Scarlett Dankworth era una niña de 12 años, de Los Ángeles. Su madre murió durante el parto, y su padre tuvo que criarla sólo, con algo de ayuda de las tías de Scarlett
Cuando Scarlett tenía 6 años de edad, su padre enfermó. Y sus tías se ocupaban de cuidarla al no poder hacerlo su padre. Jugaba como cualquier niña de su edad, pero en realidad era duro para ella ver a su padre tan enfermo.
Un día, su padre se puso más grave que nunca. Sus tías supieron que era el momento y llevaron a Scarlett a ver a su padre por última vez.
Se armó de valor, y entró con él. Estaba muy grave, pálido, delgado, respiraba con dificultad y parecía que no podría reconocerla. Pero Scarlett quería con toda el alma ver a su padre una última vez.
-Scarlett, acercate, cariño- decía su padre con voz débil.
Scarlett se acercó, pero guardó su distancia de la cama. Su tía la acercó y la sentó al lado de su padre. Cuando comenzaba a dudar que su padre siguiera respirando, él la miró y extendió su mano invitándola a tomarla; estaba pálida y se veía casi esquelética. Él lucía terriblemente mal para ser un hombre de tan solo cuarenta años.
-Scarlett, linda-decía su padre con dificultad- tu y yo sabemos que ya es hora. Necesito que seas fuerte, y que luches por lo que quieres-Ambos quedaron bañados en llanto, y terminaron por hacer llorar a sus tías también.
-Quiero... que nos hagas orgullosos... a mi y a tu madre- cada vez respiraba menos y se cansaba más, pero prosiguió- sé, que serás una mujer fuerte, como solía serlo tu madre.
-¿Que sucede, papi?- decía muy asustada.
-Ya es hora, linda.... pero prometo que te enviaré un ángel, y él ocupará mi lugar y te cuidará siempre.
El padre de Scarlett cerró los ojos, con su mano entre las suyas aún. Ella lloraba desconsoladamente al darse cuenta de que había quedado huérfana oficialmente, y al abrir su mano, vio que su padre le había entregado un hermoso medallón de oro, con la forma de las alas de un ángel.
Pasaron los años y Scarlett y sus tías empezaron una nueva vida lejos, en Londres, Inglaterra; era un nuevo comienzo para ellas relativamente. La familia de su padre era de Londres originalmente desde su abuela, así que no estarían del todo solos.
Scarlett seguía creyendo firmemente en las palabras de su difunto padre, esperando siempre el ángel, que, estaba segura llegaría.
ESTÁS LEYENDO
Mi ángel guardián.
Teen Fiction¿Cómo sabes diferenciar un ángel de otra criatura? ¿Y si tu ángel estuviera junto a ti todo el tiempo, y tú estuvieras segura de ello? Portada: Hemmings_Zapata