pero me sentía satisfecha porque lo amé con cada latido de mi corazón. Me dejo un pequeño pedazo de él y eso me da fortaleza. Will y Tessa se casaron al poco tiempo de nosotros. Estos siguen agrandando la familia con su tercer hijo, mientras que ahora son directores del instituto de New York. Si, Magnus nos ayudo a remodelarlo y quedó bastante bien aunque Magnus quedo devastado, ya que no le permitieron decorar con brillos. Actualmente, soy instructora en el instituto de Paris. Por otra parte, la pequeña Sophie se casó con el joven Gideon Lightwood y administran el instituto de España aunque ayudan a los niños cazadores con su adiestramiento.
Mi vida ha pasado por una metamorfosis. He crecido y ahora puedo extender mis alas con fuerza. No sé qué me deparará el destino, pero estoy dispuesta a enfrentar cualquier cosa hasta mi último suspiro.
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Sinfonia Plateada
RomanceDaiana Collins, tras la muerte trágica de sus padres decide embarcarse en la misión más importante de su vida. Al ser transferida, al Instituto de Londres tendrá que enfrentarse a pruebas de las cuales no ha sido entrenada. ¿Cómo enfrentarse al amo...