Parte 1

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IZZY

Laffayete, Indiana

Déjenme presentarles a Jeffrey Dean Isbell. Contrario a la señorita Emma, Jeffrey no nació en una cuna de oro. Nació un 8 de abril en los tormentos 62, en un hogar más o menos roto, con un padre que se empleaba como grabador y una madre telefonista. No ganaban mucho, pero nunca les faltó nada. Y el nunca pidió de más.

Su familia terminó de romperse cuando su padre los abandonó cuando el tenía ocho años, pobre pequeño Jeffrey, se decía a sí mismo que no importaba. No era necesario en su vida. Que mentiroso. Lo último que supo de él fue que se había largado a Florida y tuvo otra familia allá. Al parecer el y su madre no eran suficiente. Y eso no le importaba en lo más mínimo.

Todos le creían, ¿cómo no? A Jeffrey parecía no importarle nada más, de hecho, su mera existencia parecía no importarle en absoluto. Aunque si había una cosa que lo motivara a mover el culo de su cama todos los dias, era la música.

Jeff amaba la música, había jodido a su madre y a su abuela un mes completo después de que su padre se fuese para que le comprasen una batería. Y después de mucho insistir su abuela le regaló su antigua batería de cuando tocaba jazz con su grupo de amigas. En realidad ahí había nacido todo. Jeff visitaba a su abuela cuando ensayaba con sus amigas y escuchaba atentamente cada riff, cada bombeo, cada nota e imaginaba un sin fin de otras composiciones. Las notas bailaban en su cabeza y se perdía en acordes imaginarios. La música lo mantuvo vivo.

No es que fuera un inadaptado social, prefería simplemente no tratar con los demás personas, ¿porqué? Simplemente le gustaba estar así. Los demás no podían comprenderlo. No le gustaban los dilemas y era un gran dilema entre los chicos de Laffayette escoger un bando: o eras deportista o eras un vago drogadicto, Jeff, no pertenecía a ninguno. Definitivamente no era un chico deportista, y aunque de vez en cuando fumaba hierba no era un junkie. Así que no encajaba en ningún grupo.

Al menos hasta que un primer día de clases, un estruendo en Jefferson High llamó la atención de toda su clase: un pelirrojo corría y reía a carcajadas mientras que una hordaza de profesores lo perseguía. A su paso iba destruyendo todo lo que podía.

Había visto a ese niño con anterioridad, lo reconoció como el hijo del pastor de la iglesia. Lo sabía porque anteriormente su madre lo obligaba a asistir a la iglesia hasta que se reveló y dejó de hacerlo. Sin embargo, en ese breve lapso pudo notar al pelirrojo.

Llamaba su atención siempre a la hora en el que el coro hacía su aparición, pues el chico tenía una voz muy potente. Sin embargo, nunca le habló, no veía el sentido, a parte sería estúpido ir a presentarse y felicitarlo por su voz. Quedaría como un jodido idiota. Dejó de verlo después de que un día, en lugar de las espantosas alabanzas, se escuchó en cada rincón de la iglesia un cover de Elvis. El padre del pelirrojo, rojo de vergüenza, lo tomó de la oreja, dio por terminada la consagración y se llevó al chico a la parte trasera de la casa de dios, donde le dio a su hijo una tremenda paliza. Nadie supo eso más que Jeff, pues había seguido a los dos hombres por error, buscando un lugar para fumar su cigarrillo. Nadie creería que el tan respetado pastor pudiese tratar mal a su perfecta familia.

Ese primer día de clases, cuando Jeff se dirigía a su casa, se desvió a un lote baldío para poder fumar un porro mientras escuchaba música en su Walkman. Después de un rato, sintió que no estaba sólo y la fuerte mirada que alguien le daba. Se sorprendió al ver al pelirrojo tirado recargado en un aro de cemento mirarlo fijamente, tenía una ceja ensangrentada y el labio hinchado. Jeff se removió incómodo y tímidamente estiró brazo para ofrecerle el porro al chico, quien no dudó en levantarse y cogerlo rápidamente. Se sentó a su lado y desconecto los auriculares del walkman para escuchar lo que pelinegro escuchaba.

-Nadie en este jodido pueblo escucha a Aerosmith, creí que era el único- dijo el pelirrojo sin verlo, le dió una cslada al porro y lo miró- Me llamo William Bailey, dime Bill- le devolvió el porro y se recargó en la pared.

-Jeffrey Isbell, Jeff- contestó mientras miraba extrañado a Bill. A partir de ese día se hicieron amigos, ninguno encajaba en ese lugar por lo que su amistad encajaba perfectamente y se fortalecia con el pasar del tiempo.

Hacían lo que cualquier chico de su edad haría en un pueblo pequeño, meterse en problemas, fumar hierba y cigarrillos, andar en bicicleta, pero sobre todo escuchaban música. Formaron una banda en el garage de Jeff en el que tocaban covers, él tocaba la batería y Bill cantaba, consiguieron dos idiotas para el bajo y la guitarra.

Bill renunció a la escuela antes de terminarla, Jeff intentó lo mismo pero su madre prácticamente lo obligó y por fin en 1979 terminó el intituto con una D, de la cual se sentía muy orgulloso.

Todo mundo conocia a Bill y Jeff, se habían vuelto un par de adolescentes atractivos, pero más que eso lo que llamaba la atención era su aspecto, llevaban el pelo largo y eso los hacía blanco de burla por parte de la población masculina, al menos al principio, después de un tiempo empezaron a defenderse y apalear a quienes los molestaran, principalmente Bill. Bill había sido arrestado más de veinte veces antes de cumplir los 18 y Jeff, aunque no había sido arrestado tantas veces como su pelirrojo amigo, había pisado la cárcel una que otra ocasión.

Un día harto de todo, Jeff decidió largarse de ese lugar tan retrógrada que no le permitiría jamás avanzar en lo que realmente quería hacer: música. Empacó y decidido, emprendió camino hacia Los Ángeles, donde esperaba, como otros cientos de jóvenes más, hacerse un futuro en la industria musical.

Los primeros meses le fueron de la mierda, vivía como pordiosero, y no encontraba ni una jodida banda. Se cambió de nombre, ahora se llamaba Izzy Stradlin. Se había vuelto un adicto a la heroína y tuvo que vender droga en ocasiones para poder sobrevivir.
Sintió alivio al encontra a Naughty Women, donde después de dos meses lo echaron por acostarse con la novia del cantante principal.

Y así, fue rodando de banda en banda, hace que un día de 1982, por casualidad se encontro a su viejo amigo Bill con quien formó una banda llamada Hollywood Rose, que no funcionó.

Nada le estaba saliendo bien a nuestro segundo protagonista y las cosas se iban a poner peor. Aunque como decía antes, el universo tiene un sentido del humor retorcido, te da mucho antes de arrebatartelo de nuevo, solo para reír en tu cara.

Por lo que no es de extrañar que algo le saliera bien a nuestro nuevo amigo, y en 1985 las cosas para Izzy empezaron a funcionar, tenían una buena alineación y muchas ideas para triunfar e iban a hacerlo.

Esperemos que esto que la vida te dió Izzy, no te haga sufrir mucho, querido.

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Hola, el siguiente capítulo va a ser el último que será presentado en este formato, y empezará la historia. Esta es una introducción de los personajes principales.
-N.P.

Backstage - Nikki Sixx/Izzy Stradlin by N.P.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora