Mi ángel guardián.

Capítulo 5.

Scarlett quedó devastada, no tenía ni idea de que su padre había tenido más hijos, y mucho menos que estaban en el testamento. La sorpresa fue tan grande que no puedo decir palabra, sólo observaba a su supuesto medio hermano.

Y, lamentablemente tenía los rasgos de la familia de su padre. Los ojos grises, el cabello claro, la altura, la forma de la nariz, todo indicaba que, efectivamente eran hermanos. Pero, por fortuna, Scarlett tenía muchos rasgos y características de su madre. Lo cual serviría para diferenciar sus familias maternas y le daría una razón para poder negar a quien hasta ese momento había sido un extraño para ella.

Decidió salir al jardín a despejar su mente y tratar de digerir la noticia que tan bruscamente había recibido. Se recostó en un sillón de jardín, y se puso a pensar: ¿y si su padre siguiera vivo? ¿le hubiera contado acerca de aquel muchacho?¿hubiera ocupado aquella mujer el lugar de su madre?  Definitivamente no tenía la respuesta a ninguna de esas preguntas, pero eso era lo que menos importaba. Sentía el viento rozar su rostro y el frío entrar por su abrigo, pero sus pensamientos no la dejaban prestarle importancia.

-¡Boo!-Scarlett cayó del sillón al pasto húmedo al sentir a alguien sujetandola desde atrás.- ¡Oh por Dios!, lo lamento tanto, déjame ayudarte.-Scarlett reconoció a aquel muchacho, era Christopher, su recién descubierto medio hermano

-No necesito tu ayuda, puedo levantarme sola- contestó con frialdad mientras se sacudía la tierra de su pequeño y no muy grueso abrigo.

-Lo siento mucho, solo quería, ya sabes, acercarme un poco a mi hermanita- dijo él muy apenado.

-No me llames "hermanita", y de preferencia ni siquiera me hables- terminó la platica volteándose y llendo a su habitación.

Se encerró y vio que estaba oscureciendo. Deseó que Thomas estuviera ahí para ayudarla. El siempre la hacía sentir mejor con palabras de aliento.

Sintió que alguien iba a su habitación y volteó a ver a la puerta inmediatamente. Era la madre de Christopher.

-Querida, en mi casa no quiero luces encendidas después de las diez ¿Está claro?- dijo la mujer con seriedad y voz autoritaria.

-Pero esta no es tu casa-dijo Scarlett sin saber exactamente por que lo dijo sin temor alguno.

-Claro que es mi casa, era la mujer de tu padre y ahora esta casa es mía.

-La mujer de mi padre era mi madre, ella vivía con él y solía ser la señora de la casa, y no le gustaría verla dándome ordenes- decía enfurecida a punto de salir corriendo.

-Si, querida, ERA, pero ahora lo soy YO. Así que te sugiero que me trates con respeto por que yo ocuparé el lugar de tu madre.

Scarlett se puso histérica.  No sabía como responder y solo asintió con la cabeza y la mujer se marchó. Quería llorar, gritar, irse lejos, pero principalmente, hablar con Thomas.

Apagaron las luces de la casa como pidió la molesta mujer y la casa quedó en silencio.

Tocaron la puerta de la habitación y Scarlett se levantó a abrir.

-¿Puedo pasar?- preguntó Christopher desde la puerta.

-¿Que haces aquí?- preguntó Scarlett extrañada indicándole que podía pasar.

-Bueno, noté que no has querido probar bocado, y creo que mi mamá fue muy dura contigo...- dijo el muchacho con sinceridad-así que te traje algo por que creí que tendrías hambre-terminó con una sonrisa ofreciendo a Scarlett un plato cubierto con una servilleta.

Scarlett miró el plato, lo destapó y se lo devolvió a Christopher sin haberle ganado una pizca de cariño.

-¿Que pasa?¿no confías en mi?-dijo él decepcionado

-Además de eso, -dijo Scarlett mirándolo para después ir de regreso a la cama- son los brownies.

-¿Que hay de malo con ellos?-contestó Christopher aún en el marco de la puerta

-Tienen nueces...

-¿Eres alérgica?

-No son de mi agrado- dijo Scarlett cubriéndose con su cobertor.

Christopher se marchó algo decepcionado y dejó sola a Scarlett. "¡Que se pudra en su soledad entonces!" Refunfuñaba entre dientes aún afuera de la habitación.

-Fuiste muy grosera con él-se escuchó una voz masculina desde un rincón.

-¿Tommy?-preguntó Scarlett alegre y confundida.