El Encuentro

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No podía dejar de ver el reloj que se encontraba en la encimera color café que estaba en la sala, Izzy pasaría a buscarla en menos de media hora y ella ya estaba más que lista. Era estúpido sentirse así de nerviosa pero en realidad no sabía como más sentirse. No había salido con nadie desde la universidad, cuando salió con Edward Thompson, el hijo perfecto del mejor amigo de su padre.

Salieron un par de años hasta que encontró su relación terriblemente monótona y el que él haya pedido su mano en compromiso solo agrababa las cosas. No quería esa vida. Terminó por dejarlo, lo que ocasionó una pelea con su padre. Pero le dió igual, ¿la pareja perfecta de doctores que se enamoran y quieren salvar al mundo? Ya había escuchado esa historia y no acababa bien.

Se miraba en el espejo mientras veía que todo estuviese en orden: párpados delineados, labios entintados, había optado por una falda entubada de cuero negro dos dedos debajo de la rodilla y un top sencillo de tirantes del mismo material y unos tacones abiertos color negro, después de todo era una presentación de rock. Su rizado cabello castaño suelto y por supuesto, su infaltable Chanel No. 5.

Terminaba de meter en su bolso un poco de cocaína y cigarrillos cuando escuchó el timbre, las piernas le empezaron a fallar pero debía guardar compostura. Izzy no debía saber el efecto que tenía sobre ella. Marchó a paso seguro a la puerta y la abrió. Se encontró con los ojos verdes amielados del muchacho pelinegro que la observaba maravillado. Le dedicó una sonrisa
—Te ves muy guapa— le comentó el chico mientras la observaba de pies a cabeza dandole caladas a su cigarrillo. Ella simplemente volteó hacia otro lado para que el no notara como enrojecía.
—Gracias, tu también te ves muy bien Izzy— Usaba una camisa negra con pequeñísimos círculos café, encima un chaleco y unos jeans negros ajustados. Bajo su alborotado cabello negro se asomaba una bandana y no podían faltar sus pulseras y collares. Se veía... Sexy.

—Será mejor que nos vayamos, pasaremos a un lugar antes de ir al Whiskey—
—¿A donde iremos?—preguntó la muchacha mientras cerraba la puerta.
—Quiero que conozcas a algunas personas—dijo como si nada.
—Bien—bajaron y rápidamente  cogieron un taxi. Se bajaron frente a un edificio algo viejo cerca del Sunset Strip. Caminaron hacia él e instintivamente sostuvo más de cerca su bolso. No quería hacerlo sentir mal pero ese lugar le daba miedo. Llegaron a un departamento e Izzy sacó unas llaves y abrió la puerta, supuso que vivía ahí.
Entraron y un grupo de chicos y chicas estaban ahí platicando animadamente, se detuvieron de manera abrupta en cuanto los vieron.

—Bueno, bueno, mira lo que el gato trajo— Izzy rodó los ojos en cuanto el pelirrojo habló.
—Como sea, Emma—se dirigió a la chica— te quería presentar a Vicky, es una especie de representante, quería que la conocieras para que estés con ella durante el show. Vicky, Emma— una chica un poco mayor que el resto del grupo se levantó y fue a saludarla.

—Bien, vamos— le hizo a Emma un ademán para seguirlo.
—Ah, ¿hola?, nosotros también estamos aquí, imbécil— dijo un pelirrojo indignado. Izzy bufó.
—Bien, Emma, ellos son Axl,—señalando al pelirrojo—el de chinos Slash, el de la sonrisa estúpida es Steven, encima de él está su novia Adriana, y el rubio teñido es Duff. Todos, ella es Emma. ¿Contentos? Bien, adiós.—Emma lo miró ceñuda y les dedicó una sonrisa.

—Bien preciosa, ¿de donde saliste? — dijo Axl mirándola sin ningún pudor. Disimuladamente, Izzy la atrajo más a él, fingiendo desinterés. En realidad sí quería que los chicos de la banda la conocieran, quería que vieran que estaba con él y que no estuvieran jodiendo con ella.
—Mi nombre es Emma y no salí de ningún lado, Izzy y yo somos... Bueno, se podría decir que somos amigos, nos conocimos hace poco. Me invitó a escucharlo tocar y aquí estoy.
—¿Seguiremos con el tercer grado o ya nos podemos ir?— preguntó un malhumorado Izzy a sus amigos.
—Por supuesto que no, queremos conocer a quién ha tenido pensativo a nuestro amigo estos últimos días— dijo de manera cisañoza quién se hacía llamar Slash.
—Jódanse— Izzy les mostró el dedo de en medio, tomó de la mano a la castaña y la guió rápidamente a un pasillo. Emma no pudo evitar sonrojarse al saber que Izzy también había estado pensando en ella. Se despidió con la mano y casi corrió para ir a la par que él. Entraron a un cuarto que a diferencia del resto de la casa estaba inmaculdamente limipio.

Backstage - Nikki Sixx/Izzy Stradlin by N.P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora