El silencio es la sensación más fuerte que experimenta un alma en ruido. Acaricio las cuerdas de mi arpa, con la intension de callar mi mente. Un recuerdo se repetía en cámara lenta. Nunca podré olvidar el contacto con sus labios.
<<Daiana... debes de olvidarte de eso. El se casará hoy>>
Dejo de tocar el arpa para después mirar por la ventana. Observó a Charlotte dando órdenes para la ceremonia. Desvió la mirada para después suspirar. Me colocó mi dije de mariposa para después salir de la habitación. El pulso martillea con fuerza contra mi cuello, quizás no quería encontrarme con ninguno de los novios.
<<Vamos.. no vendré a la ceremonia.. sería hipócrita de mi parte>>
Escucho que alguien dice mi nombre, al voltear veo a Jem, pero se queda estático en su lugar. Una mirada silente compartimos, pero no podía seguir ahí un minuto más. Siento algo frío resbalando por mi piel y al elevar la mirada siento las gotas en mi rostro. Trago el nudo en mi garganta para después elevar mi voz.
—Jem...
No podía decir nada más. Agarro la falda de mi vestido y comienzo a caminar. Otra vez mi nombre sale de sus labios, pero no volteo esta vez. Si lo hacía terminaría con el corazón roto. Me recuesto de la baranda que da al gran reloj de Londres. No me importaba estar mojada y hasta cierto punto me sentía relajada.
<<No puedo contener mis sentimientos... ¿por que siempre nos enamoramos de un corazón ajeno?>>
Las gotas siguen cayendo sobre mi cuerpo y cierro mis ojos para oler ese toque peculiar de la lluvia, mientras pienso en que quizás deba de volver a Paris.
Campanas suenan...
PDV Jem
Observó los presentes en aquella sala y suspiro un poco, a la vez que veo a Will al final del altar. Este me mira confundido, ya que debía estar a su lado, pero había hablo con Tessa. Aun sus palabras seguían en mi memoria.
—No puedes condenar a tu corazón a esto. Ahora se como será mi boda y las emociones que sentiré, pero cariño, en tus ojos no hay ese brillo que tiene el novio al ver a su amada—
Desabrocho mi lazo a la vez que escucho a Will llamarme para explicarle que sucedía, pero no me detengo. El tiempo corría y no podía dejar que esa delicada mariposa se fuera.
<<Espero que no se haya ido a Paris porque sino tendría que pagarle a Magnus para que me llevara>>
Me detengo de forma abrupta al ver a Daiana al lado del brujo y abro mis ojos al ver cómo hay un portal frente a ella. Mi cerebro recibe una orden y la ejecuto sin palabras. Comienzo a correr hacia ella, mientras grito su nombre. Esta se queda estática y sorprendida en su lugar. Magnus desaparece en un portal y evito reírme. Allí estaba tan hermosa y solo me permito sonreír.
— Necesito expresarte lo que siento porque me volveré desquiciado. Ese beso lo recuerdo cada momento y quiero repetirlo a cada instante. Agitas mi corazón cuando estás cerca y tengo la necesidad de cuidarte. Quiero ver tu rostro al levantarme. No me pidas que me vaya porque no me iré. Deseo que mi mundo seas tú y que en lo poco que tenga de vida seas parte de mi.
Acaricio su mejilla con suavidad, mientras veo como cierra sus ojos ante el tacto íntimo que compartimos. Veo que va a responder, pero anhelaba besarle. Cierro mis ojos y colocó mis manos en su fino cuello para después sentir el roce de sus labios. La lluvia nos da su bendición a la vez que siento pequeñas alas batir a nuestro alrededor. Cuando me separo por la falta de oxígeno veo muchas mariposas azules y sonrió.
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Sinfonia Plateada
RomanceDaiana Collins, tras la muerte trágica de sus padres decide embarcarse en la misión más importante de su vida. Al ser transferida, al Instituto de Londres tendrá que enfrentarse a pruebas de las cuales no ha sido entrenada. ¿Cómo enfrentarse al amo...