Backstage - Nikki Sixx/Izzy Stradlin by N.P.

El Encuentro

Emma despertó escuchando a lo lejos el sonido de su alarma. El ruido iba acercándose conforme iba abriendo los ojos. Joder, tenía una horrible jaqueca, los músculos de todo el cuerpo se quejaban por sus movimientos, el apenas empezaba a asomarse y ella se quería morir.

—¿Quieres apagar esa mierda?—Una voz masculina la hizo abrir los ojos de tirón. Hizo lo posible por levantarse rápido de la cama, pero sus piernas se enredaron con las sábanas y cayó con fuerza al suelo. Escuchó una risa proveniente del intruso en su cama y lentamente se asomó por el borde.

—Bu—dijo el muchacho pelinegro mirándola divertido, Emma dio un saltito para diversión del individuo, quien parecía estar disfrutando de la situación—Tranquila, Emma, no muerdo, a menos que quieras claro—le guiñó un ojo y molesta Emma se levantó y encendió la luz.—¡Ah! Jorder, tengo retinas, ¿sabes?—Izzy cubrió sus ojos con la almohada y se volvió a acostar—Apaga eso y vuelve a la cama, tengo sueño, son las seis de la mañana—
—¿Que haces aquí? ¿Cómo llegamos q mi departamento? ¿Porque tengo una camisa puesta al revés? ¡Contéstame!—
Izzy soltó un gruñido bajo la almohada.
—Apaga la jodida luz y contesto todas las preguntas que quieras. No se como es que esa mierda no te molesta—Hasta ese momento Emma no se había dado cuenta de que en realidad sí le molestaba la luz. La apagó y aguardo a que el pelinegro hablara.
—¿Y bien?—Replicó ansiosa. Izzy bufó, estaba cansado, con resaca y ganas de dormir, la cabeza le explotaba y la chica parecía no querer dejar ir las cosas, iba a insistir. Lo mejor era contarle todo de una buena vez y que se callara para que pudiese seguir durmiendo.

—Quiero recalcar que anoche eras más divertida—Resopló y Emma puso los ojos en blanco—Bien, anoche después del Troubadour dijiste que tenías ganas de disfrutar tus últimos días de libertad, sea lo que signifique eso. Propuse ir al Whiskey, porque ya iban a cerrar y no te querías ir. Aceptaste y fuimos, te metiste mucha coca y bueno, el Whiskey a Go Go ya no existe porque te lo bebiste por completo. Me empezaste a besar y dijiste que estabas enamorada de mí. Después te fuiste a bailar con unas chicas que conociste en el baño y que juraste eran tus mejores amigas. Luego un tipo intentó pasarse de listo contigo y tus amigas lo molieron a golpes como siguió insistiendo tuve que intevenir y no tuve otra opción más que darle otra paliza al cabrón. Déjame decirte que nunca había visto a una chica tan agradecida como tú después de eso—Izzy rió y prosiguió—En fin, dijiste que querías coger y cuando te dije que no iba a hacerlo contigo estando tan borracha dijiste que ibas a conseguir a alguien más. Por supuesto, no iba a permitir eso. Por lo que acepté y me trajiste a tu departamento—Izzy finalizó su historia con una sonrisa triunfal mientra que Emma habia dejado de respirar y la vergüenza se apoderaba de ella.
—Entonces...tú y yo...—Izzy soltó una carcajada.
—¡Diablos, no! No soy esa clase de hombre, preciosa.—dijo Izzy aún riendo —En cuanto llegamos te empezaste a quitar la ropa, pero te dije que no ibamos a hacer nada. Te enojaste y me empezaste a aventar cosas. Te metí aquí y te puse algunas pijamas que encontré pero terminabas por quitartelas. Así que te puse mi camisa al revés para que no pudieras quitartela y durmieras cómoda. Me iba a ir pero me pediste que me quedara y me quedé. Eso fue hace media hora, si quieres agradecermelo, deja de hacer preguntas y déjame dormir.

En ese momento, Emma no podría haber tenido más vergüenza aunque hubiese podido. Nunca había bebido tanto y por supuesto, nunca se había arrojado a los brazos de un extraño así como así.

Sin saber que responder, asintió muy lentamente mientras tomaba rápidamente su ropa deportiva y salió disparada al cuarto de baño. Joder, que pesadilla. Tomó unas píldoras para el dolor de cabeza, se cambió y bajó al gimnasio de su edificio para hacer ejercicio como todos los días. Bebió como seis litros de agua en ese rato y empezaba a sentirse mejor. En cuanto llegó se asomó para ver si Izzy seguía dormido y en efecto, ahí estaba, durmiendo tranquilamente.